La situación sigue estancada. Es una carrera contrarreloj en la que corren cuatro elementos: la proximidad del mes de noviembre, el antecedente de la salida de un diputado al momento de votar un proyecto de ley, la frustración de un plebiscito perdido y un FA que no consigue lograr las mayorías para acordar.
Los crímenes cometidos en la dictadura y que aún no han sido juzgados siguen en el tapete. ¿Qué están esperando? No se sabe. Al parecer, a algunos dirigentes del Frente Amplio les gusta jugar al límite. Eso no sería problemático, si no se tratara de vidas, torturas y otros tantos delitos…En fin, para declinar la prescripción hace falta un grado de unidad política que quizás el Frente Amplio ya ha olvidado.
El punto de inflexión está en lo manifestado por el vicepresidente Danilo Astori (Asamblea Uruguay) quien advirtió que si existe un nuevo intento de declarar la prescripción se puede vivir otra “frustración”. El economista declaró que él y su sector no están de acuerdo con la posibilidad de que el Parlamento deje sin efecto la prescripción de los delitos de lesa humanidad.
Al mismo tiempo, otros actores de izquierda, incluyendo a Javier Miranda, director de Derechos Humanos del Ministerio de Educación y Cultura, siguen proponiendo fórmulas. Hay siete propuestas sobre la mesa para terminar con la prescripción, que si se hace efectiva dejará impunes, para siempre, muchos de los crímenes cometidos durante todo el proceso de la última dictadura uruguaya.
Hay muchos elementos a considerar y muchos matices a congeniar. Sin embargo parece que una de las alternativas más consensuada es generar un proyecto que restablezca la capacidad punitiva del Estado. Esto implica que se restablezca la capacidad de hacer una persecución judicial de los militares y por lo tanto el Estado podría penalizar. De aprobarse, ya no sería necesaria la derogación o nulidad de la Ley de Caducidad.
La conciliación y la búsqueda de acuerdos con la oposición será otra de las salidas al laberinto que se instaló cuando el diputado Víctor Semproni decidió abandonar la sala al momento de comenzar la votación del proyecto de ley que dejaba sin efecto la Ley de Caducidad. El presidente del Frente Amplio, Jorge Brovetto es el encargado de encontrar una solución de último momento: acuerdos con los líderes de los otros tres partidos.
El clima en el parlamento está caldeado. Y lo está también en el gobierno. El presidente José Mujica, de gira por Europa, manifestó en Suecia que había un proyecto de ley para evitar que los delitos prescriban el próximo mes. Sin embargo, aquí desde la presidencia, se negaba tal información. Esto no hace más que complicar las cosas.
A pocos días de noviembre, el proceso de acelera y junto con él, crece la ansiedad de los familiares que aún buscan una respuesta a una pregunta que ojala se pueda responder lo antes posible.
Laura Rey