Gerardo Barrios, presidente de UNASEV. Foto: presidencia.gub.uy

Se busca aprobar una ley en el Parlamento que sancione el consumo de alcohol en los conductores. La idea es minimizar el consumo. Este proyecto de tolerancia cero,es promovido desde el gobierno por iniciativa del presidente Tabaré Vázquez y en coordinación con varias organizaciones de seguridad vial. Sin embargo esto no es ninguna novedad. La Unidad Nacional de Seguridad Vial (UNASEV) fue artífice de esta petición hace ya dos años, cuando exigió la regulación de una ley que prohíba terminantemente el consumo de alcohol en conductores.

SdR consultó al director de UNASEV, Gerardo Barrios, sobre el futuro de esta ley. Barrios explicó que en la anterior ley -la 18.991-, el límite mínimo establecido era el de 0.3. Por lo tanto, no se podía sancionar por decreto el límite mínimo de tolerancia 0.0. “Ahora bajar de 0.3 a 0 implica una nueva ley, ya que las leyes establecen un límite”, concluyó.

El director de UNASEV remarcó que todas las condiciones están dadas para la elaboración de esa nueva ley. “Por un lado, dicha ley se enmarca dentro de la comisión formada por el presidente de la República, integrada por todos los partidos políticos, con lo cual hay criterio unánime y eso es fundamental. Por otro lado, este es un proceso que ya venía siendo tratado en el Parlamento y ya hay un marco de discusión donde participaron todos los involucrados. Solo restan los trámites parlamentarios competentes”, destacó.

Se espera que una vez establecida la nueva ley de tolerancia cero,se comiencen a utilizar nuevos criterios de control para asegurar su cumplimiento. Uno de esos mecanismos es el nuevo sistema de puntos que se podría insertar en las libretas de los conductores.

Esta propuesta apareció por primera vez en el programa de UNASEV del año 2008. “Es un mecanismo que coopera con el marco sancionatorio que tiene influencia directa en la siniestralidad vial”, dijo Barrios. Según su parecer, el país está preparado para un mecanismo de contralor de esta magnitud. “Eso era imposible cuando Uruguay carecía de un permiso único nacional que permitía al conductor portar hasta tres libretas de conducir”, aseguró Barrios.

El mecanismo por puntos es sancionatorio. Se puede amparar en el Poder Judicial en caso de infracciones estipuladas en la ley de faltas. Si un conductor inhabilitado hace uso de su vehículo, el juez estará habilitado para decidir si lo procesa o no. Europa es pionera en el uso de este mecanismo de libreta por puntos. Esto funciona en base a la resta y suma de puntos en la libreta. En caso de infracciones o faltas graves, el conductor perderá puntos en su libreta. Habrá un máximo como tope y un mínimo aceptable para conducir.

Si el conductor demuestra buena conducta vial, podrá reclamar dichos puntos en los centros de recuperación de puntos que estarán en las Intendencias. Este mecanismo, que aún no ha sido aprobado en el Parlamento, busca complementar la Ley de tolerancia cero, para poder minimizar los accidentes de tráfico.

Uruguay ha sido elogiado en su lucha contra el consumo excesivo de alcohol, por figuras como el norteamericano Thomas Babor, doctor en salud pública y medicina comunitaria de la universidad de Connecticut. Este especialista sostiene que Uruguay debe lograr la tolerancia cero en conductores y no mirar los errores cometidos por otros países. Un ejemplo es Brasil, donde se eliminó la prohibición de venta de alcohol durante eventos deportivos. La consecuencia fue clara, aumentó la violencia en el deporte. Por estas razones Uruguay ha sido enaltecido como ejemplo a seguir en la región, en la lucha contra el consumo excesivo de alcohol.

E alcoholismo es un problema que ha desatado graves consecuencias, no solo en la siniestralidad vial sino también en el deporte. Europa es prueba viviente que los mecanismos regulatorios de vialidad funcionan, como es el caso de la libreta por puntos.

La realidad es similar en el deporte donde hay empresas que destinan millones de dólares en publicidad. Dichas empresas deberían estar sometidas a marcos que eliminen la apología de consumo . Es necesario atacar el deporte desde políticas específicas que prohíban la venta indiscriminada de alcohol y la socialización de ésta bebida asociada de forma incorrecta al deporte.

Augusto Moraiti

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