Una bandera de Estados Unidos flamea en un "Bicitaxi" frente al capitolio de La Habana. FOTO: YAMIL LAGE / AFP.
Desde que Washington y La Habana comenzaron el camino de reparar los vínculos bilaterales el 17 de diciembre de 2014, con mediación de Canadá y el Vaticano, todo ha venido viento en popa y las señales de acercamiento siguen apareciendo de ambos lados.
En abril tuvo lugar la Cumbre de las Américas en Panamá, donde se encontraron Barack Obama, presidente de Estados Unidos y Raúl Castro, mandatario de Cuba. En esta histórica jornada, además del apretón de manos registrado por los medios globales, tuvo lugar una reunión entre ambos jerarcas. Entre otros temas, se trató el hecho de que el país del Caribe integrara la “lista negra”, ya que esto suponía un gran obstáculo para que las relaciones bilaterales se normalizaran.
Cuba formaba parte de esta lista porque presuntamente se le estaba dando asilo a integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) así como también a algunos fugitivos de la justicia del país norteamericano. Pero luego de la reunión en Cumbre de las Américas, Obama anunció la propuesta y puso un plazo de 45 días al parlamento de su país para aprobar el retiro de Cuba de la lista. Al vencerse el plazo y sin objeciones por parte del legislativo, ya se confirma la eliminación de el país caribeño de esta lista, según informa El País de Madrid.
Obama le comunicó al Congreso que el Gobierno de Cuba “no ha proporcionado ningún apoyo al terrorismo internacional durante los últimos seis meses” y también que tiene las garantías de que no lo hará en el futuro. De esta manera, termina un ciclo de restricciones comerciales por parte de Estados Unidos, y el futuro se ve prometedor.
La lista de países que patrocinan terrorismo la confecciona el Departamento de Estado de Estados Unidos una vez por año con las naciones que el país norteamericano supone tienen alguna colaboración con entidades terroristas. Entre las sanciones que se aplican están la cancelación de la exportación de armas, restricciones financieras y de ayuda económica.
Esteban Rivero
