Según los datos del Fondo Mundial para la Naturaleza, más del 80 por ciento de la basura hallada en el mar es plástico, la mayoría es un solo uso. Si esto continúa la producción de plástico podría llegar a aumentar un 41 por ciento para el 2030. Ante esto existen movimientos ambientalistas que conscientes de la situación de riesgo, incitan a la población y a los gobiernos a tomar medidas cuanto antes.
No más plásticos Uruguay (nomasplasticos_uy) es una comunidad de la red social Instagram que propone implementar un proyecto de ley de regulación y reducción de plásticos de un solo uso. Fue creada en febrero y ya cuenta con más de diez mil seguidores apoyando la causa. Facundo Tomás y Victoria Zapata son la pareja encargada de llevar a cabo esta idea con el propósito de lograr un cambio a escala nacional para reducir el impacto ambiental que genera nuestro consumo y producción de este material. “Empezamos con pequeñas cosas en nuestro día a día pero pensamos que no era suficiente, era necesario crear algo que marque una diferencia”, comentó Victoria Zapata a Sala de Redacción. También reconoció guiarse por proyectos ambientales en otros países.
A modo de ejemplo, la Unión europea ya aprobó la directiva que prohíbe a partir del 2021 la venta de productos de “usar y tirar”. Según informa El País, los estados deberán garantizar antes de 2029 que al menos el 25 por ciento del plástico utilizado provenga de material reciclado, aumentando al 30 por ciento en 2030. Además tendrán que encargarse de recolectar el 90 por ciento de todo lo producido. Pero el primer mundo no es el único que impulsa el cambio. En 2018 el gobierno de Perú estableció un plazo máximo de tres años para que los negocios y supermercados reemplacen al 100 por ciento las bolsas plásticas no reutilizables por elementos amigables con el ambiente.
La pareja oriunda de Salto es entusiasta pero realista. Reconoce la ardua tarea que significaría revolucionar las bases del sistema productivo para disminuir el uso de plásticos, teniendo en cuenta que los cambios en infraestructura necesarios suponen un impacto considerable para el mercado y para la economía nacional.
La Asociación Uruguaya de Industria del Plástico (AUIP) cuenta por sí misma con más de cincuenta empresas dedicadas exclusivamente a la fabricación de productos plásticos. Es por eso que el proyecto se enfoca solo en los plásticos de un sólo uso y de fácil sustitución, para regular y reducir su superproducción.
“Buscamos que los puntos establecidos en el proyecto sean aplicables en Uruguay; no es lo mismo aplicar una ley de este tipo acá que en la Unión Europea, es decir, en el primer mundo”, reflexiono Victoria. Según afirma Facundo, el borrador del proyecto de ley va por buen camino y sólo falta detallar algunos puntos finales para tenerlo terminado a mediados de abril y así pasar a la junta de firmas. Se necesitarán cerca de 260 mil para que la normativa se apruebe y los muchachos son conscientes de que llevará mucho tiempo hasta alcanzar esa cifra, pero si todo marcha bien podrán atestiguar el fruto de su esfuerzo en algunos años. Mientras tanto seguirán trabajando para concientizar a la población sobre los efectos que tiene la producción masiva de plástico en nuestro planeta y sobre cómo es posible reducir nuestro consumo mediante alternativas menos dañinas.
La página de Instagram no sólo transmite los avances sobre su propio proyecto, sino que también comparte un gran número de emprendimientos y movimientos nacionales relacionados con el cuidado del medio ambiente. Al ingresar se puede encontrar en la sección de historias destacadas una lista de pequeñas empresas dedicadas a la producción orgánica de alimentos, la venta de productos biodegradables e iniciativas de reciclaje y reutilización de materiales con fines prácticos que visibilizan un sector incipiente de la industria y el comercio uruguayo.
Autor: Pablo Lamarca