A una semana del comienzo de las Eliminatorias rumbo al Mundial de Brasil 2014 todavía no se sabía quien emitiría los partidos por televisión. Finalmente, a cuatro días de que empiecen a disputarse los encuentros, Tenfield S.A. se quedó con los derechos.
La trascendencia que tomó la Selección Uruguaya de Fútbol debido a la obtención de la Copa América, el cuarto puesto en el ultimo Mundial y la mejor ubicación histórica en el Ranking de la FIFA (también cuarto), parecían ser las condiciones mas propicias para que la Asociación negocie el mejor contrato de televisión. Pero ese razonamiento lógico no siempre se aplica en nuestro país y mucho menos en nuestro fútbol.
Para que la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) pudiera decidir con independencia necesitaba un Estado que la respaldara, o cuando menos una empresa que no la atara con contratos de eternas prioridades. Precisamente ese fue el punto mas álgido de la negociación debido a que la AUF pretendía firmar un nuevo contrato con la empresa Tenfield S.A pero sin darle la potestad de igualar cualquier oferta que llegara a la Asociación, abriendo el mercado de los derechos televisivos al mejor postor.
 
Además de los derechos para Uruguay, Tenfield le ofrecía a la AUF que la empresa Full Play -con la que se asoció- se hiciera cargo de las transmisiones de la Selección para el exterior. Pero como explicó Héctor Defféminis, abogado de la Consultora BDO, encargada de analizar las distintas alternativas, “teníamos una sola bala en el cargador: negociar por separado con Tenfield y Full Play. Jugamos con el efecto sorpresa, no se esperaban que fuéramos a hacer una negociación con uno y otro para evitar propuesta conjunta.”
Simultáneamente, Francisco Casal (uno de los dueños de Tenfield) hizo su tarea buscando tentar a algunos de los clubes que conforman la Asociación mediante reuniones (con por lo menos 7 de ellos) en las que manifestó su posición y entregó un borrador del contrato. Pero otras instituciones no se mostraron tan abiertas al dialogo con Tenfield, como Liverpool, cuyo presidente José Luís Palma, se refirió a la cláusula de prioridad como “abusiva e ilegítima”.
 
Por su parte Peñarol y Nacional mostraron sus opiniones. En Peñarol alzó la voz Jorge Barrera, delegado del club en la AUF, quien explicó que el club “no estaba casado con nadie y, si aparecía una mejor opción que no incluyera la cláusula de prioridad, Peñarol la iba a acompañar; pero de no haber otra alternativa se pedía que el Ejecutivo accediera a votar y suscribir el acuerdo con Tenfield”. En Nacional fue su propio presidente Ricardo Alarcón quien se ocupó de sentar posición expresando que confiaba en que las negociaciones con Tenfield prosperaran. Además, el mandatario tricolor preguntó, a una semana de que se jugara el primer partido, “¿por qué tenía que haber Plan B si todavía había tiempo para negociar?.
Otro factor importante en la negociación era, o podría haber sido, la influencia del Estado, que siguió el tema de cerca por intermedio del ministro de turismo y deportes Héctor Lescano, quien mantuvo reuniones con el presidente de la AUF Sebastián Bauzá. Lescano afirmó que “el Estado no renunciaba, no dejaba de lado ninguna alternativa, pero confiaba en llegar a un acuerdo entre privados”. El presidente José Mujica también se expresó sobre el tema y dijo que “el gobierno no podía disponer de recursos para meter en el fútbol y que esperaba que se arreglara este asunto”.
Los operadores de cable de Montevideo pusieron a la selección uruguaya en las tapas de sus revistas mensuales. Los informativos anunciaron que se viene el partido del próximo viernes a las 17 horas en el Estadio Centenario frente a Bolivia. Los jugadores citados llegaron el lunes para ponerse a disposición de Tabárez. El técnico comenzó a delinear los once que saldrán a la cancha. Los aficionados compraron la picada y comenzaron a seguir sus cábalas. Y finalmente el conflicto se resolvió. La AUF se lleva 10 millones y medio de dólares: 3,5 que pone Full Play, y 7 que pone Tenfield.
Pablo Dominitz

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