En la conferencia de prensa del 14 de agosto se informó que los restos hallados en el Batallón 14 pertenecen a un hombre, de entre 43 y 57 años, con una estatura de entre 1,75 y 1,85 metros. En esa instancia el fiscal especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, indicó que la identidad de los restos hallados en el predio militar se dará a conocer dentro de un mes y medio.
En ese sentido, los restos óseos serán trasladados a la provincia argentina de Córdoba donde queda por determinar la causa de la muerte y cotejar el ADN para su identificación. Este análisis estará a cargo el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), organismo que trabaja a la par con el Grupo de Investigación en Antropología Forense (GIAF) de Uruguay.
Según un documento del EAAF brindado por una fuente del organismo al que tuvo acceso Sala de Redacción, se evidencia que “los tiempos [de identificación] son variables de acuerdo al estado de las muestras”. Sin embargo, remarcan que trabajarán con la “mayor celeridad posible para dar respuesta a las familias que esperan”.
Cabe destacar que “las muestras provenientes de Uruguay” se “cruzan con toda la base del EAAF de familiares de personas desaparecidas por el terrorismo de Estado en el cono sur”, que incluyen también “las muestras de familiares provenientes de Uruguay”.
En cuanto al proceso para analizar los restos, el documento explica que “el estudio de ADN es uno de los elementos que, junto a otras disciplinas forenses, contribuye a la identificación de una persona”. Por lo tanto, los resultados “se integran a otros aspectos como la investigación preliminar, el contexto y el análisis antropológico de los restos”, aclara el documento.
“La única manera de obtener una coincidencia genética es si uno o más familiares de la persona desaparecida aportó/aron su muestra de sangre, ya que siempre identificar es comparar desde el punto de vista genético”, especifica el informe del EAAF.