Liberar a las personas de las “barreras sexuales” instauradas en la sociedad es el objetivo de la escuela de Sex Coaching, la primera en la región, que crearon Florencia Peych y Estela Bancalari. Quienes se inscriban, podrán acceder, a partir del 15 de agosto, a programas de formación y entrenamiento presenciales o virtuales. El método que implementarán es teórico y práctico, en 60 horas de clase que incluyen aprendizaje directo y prácticas, con el objetivo de que sea 100% experiencial.

La formación está dirigida a profesionales, como psicólogos y trabajadores de otras áreas de la salud, para que puedan ampliar su repertorio, y también a personas que simplemente quieren vivir con plenitud su vida sexual. El sex coaching no sólo se limita a trabajar en cómo disfrutar mejor de las relaciones sexuales, sino que también enseña otros aspectos que complementan la experiencia: mejorar vínculos de pareja, aceptar el cuerpo de uno mismo, y liberarse de tabúes que impiden sentir plenamente los placeres y gustos sexuales.

Florencia Peych es educadora sexual y se define como “rompedora de tabúes”; hace 16 años que la profesional se dedica a acompañar a personas en su camino hacia la plenitud sexual. Con respecto a cómo resolvió implementar esta la iniciativa, contó a Sala de Redacción que alumnos de sus otros cursos se lo pedían: “la gente empezó a pedir este tipo de formación”, respondió. Coincide con Estela Bancalari en uno de sus trabajos, y le pareció que era “la persona ideal para complementar esta formación”. 

Según dijeron las promotoras de la escuela, hay bastantes personas interesadas en inscribirse. El repertorio es amplio, ya que no se centra en un público específico. Como señaló la educadora sexual, estas formaciones “van a servir tanto para las personas que quieran el día de mañana acompañar a otras personas como sex coach —llevando a cabo la tarea—, pero también para personas que se quieran deconstruir en todos los temas de sexualidad”. A modo de ejemplo, mencionó el caso de un inscripto que ejemplifica lo que la escuela pretende lograr: “El otro día vino un señor de unos 50 años abrumado por toda la información que hay, y por las exigencias de las mujeres”, explicó Peych refiriéndose a que, por ejemplo, las relaciones sexuales no se limitan sólo a la penetración. “Como que hay mucha información pero a la vez mucha desinformación, es decir: ‘mirá que esto, el clítoris, no es un botón que se aprieta y ocurre el orgasmo’”, ejemplificó la profesional.

En referencia a la modalidad de las clases, Peych explicó que las personas que han consultado tienen dudas en ese sentido, pero aclaró que el hecho de que sea “100% experiencial, no quiere decir que todo el mundo se va a desnudar y vamos a experimentar en ese momento”. Agregó que “va a ser vivencial en lo corporal y en la práctica del coaching porque es muy difícil después salir a expandir todas estas prácticas sin haber experimentado con casos de estudio”. El método que utilizarán tiene su base en los casos de estudio que se realizan en la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, donde se presenta un caso determinado y se trabaja en relación a él. 

Ya existe una práctica relacionada con la plenitud sexual, el tantra, que es la base de todo el proyecto, señaló Peych. “Viene por ese lado, por lo vivencial, porque el tantra es todo: está en la vida misma, en el día a día; es vivir las pequeñas cosas, el placer en la cotidianidad”. Es la búsqueda del placer sexual agudizando los cinco sentidos. No se centra sólo en la excitación de los genitales, sino que es el ejercicio de incluir todo el cuerpo. No tiene como objetivo el orgasmo de las partes en sí. La idea es que durante las relaciones sexuales, se logre una conexión entre las partes, una energía que permita disfrutar el proceso y elimine los tabúes.

Estela Bancalari es docente con una certificación en coaching internacional desde hace siete u ocho años, contó a Sala de Redacción, y anunció que su participación va a estar orientada, básicamente, a “compartir, generar propuestas y abrir el entendimiento en la parte relacionada al coaching en sí”.

La docente indicó que muchos de los alumnos involucran en las clases aspectos de las relaciones personales, como los signos de zodíaco o la astrología; la escuela pretende incluirlos en el programa y desarrollarlos. “Además de esta formación particular en sex coaching, hay cosas que se pueden profundizar, como las herramientas técnicas de programación neurolingüística (PNL) para la comunicación en las sesiones o en la pareja”, comentó.

La iniciativa buscará que se genere un relacionamiento horizontal entre las personas que concurran y que se puedan charlar y plantear diferentes situaciones en un ámbito de confianza. “Es un gran aporte que haya coaches formados, responsables e informados, que puedan habilitar a las personas a que hablen y se expresen sobre su sexualidad”, indicó la profesional.

El proyecto recién comienza, pero ambas profesionales proyectan un futuro en el que muchas personas se animen a aprender sobre la sexualidad y mejorar sus vidas. “Creemos que va a ser así”, afirmó Bancalari, al referirse a la creación de la primera escuela de estas características en Uruguay, y agregó que espera que sea la primera de muchas. “Se ha extendido mucho el coaching en general y el sex coaching se está solicitando desde hace mucho tiempo, por esto de que hace falta esta forma de comunicación”, concluyó la docente.

La escuela cuenta con una página web: https://www.escuelasexcoaching.com/, en donde quienes tengan interés, podrán consultar por más información o ponerse en contacto con las profesionales.

Jonathan Rey / Federico Rodríguez

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