Ruben Magnano / Foto: Andrej Isakovic, AFP

Corría el año 2006 cuando Óscar Washington Tabárez tomó el mando de la Selección Uruguaya de Fútbol. Luego de la no participación de la celeste en el Mundial de Alemania de ese año, se buscó generar un proyecto, también llamado proceso, que le diera jerarquización y seriedad al trabajo. En particular, se apuntó a que los valores y el esfuerzo fueran pilares de un equipo que tantas alegrías le ha dado a Uruguay desde entonces.
El básquetbol, como segundo deporte más practicado a nivel nacional, buscó en 2016 -diez años después del inicio del proceso de Tabárez- un proyecto a largo plazo. Marcelo Signorelli fue el elegido para llevarlo adelante, y en sus primeras palabras al frente de la selección destacó que la pasión e identidad son sus puntos fuertes.
El 1 de octubre, a través de un comunicado, la Federación Uruguaya de Básquetbol (FUBB) anunció el cese de Signorelli, que generó sorpresa en los seguidores de este deporte, debido a la etapa del proceso que transcurría. Uruguay está con la mira puesta en la clasificación al mundial de China 2019, certamen del que no participa desde hace más de 32 años. Precisamente, el 29 de noviembre y el 2 de diciembre Uruguay jugará dos partidos por la clasificación frente a Puerto Rico y Estados Unidos, respectivamente, ambos en el Antel Arena de Montevideo.
“Sin duda que si los dirigentes llegaron a esa determinación, la situación no daba para más, porque en este momento estamos cerca de lograr la clasificación. A priori, escuchando de afuera, a uno no le cierra del todo, pero luego escuchando las declaraciones había cosas que estaban fallando”, señaló a SdR Diego Losada, ex basquetbolista de la selección.
Signorelli logró 11 victorias al mando de la selección (65% de efectividad), y 6 derrotas (que equivalen al 35% de los partidos) en un total de 17 encuentros que disputó como entrenador entre 2016 y 2018. No solamente estaba al mando de la selección principal, sino que lideraba el trabajo en las selecciones juveniles, donde promovía el respeto y la unión entre los jóvenes.
“En un proceso pasan muchas cosas, tanto buenas como malas. En este caso toma otra dimensión. Lo ideal es que no pasen estas cosas. Si en el grupo hay alguna diferencia se trata de solucionar, y, obviamente, hay que respetar el proceso tirando para el mismo lado”, justificó Losada.
Varios medios han marcado un desgaste o mala relación entre el cuerpo técnico, jugadores del plantel y dirigentes de la FUBB, además de algún encuentro no fortuito que generó discrepancias y rebasó el vaso, que estaba casi a tope. Por ejemplo, se habló de diferencias sobre los pasajes para el traslado de la selección a Estados Unidos, cuando a diferencia de los jugadores, el cuerpo técnico viajó en primera clase.
El domingo, la FUBB decidió contratar a Ruben Magnano como director técnico de la Selección Uruguaya. Magnano, cordobés de 63 años, dirigió y guío a Argentina a su histórico y recordado oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. A través de un comunicado en su cuenta de Twitter, la FUBB le dio la bienvenida a quien liderará el proyecto de la Selección Masculina de Básquetbol.
Antes de conocerse el nombramiento, ante la posibilidad de la contratación de un técnico extranjero, Losada señaló: “Por más bueno que sea, no tendría el conocimiento que tenía Signorelli en estos dos años de proceso ,y más con el tiempo de conocimiento con los jugadores uruguayos. Es complicado el momento, pero siempre hay que ser optimista. Uruguay está a punto de una chance histórica, y más con esfuerzo y dedicación”.
El comunicado de la FUBB reafirma la idea de proceso, en la que destaca el “extenso currículum” de Magnano, quien fue campeón de América en 2001, vice campeón del mundo en 2002 y campeón olímpico en 2004 con Argentina. A su vez, fue campeón panamericano con la Selección de Brasil y múltiple campeón en la Liga Argentina.
Mathías Tilve

FacebookTwitter