El narcotráfico es algo que siempre incidió en la frontera seca entre Rivera y Santana do Livramento. En diálogo con Sala de Redacción, el inspector general de la Intendencia de Rivera, Carlos Migorena, contó que la frontera suele ser un punto de entrada para narcotraficantes que buscan adueñarse del territorio y generar conexiones con el sur del país, punto clave por la importancia que tienen los puertos para el tráfico internacional.

Los grupos criminales todos los días cambian sus estrategias para ingresar droga al departamento. “No hay un solo sistema: lo han hecho de avión o por mulas uruguayas [ingesta de cápsulas con sustancias ilegales para transportarlas]; cuando se detecta un sistema, lo cambian a otro”, indicó Migorena. A modo de ejemplo, narró que el 2 de mayo, mientras se realizaba un control de ingreso de inmigrantes, detuvieron a un extranjero que llevaba nueve kilos de cocaína en una terminal de ómnibus. No obstante, explicó que las grandes cantidades de droga ingresan por el tránsito internacional, por camiones y camionetas que vienen de Brasil y Paraguay. Los productos que se consumen en la región generalmente son traídos por ómnibus desde Porto Alegre o los propios traficantes traen desde Paraguay.

En una conferencia de prensa, el 8 de abril, Luis Alberto Heber, ministro del Interior, presentó las cifras de delitos del primer trimestre y alertó que el aumento de los homicidios en Uruguay tiene relación con el enfrentamiento de grupos criminales en Rivera. Solo durante el mes de enero hubo ocho homicidios relacionados con el arreglo de la cuentas por narcotráfico, confirmó a Sala de Redacción María Domínguez, fiscal letrada departamental de Rivera de Tercer Turno. 

En el intento de detener el avance de estos criminales la Seccional de Policía de Rivera realizó diversos operativos en las denominadas “células”, sedes en donde operan estas facciones, ubicadas en los barrios más carenciados del departamento. La disputa por ocupar estas sedes generó muchos conflictos y el aumento de hurtos y agresiones, ya que son puntos importantes para la venta y distribución de drogas, explicó Domínguez. 

Guerra por el territorio

Migorena ubica que el punto de inflexión en la incidencia del narcotráfico fue en 2007 con el ingreso de la pasta base. “Bala na cara”, una de las facciones más conocidas en la región, vio la oportunidad y en 2010 comenzó a observarse un incremento de los homicidios narcos. Según el inspector, el reclutamiento de muchos integrantes de este grupo criminal posibilitó la aparición de otros  como, “Os tauros” y “Os manos”, facción liderada por un hombre que asesinó a tres taximetristas en una noche. Actualmente se encuentra preso y maneja el grupo desde una cárcel en Brasil.

En los barrios en donde se acentan los criminales, una facción no permite que la otra trabaje, existe una disputa de territorio por la venta local y eso ha llevado a que se genere este tipo de enfrentamientos por territorio. Los barrios más afectados por estos conflictos son Villa Sonia, Lavalleja, La Colina, Mandubí y Barrio de la Humedad. 

Vecinos de estos barrios contaron a Sala de Redacción que están cansados de estos conflictos, que no pueden dormir por el sonido de los disparos. Zonas como la calle Presidente Viera, frente al club Lavalleja, se han vuelto intransitables durante la noche por los diversos enfrentamientos que han ocurrido. “Hay épocas en la que el barrio está tranquilo pero cuando pasan estos conflictos pasamos un infierno todos los días”, explicó una vecina. El pasaje de estos grupos criminales ha generado muchos homicidios de personas que tuvieron relación con el narcotráfico, explicó otro vecino. 

Trabajo en equipo

La Policía de Rivera, en conjunto a la Inspección de Tránsito de la Intendencia de Rivera y la Fiscalía, realizaron varios procedimientos para reprimir a estos grupos criminales. De los ocho homicidios de enero se aclararon seis, lo que equivale a un 88%, mientras que a nivel nacional el promedio de aclaración de homicidios no pasa del 50%, explicó Migorena y contó que “se los ha golpeado mucho por [el trabajo de] la fiscal Domínguez”. En ese mismo sentido una fuente policial aseguró a Sala de Redacción que en 2021 se reclutó a más de 100 personas que tenían relación con narcotráfico, lo que comprueba que los operativos fueron un éxito.

Entre las intervenciones policiales más importantes, se encuentra una en el departamento de Tacuarembó, realizada por la Inspección de Tránsito del departamento en conjunto a la Policía de Rivera, en la que se incautaron 340 gramos de cocaína. De acuerdo a información divulgada por Subrayado, un llamado alertó a la Policía sobre la circulación en el departamento tacuaremboense de un camión que resultó contener ladrillos de cocaína escondidos entre los troncos de madera que cargaba.

En un reciente operativo realizado por la Brigada Departamental Antidrogas en el Barrio Mandubí se detuvieron nueve personas. Luego de un intenso trabajo de las autoridades policiales, se descubrieron diversos puntos de distribución de drogas en el barrio y con esa información se hicieron seis órdenes de allanamientos y se detuvieron siete personas. Durante el operativo incautaron drogas, plata, un celular y un revólver calibre 38.

Con respecto a las posibles medidas que el Ministerio del Interior pueda tomar frente a este contexto, Migorena explicó que no hay mucho para innovar, que lo esencial es mantener los trabajos de inteligencia, que permiten la realización de buenos procedimientos, y que “algunos éxitos” se consiguen “por andar en la calle, recorriendo”. La Inspección de Tránsito hace 15 días detuvo un taxímetro por llevar 4.000 reales en una bolsa y a raíz de ese acontecimiento se lograron hacer dos allanamientos en los que se incautaron drogas y armas.

“Arreglo de cuentas narcos”

Domínguez contó a Sala de Redacción que desde que empezó a trabajar en la Fiscalía de Rivera, en 2019, comenzaron las seguidillas de homicidios por ajustes de cuentas sicarios y que si bien estos casos son llevados a juicio, no se puede probar esa agravante del sicariato. 

Estos bandos criminales están compuestos por personas que juran lealtad y si esto no sucede, muchas veces son asesinados por filtrar información o cambiar de bando. “A lo largo de este año solo en enero hubo ocho homicidios; seis están en mi fiscalía y dos están en Primer Turno”, explicó la fiscal.

Otros homicidios ocurren por la acumulación de deudas, como pasó con una pareja que fue carbonizada dentro de un auto el 13 de enero en Santana do Livramento, a pocos kilómetros de la frontera. La pareja iba acompañada de su hijo quien fue secuestrado y hallado días después en La Paz, departamento de Canelones.

Otro homicidio que tiene relación con el arreglo de cuentas es el de un joven de 18 años que fue baleado el 20 enero. Días más tarde, un hombre de 35 fue asesinado mientras iba caminando por la calle; aún no se saben los motivos puntuales pero según fuentes judiciales se trató de otro ajuste de cuentas.  

El narcotráfico también ha aumentado la inseguridad del departamento. “Es impresionante, acá las personas andan con armas como si anduvieran con celulares”, lamentó Domínguez.

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