La Copa América 2024 se celebrará en Estados Unidos del 20 de junio al 14 de julio y reunirá a las mejores selecciones de la Conmebol y equipos invitados de la Concacaf. El partido inaugural está programado para hoy a las 21:00 (hora Uruguay) en Atlanta y tendrá como protagonistas a Argentina y Canadá. El evento finalizará el 14 de julio en el estadio multideportivo Hard Rock Stadium de Miami. Con 16 equipos compitiendo, incluyendo a la Argentina de Messi y a un Uruguay ansioso por romper una racha de 13 años, la competencia promete ser intensa. Estados Unidos no solo será un anfitrión clave sino también servirá como escenario para explorar la diferencia en la pasión futbolística entre los países sudamericanos y el anfitrión. 

En 2024, las 10 selecciones de la Conmebol y los seis equipos de la Concacaf competirán en 14 estadios a lo largo de 32 encuentros pactados, en ciudades como Las Vegas, Texas, Miami, Orlando, California entre otras locaciones de Estados Unidos.

El torneo está organizado por la Confederación Sudamericana de Fútbol, siendo uno de los campeonatos más antiguos del continente. Está estructurado en dos etapas: la fase de grupos y la etapa de eliminatorias, que incluye cuartos de final, semifinal y la final. La clasificación de los equipos se distribuye en cuatro grupos. En el grupo A se encuentran Argentina, Chile, Perú y Canadá. El grupo B incluye a México, Ecuador, Venezuela y Jamaica. Uruguay comparte el grupo C con Estados Unidos, Bolivia y Panamá. Finalmente, el grupo D está conformado por Brasil, Colombia, Paraguay y Costa Rica.  

En diálogo con Sala de Redacción el periodista uruguayo Alejandro Figueredo, quien reside en Miami y trabaja para La Major League Soccer (MLS) compartió su perspectiva sobre las diferencias y semejanzas en el fútbol. “Lo que puede ser muy marcado en un lugar va a ser completamente distinto en otro, o parecido pero nunca igual. Es muy difícil definir qué es lo que pasa con el fútbol en los Estados Unidos”, aseguró.

En Latinoamérica el fútbol se vive de una manera particular. Sin embargo, en Estados Unidos aunque el interés por el fútbol ha crecido, sigue siendo un deporte más entre muchos otros. Según el periodista, comparado con otros deportes, el fútbol sigue estando muy por debajo: en las ligas profesionales el fútbol americano ocupa el primer lugar, seguido por el básquetbol, el béisbol y el hockey sobre hielo. Solo después de estos deportes viene el fútbol como nosotros lo conocemos”.

Figueredo expresó que la pasión no es equiparable a la que se vive en los países sudamericanos y subrayó que “es distinto”: “Hay varios estados y varias ciudades donde realmente hay un clima más futbolero por la incidencia del mundo latino, o por lo que es la génesis del fútbol en este país”. El periodista explicó que el fútbol comienza a desarrollarse en algunos lugares de los Estados Unidos, entonces “es históricamente más importante”. Sin embargo, destacó que en Los Ángeles “el fútbol es muy fuerte”, al igual que en Miami y aún más “con la llegada de Messi y Suárez”. “También hay una movida en torno al Inter de Miami, producto de la alta presencia de latinoamericanos en esta ciudad y por la incidencia de los argentinos”.

Pasión controlada

Estados Unidos demuestra una gran capacidad organizativa, lo cual “se evidencia en las medidas de seguridad y los operativos” para manejar a las hinchadas y los posibles disturbios. En este sentido, el periodista explicó a Sala de Redacción que “se aplican rigurosos protocolos de seguridad que se cumplen, con una empresa privada dentro de los estadios”. “Lo que sucede también es que el comportamiento de la gente es completamente distinto, pero nunca vas a tener problemas vinculados a la violencia. En EEUU los hinchas que van a un partido no conocen los nombres de los jueces y pasan desapercibidos”, agregó.

Además refleja una diferencia no solo en el deporte, sino también en lo cultural, particularmente en la aceptación de los resultados por parte del público y cómo éstos no interfieren “en su vida cotidiana”. Al respecto, añadió: “Más allá de la intensidad con la que se vive el partido, es mucho más natural, más orgánica de lo que nos pasa a nosotros, que nos cambia el humor para el resto de la semana”. Mencionó que lo mismo ocurre con los jugadores. Para ilustrar este punto, puso de ejemplo un caso donde “un arquero” de un equipo local recibió cuatro goles en un partido. “En Uruguay es sinónimo de amargura, depresión y me voy a casa. Acá el futbolista termina el partido y está firmando autógrafos con los hinchas y sacándose fotos. Procesan mucho más rápido lo que tiene que ver con lo deportivo”.

Al consultarle qué es lo que resalta del deporte en dicho país, la seguridad vuelve como un factor principal: “la convivencia de los hinchas que están mezclados unos con otros”. “Hay una estructura muy armada y se cuida mucho a los espectadores. “Hay teléfonos donde vos podés enviar un mensaje de texto y decir: ‘mirá, en tal butaca, tal fila, hay alguien que está molestando a otra persona’. Ahí viene la seguridad, le hablan y si está complicado lo sacan. No hay comparación [con Uruguay]”. Esto resuena con lo cultural, con lo que es el comportamiento y aceptación de las normas, así como el cuidado con el otro.  

Consultado acerca de la composición de los grupos y partidos en esta edición de la Copa América, destacó que es un torneo difícil y además “es muy complicado decir ‘este es el gran candidato’”. Respecto a la celeste, sostuvo que Uruguay tiene que “pasar cómodo la fase de grupos, ya que ligó una serie bastante accesible con Panamá, Bolivia y Estados Unidos“. “Creo que va a definir en la última fecha con Estados Unidos. Eso sería lo esperable, después habrá que ver con quien te toque y cómo se da. A partir de la llave de eliminación ya empieza otro campeonato. A veces un error te puede condenar, creo que da para ilusionarse”, arriesgó el periodista.

Según el periodista, la selección uruguaya podría ser quien se lleve la copa este año. “Los jugadores están compenetrados con lo que el técnico está pidiendo, me parece que tenemos como para ilusionarnos de ser protagonistas”, añadió.

Desde lo personal, para el periodista la experiencia de vivir la Copa América en Estados Unidos como uruguayo “es única”. Compartió con Sala de Redacción que durante la Copa América asumirá el rol de hincha: “Lo voy a ver con mi familia, que era también un anhelo cuando iba a cubrir algún evento fuera del país. Ahora tengo esta posibilidad porque estamos en EEUU y no tengo que trabajar para la Copa [América]. Nos vamos a dar el gusto de poder hacerlo por primera vez”, finalizó.

FacebookTwitter