Están a punto de cumplir uno de los mayores sueños para un deportista: representar a su país en la máxima competencia de sus disciplinas. En este caso, la 33ª edición de los Juegos Olímpicos, que se disputarán en París entre el 26 de julio y el 11 de agosto. Con ese objetivo en la mira, la taekwondista María Sara Grippoli y el regatista Fernando Diz entrenan y se preparan día tras día.

Grippoli, que compite en la categoría de menos de 49 kilos, será la primera mujer uruguaya presente en un deporte de combate en un juego olímpico. Es la integrante más joven de la delegación olímpica uruguaya: con tan solo 19 años, llegará al certamen luego de conseguir uno de los dos puestos clasificatorios que ofrecía el torneo Preolímpico continental de taekwondo, disputado en abril en Santo Domingo, República Dominicana. Será la primera aparición para el taekwondo uruguayo en el mayor evento deportivo internacional.

Por su parte, Diz, en dupla compuesta por Hernán Umpierre, representará a Uruguay en vela tras obtener la medalla de plata en la categoría 49ª de los Juegos Panamericanos 2023. Será la primera cita olímpica para la dupla y para Uruguay en la modalidad. La embarcación uruguaya es la flamante triunfadora del Campeonato Europeo de su clase, torneo abierto a embarcaciones de otros continentes disputado en mayo en La Grande Motte, Francia, en un histórico logro para la vela nacional. En esa ocasión, mostraron una gran consistencia y su notoria preparación para la competición de vela en los Juegos que, cabe destacar, tendrá lugar en Marsella, en el sur de Francia, no en París.

Según anunció el Comité Olímpico Internacional, se espera en París la presencia de unos 10.500 atletas provenientes de 206 Comités Olímpicos Nacionales. Hasta el momento, Uruguay cuenta con la presencia ya asegurada de 20 atletas, casi el doble de los que participaron en la última edición que se realizó en Tokio 2020. Dentro de estos, 12 son integrantes del equipo de rugby sevens masculino, tres representantes de vela, uno en ciclismo, uno en remo, una en taekwondo, uno en canotaje y uno en judo.

Buscando un lugar

De acá al 26 de julio habrá varias instancias de definición para atletas que buscan pasaje a Francia. Torneos preolímpicos finales, marcas de clasificación que se buscarán establecer y cupos a conseguir por rankings mundiales serán vías en las que la delegación uruguaya podrá expandirse. Uruguay tendrá presencia asegurada de cuatro atletas, masculino y femenino en atletismo y natación porque, aunque nadie clasifique directamente por los caminos mencionados, las federaciones de esos deportes cuentan con el llamado cupo de universalidad.

Preparación y proceso

En diálogo con Sala de Redacción, la taekwondista comentó que entrena todos los días en dos turnos de manera exigente y destacó la importancia de las competencias para evaluar el nivel.

En 2022 tuvo su primera competencia en categoría adultos, momento en el que veía “lejana” la posibilidad de llegar a los Juegos Olímpicos. Al año siguiente, participó de los Juegos Panamericanos, en donde obtuvo el cuarto puesto que despertó las posibilidades de participar en los Juegos Olímpicos.

A principios de 2024 preparó el Preolímpico, compitió en Puerto Rico y Costa Rica, y luego de una semana de campamento en República Dominicana, llegó el torneo y Grippoli obtuvo la clasificación para los Juegos. “Fue una locura, la verdad es que fue increíble”, expresó y añadió que la rapidez del proceso la ayudó a sentir poca presión en el torneo: “Me sentí super cómoda peleando, a veces por los nervios te cansás más y no, sentía que estaba peleando muy tranquila, no me jugó para nada en contra y siempre seguí bien enfocada en el quiero clasificar, quiero clasificar, y lo conseguí”.

Sobre su histórico logro de ser la primera mujer uruguaya en participar de un deporte de combate, remarcó que: “Cuando yo clasifiqué sabía que era la primera taekwondista uruguaya pero no sabía que había sido la primera mujer en clasificar a un deporte de combate individual; todavía no caigo pero me parece un montón y me llena de orgullo”.

Por su parte, Diz y Umpierre pasan entre cuatro y cinco días de navegación y cuatro de gimnasio. También cuentan con sesiones de psicólogo, en conjunto e individual. La dupla ya está en Marsella, a donde han ido en reiteradas ocasiones: “Para nuestro deporte es muy importante conocer el lugar donde vas a navegar, conocer corrientes, el viento, poder navegar”, expresó Diz en conversación con SdR. Destacó la importancia de mantener el ritmo y rutina de entrenamiento que traen desde los Panamericanos. “Fue algo que hablamos, mantener el ritmo de entrenamiento antes de los Juegos nos pareció algo inteligente. Para nosotros es importante”, dijo, y remarcó la importancia de no sobrecargarse y no “llegar quemado” al campeonato, debido a lesiones que puedan surgir e infringir más estrés en el cuerpo y mente.

Con respecto a sus sensaciones tras la última e importante consagración en el Campeonato Europeo, Diz expresó: “Te da mucha confianza. Somos bastante perfeccionistas, siempre queremos mejorar. Pero no más que eso: agachar la cabeza ahora y seguir trabajando en el último tirón hacia los Juegos”.

Desafíos y virtudes

Oriundo de Maldonado al igual que su dupla, Diz señaló que confiar en sí mismo y tener paciencia son los aspectos más desafiantes de sobrellevar en su búsqueda olímpica: “Mantener la motivación y creer realmente en el proceso que estás haciendo. Hay que saber confiar en el proceso, como dicen, si bien está un poco trillada la frase es muy cierta, muchas veces cuesta confiar y decir: ‘¿estaré haciendo las cosas bien?’. Paciencia y confiar en uno mismo creo que son de lo más desafiante”, expresó.

Los fernandinos conformaron su dupla a los 16 años y ahora, con 23, se encuentran radicados en España en donde cursan estudios de ingeniería. Destacan como una de sus mayores virtudes los sacrificios que estuvieron dispuestos a hacer para competir profesionalmente: “Nos fuimos a vivir a España solos, no teníamos idea, estás lejos de tu familia. Te perdés cosas de la vida normal de un adolescente. Sabíamos lo que queríamos y estuvimos dispuestos a llegar más lejos que el resto”.

Por la misma línea, Grippoli destacó que su mayor virtud es la constancia y sus ganas de querer más. “Yo estuve mucho tiempo en la selección sin viajar y entrenando, decía: ‘¿Para qué?’, y después pensaba, ‘se me va a dar en algún momento’. Creo que el no rendirme y seguir es lo que marca”, manifestó.

La atleta cursó Ingeniería en la Universidad de la República pero le fue difícil cumplir con la carga horaria debido al tiempo que le dedica al entrenamiento. Sin embargo, no dejó el estudio de lado y hoy está cursando la Licenciatura en Informática en la Universidad de la Empresa. Dijo que combinar deporte con los estudios es lo que más le está costando, pero que el Taekwondo lo disfruta al 100%. En sintonía con Diz, dijo que el estar fuera de casa y perderse ciertas costumbres es un desafío grande.

Ser fuente de inspiración

Los futuros olimpistas compartieron un sentimiento de intentar dejar a Uruguay en lo más alto posible y dar lo mejor de sí mismos. Algunos medios de comunicación se refieren a la “esperanza” de que los regatistas obtengan las medallas celestes. “Obviamente estos títulos vienen con la mejor intención, no es que te quieren poner presión”, respondió Diz, que sí identificó su propia exigencia al dejarlo todo en esta competencia.

“Entendemos que estamos en una posición muy buena para poder lograr algo lindo para Uruguay. Vamos a dejarlo todo para poder hacer lo mejor posible, después el destino dirá cuál va a ser el resultado”, expresó. Sobre las condiciones que pueden favorecer a Uruguay a lograr el mejor resultado, Diz afirmó que están entrenando mucho para ser polivalentes y enfrentar cualquier condición. “Al momento te diría que lo que más nos gusta es cuando hay poco viento. Pero estamos entrenando y ampliando nuestro rango en el que nos sentimos cómodos y lo venimos haciendo bien. Marsella es una cancha que puede tocar cualquier tipo de condiciones en julio, generalmente dicen que puede haber poco viento pero hay que estar preparados”, expresó.

Grippoli, por su parte, comentó: “Me gustaría ir y dar lo mejor para dejar a Uruguay en lo más alto y poder hacer un buen debut de taekwondo uruguayo en los Juegos Olímpicos, capaz que siento un poquito de presión pero voy a intentar disfrutar al máximo. Ir, poder dar lo mejor de mí, poder avanzar rondas, intentar ganar. Si se puede ir por medallas, voy por medalla, pero principalmente eso”. El cuadro de competición va a estar compuesto por 17 taekwondistas del mundo; sobre sus rivales, la uruguaya dijo que conoce a la mayoría, que “son todas muy buenas” y que va a ser una gran experiencia pelear con cualquiera de ellas. “Va a ser increíble porque nunca me hubiese imaginado poder pelear con alguna de ellas. Era una situación muy hipotética y ahora es el caso”, manifestó.

De igual modo, los deportistas se expresaron acerca de la intención de hacer crecer la visibilidad y cobertura de sus respectivas disciplinas y servir de fuente de inspiración a jóvenes y chicos.

La atleta de 19 años, al haber logrado que el taekwondo uruguayo sea olímpico, espera que el deporte tenga un impulso al momento de los Juegos. “Que inspire también a otra gente, que vea que se puede. También a los mismos que están entrenando, para seguir y que se puede lograr, obviamente con muchísimo trabajo porque no es algo que vamos y clasificamos todos, tampoco es así, pero espero que sí tenga una repercusión. Espero lograr eso para el taekwondo uruguayo”, concluyó.

Por su parte, Diz, contó que a los 12 años se inspiró en el octavo puesto logrado en Londres 2012 por Alejandro Foglia (vela) y dijo que la dupla también apunta a motivar a las futuras generaciones: “Obviamente nos encantaría, que nuestro rendimiento, o lo que estamos haciendo, genere o despierte en los chicos unas ganas de, ‘si él lo pudo hacer quizá yo también’”.

Los demás clasificados
La clasificación del equipo de rugby sevens fue lograda tras campeonar en el torneo preolímpico sudamericano de Montevideo en junio de 2023. Marca el retorno uruguayo a una competencia colectiva olímpica, algo que no sucedía desde que el fútbol masculino compitió en Londres 2012, según detalló El País en un artículo sobre la participación de los atletas y las disciplinas que representarán a Uruguay .

Dolores Moreira, clasificada a su tercer Juego Olímpico en vela después de participar en Río 2016 y Tokio 2020, competirá en la clase láser, tras obtener su clasificación en los Panamericanos, donde finalizó en el cuarto lugar de la modalidad.

Uruguay obtuvo un cupo en ciclismo gracias al ranking continental. Este lugar será ocupado por Eric Fagúndez, que en los Juegos Panamericanos fue bronce en la prueba de ciclismo de ruta.

Bruno Cetraro, parte de la dupla de remeros que consiguieron el diploma olímpico al finalizar sextos junto a Felipe Kluver en doble par ligero en los últimos Juegos, competirá en esta ocasión de manera individual. Consiguió su boleto a París luego de ubicarse en el segundo puesto en el preolímpico de remo en marzo en Río de Janeiro, en la modalidad de single abierto.

Matías Otero también alcanzó la clasificación en el mes de abril, cuando logró el primer puesto del certamen Panamericano preolímpico de canotaje disputado en Sarasota, Estados Unidos. El uruguayo fue medalla de oro en la carrera sprint K1 o kayak individual sobre 1.000 metros.

Mikael Aprahamian, por el judo, disputará su segundo Juego Olímpico consecutivo tras haber obtenido un lugar por ranking continental en la categoría de hasta 81 kilos.

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