Global Kids Online es una red internacional de investigadores que estudia el uso de Internet en niños, niñas y adolescentes. El equipo de coordinación nacional lo conforman Unesco, Unicef, el Plan Ceibal, la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento (AGESIC) y la Universidad Católica del Uruguay (UCU). 

El primer estudio lo realizaron en 2017 y consistió en una encuesta en la que participaron mil niños, niñas y adolescentes. En 2022, se inició el segundo relevamiento y se encuestó entre 8 y 9 mil. Según explicó en conversación con Sala de Redacción Matías Dodel, coordinador de Kids Online Uruguay, se buscó aumentar significativamente la cantidad de encuestados para generar una muestra aleatoria que sea representativa. Dodel contó que el estudio abarcó a menores desde tercer año de Primaria a sexto año de Secundaria, cubriendo así el 96% de los niños, niñas y adolescentes de entre 9 y 17 años. Además, se enviaron invitaciones a madres, padres y docentes para que participaran en encuestas y estudios cualitativos, complementando así el análisis.

En abril, se aprobó por unanimidad el proyecto de Ley de Protección de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes en Entornos Digitales en la Cámara de Diputados, que pasó a discusión del Senado. El primer estudio de Kids Online Uruguay, presentado en 2019, sirvió como base empírica para el proyecto de ley, según dijo a SdR Micaela Melgar, diputada del Frente Amplio y una de sus autoras. Melgar contó que la motivación inicial surgió junto a la entonces también diputada frenteamplista, Martina Casás, hace varios años, cuando conocieron casos de robo de identidad de adolescentes. En aquel momento, se empleaban nombres y fotos en perfiles falsos de otras plataformas como OnlyFans, con el objetivo de generar contenidos con características de “abuso, explotación sexual y comercial infantil”.  

Fortalezas y debilidades 

La segunda encuesta muestra, según Dodel, particularidades que hasta el momento no se conocían sobre el verdadero uso de Internet por parte de niños, niñas y adolescentes. “Por primera vez sabemos a qué juegan y en qué redes sociales están, cuántos se vieron con alguien que primero conocieron en Internet”, afirmó Dodel, y agregó que estos resultados dan mensajes “más realistas para hacer políticas públicas”.

Dodel señaló que el papel de los adultos es muy importante en el proceso de aprendizaje digital. El informe señala que los niños, niñas y adolescentes de menor edad le cuentan más a sus padres lo que hacen en Internet y, por lo tanto, reciben más apoyo de ellos. “A mayor uso de Internet, mayor exposición a las cosas buenas que tiene, pero también a los riesgos”, planteó Dodel, pero de todas formas “riesgos y daños no son un par indisociable”, ya que se pueden crear estrategias para que los menores gestionen los riesgos, evitando que se transformen en daños. Entre los riesgos, Dodel se refirió al acceso a contenido no apto, y dijo que “sobre todo las adolescentes y quienes no se identifican como mujeres o varones están expuestos a contenidos de riesgo muchísimo más que los varones”. Por otra parte, valoró que “estamos en un país en el que a veces es difícil porque le exigimos mucho a los niños, a los padres y al sistema educativo”, y agregó que las propias plataformas que habitan los niños no están diseñadas para cuidarlos.

Hay una serie de resultados enfocados en los sesgos de género que demuestran que en Internet se repiten las desigualdades del mundo offline. Existen diferencias entre las aplicaciones que habitan niñas y niños, por ejemplo el Clash Royale, al que juegan el 16% de las chicas, frente a un 42% de los chicos. A su vez, los resultados muestran que las mujeres que juegan en línea son discriminadas por su género. En TikTok las cifras se acercan: hay allí un 86% de uso en las chicas y un 73% en los varones. Pero uno de cada tres encuestados cuentan que sufrieron “algún episodio negativo en Internet durante el último año” y los adolescentes notan más violencia en Internet hacia las mujeres que hacia los varones. Un hallazgo destacable es que la mitad de los y las adolescentes tuvieron algún problema con el sueño y la alimentación debido al tiempo que destinan a Internet.

Sobre estos resultados, Melgar señala que “los niños, niñas y adolescentes viven en Internet todos los días de su vida” y necesitan herramientas. Además, valoró que tienen derechos que hay que proteger, como lo es la libertad de expresión y el derecho a vivir y disfrutar Internet para la educación, para la socialización y para el entretenimiento, y consideró que desde el Estado se hace poco, pese a que se los tiene que proteger “activamente”. En este marco, Melgar dijo que el proyecto de ley que redactaron con Casás era “más amplio” y regulaba el rol de las empresas y de las plataformas. Finalmente, se acotó al rol del Estado.

El proyecto de ley prevé la creación de una comisión que es para Melgar la herramienta “más importante”, ya que se trata de un organismo del Estado que se encargaría de los aspectos vinculados a la temática. La diputada plantea que la idea es que estudios como el de Kids Online no sean algo que dependa de una iniciativa privada, sino que el Estado los tenga que elaborar “obligatoriamente y presentarlos a la Asamblea General” del Parlamento.

El futuro

Dodel comentó que el objetivo es realizar el estudio de Kids Online Uruguay “por lo menos cada tres años”, ya que “hay cosas que cambian muy rápido”, afirmó, algo que ejemplificó con las apuestas deportivas en línea. Argentina incluirá este aspecto en su estudio del próximo año, pero en Uruguay no se llegó a incluir porque “es un fenómeno que quizás no era tan nuevo, pero se hizo un poco más masivo en el último año y medio”.

Sobre las líneas de acción que se pueden tomar a partir de los hallazgos obtenidos, el coordinador entiende la idea no es “bajar línea sobre lo que hay que hacer o no”, sino dar herramientas para que “la gente que decide, lo haga basada en evidencia”. Por su parte, Melgar planteó el objetivo de que el proyecto de ley se apruebe en el Senado y expresó que “sería un fracaso total si no se mueve”. Consultada sobre los tiempos que implicó el proceso de discusión parlamentaria, opinó que “no le pareció mucho”, ya que se trata de un tema que requiere escuchar todas las voces. La diputada entiende que lo importante es avanzar colectivamente como sociedad y país, por lo que es fundamental que todos los partidos estén de acuerdo con el proyecto, y subrayó que “si alguien no está de acuerdo con esto, no sirve de nada, no puede ser un proyecto que genere polarización”.

FacebookTwitter