Vladimir Putin durante el lanzamiento del tour del trofeo de la Copa Mundial de FIFA

Rusia, un país explícitamente hostil hacia la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT), será el anfitrión del Mundial de Fútbol 2018. Si bien la FIFA prohíbe discriminar a cualquier persona por su orientación sexual varios países, entre ellos Uruguay, han recomendado a los ciudadanos que viajen que tengan cautela porque en Rusia “las agresiones a la dignidad sexual son castigadas con cárcel”.
El campeonato de fútbol más importante del mundo comenzará el jueves 14 y Rusia tendrá que estar preparada para recibir a todo tipo de personas.

Recomendaciones Secretaría de Relaciones Exteriores de México a sus ciudadanos

Algunas guías de recomendaciones para viajeros causaron polémica, por ejemplo, la del gobierno mexicano. Además de recordar que “las agresiones a la dignidad sexual son castigadas con cárcel” el manual advierte que “las manifestaciones públicas relativas a la diversidad sexual y de género son sancionadas” y que “las demostraciones públicas de afecto entre personas pertenecientes a la diversidad sexual generalmente no son aceptadas y pueden dar lugar a agresiones físicas o verbales.
En la guía para ciudadanos uruguayos, el Ministerio de Relaciones Exteriores no abundó tanto, pero explicitó que “las agresiones a la dignidad sexual son castigadas con cárcel”, pero no detalló qué se entiende por “dignidad sexual”. Consultado por SdR, el subsecretario de Relaciones Exteriores Ariel Bergamino, explicó que se intentó hacer una guía lo más breve y clara posible” y con “ánimo precautorio a efectos de facilitar y evitar problemas”. Desde la Dirección de Asuntos Consulares confirmaron a este medio que la guía se hizo en base a un modelo propuesto por el gobierno ruso.

En diálogo con SdR Magdalena Bessonart, presidenta del colectivo Ovejas Negras, dijo desconocer a qué hace referencia el término “dignidad sexual”. Creo que puede ir por el lado de no mantener relaciones sexuales en la calle o en algún lugar público, o vinculado a cuestiones de acoso”, estimó, aunque acotó que también “puede estar dirigida para los varones homosexuales: esperan que se comporten de una manera ‘no homosexual’”. “Debe ser extraído de la ley rusa”, concluyó.

En ese sentido se expresó el subsecretario mexicano de Relaciones Exteriores, Carlos de Icaza González, quien declaró al portal argentino Infobae que las recomendaciones apuntan a que los ciudadanos mexicanos sigan y obedezcan las leyes y los usos y costumbres locales” para “evitar entrar en situaciones complicadas”.

A priori diría que no está mal que adviertan, lo que está mal es naturalizarlo”, comentó Bessonart respecto a la postura del gobierno mexicano, pero también del uruguayo. Al colectivo Ovejas Negras mostró preocupación y reprobó que la situación, en definitiva es avalada por todos los gobiernos de los países que van a participar y no importa, ‘porque es el Mundial””.

Trasfondo

Respecto a Uruguay, Bessonart expresó que “se está perdiendo una gran oportunidad de potenciar ciertos valores. Se puede hacer una buena campaña a nivel público, ahora que se está hablando de ‘la celeste’, diciendo algo así como que hay que recordar que se mata gente en Rusia por ser LGBT. Podemos evidenciar que hay un montón de lugares en el mundo en los que las personas no pueden ser quienes son por el hecho de no ser heterosexuales”. Al decir lo que se podría hacer, reprobó que, sin embargo, “Uruguay saca una guía pero no problematiza”.

Otro ejemplo es el de la “Guía consular do torcedor brasileiro” (“Guía consular del hincha brasileño”), que recomienda a la comunidad LGBT “evitar las muestras homoafectivas en ambientes públicos, que pueden ser consideradas como ‘propaganda de relaciones no tradicionales hecha con menores’”. Esta guía está basada en la ley contra la diversidad, impulsada hace cinco años por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y que propone sancionar con multas y hasta con cárcel a quienes promuevan la homosexualidad entre niños y adolescentes. Al respecto, Bessonart aclaró: “La ley no te plantea que no podés ser homosexual, porque además no podría hacerlo. Sí sanciona la propaganda”, y eso implica que “no se puedan hacer manifestaciones”. Indicó que “para Uruguay, en este momento, es algo impensable; una cosa es que siga habiendo gente viéndolo mal pero otra cosa es que esté sancionado por ley que una persona pueda manifestar su orientación sexual e identidad de género”.

Si bien desde 1993 la homosexualidad está despenalizada en Rusia, recientemente, el periodista español Antonio Pampliega, en video publicado por Telecinco, entrevistó a un homosexual ruso quien afirmó que para la mentalidad soviética “la mujer es un ciudadano de segunda y los homosexuales no son seres humanos”. Además, respecto a la visita de homosexuales durante el Mundial, advirtió que en Moscú no habría problema pero que en ciudades más pequeñas “no te van a detener pero te podrían reprochar”. Denunció que cuando consultan a Putin sobre el tema, lo esquiva o miente. El problema de Rusia va más allá del Mundial”, advirtió la presidenta de Ovejas Negras que, de hecho, cree que no va a suceder nada porque “hacer el Mundial ahí es una imagen que no pueden perder”. Aclaró que “no quiere decir que todos los rusos son malos”, y señaló que “a veces cuesta separar lo que son las políticas de gobierno con las personas que están ahí”.
Para Bessonart detrás del tema del respeto a la diversidad sexual también “hay una discusión geopolítica: con los discursos de derechos humanos se cuelan los discursos imperialistas de Estados Unidos y Europa de imponer ciertas prácticas que no tienen que ver con temas de la diversidad”. Tanto en Rusia como en los países de Oriente “se entiende que las manifestaciones que van en contra del sistema no son legítimas porque ‘lo compraste de Europa y Estados Unidos, que se quieren meter en mi cultura’”. “Sería darle poder al Occidente”, remató. Ese discurso “nos juega en contra”, dijo, porque “se pone en términos de cultura occidental versus cultura no occidental y en el medio quedamos las personas con nuestras identidades que van mucho más allá de en qué parte del mundo nacimos”, remarcó.
De todas maneras, aseguró que Ovejas Negras se está poniendo en contacto con colectivos rusos de diversidad sexual para ver si están preparando algo. Según el diario ecuatoriano El Universo a iniciativa de la organización antidiscriminaciones internacional Fútbol contra racismo (FARE, por sus siglas en inglés), con la colaboración de la Federación Deportiva LGTB rusa, se crearán las “casas de la diversidad” en Moscú y San Petesburgo, en las que los hinchas homosexuales podrán reunirse para ver los partidos. “Mantenete adentro del closet es lo que se propone”, señaló Bessonart, “igualmente son maneras de sobrevivencia de los colectivos y de las personas, son espacios de exclusión pero también libertarios”, expresó.
El rol de la FIFA

El artículo 4 del Estatuto de la FIFA establece que está prohibida la discriminación de cualquier país, individuo o grupo de personas” por su orientación sexual, entre otras cuestiones, y que, de ocurrir esta falta “será sancionable con suspensión o expulsión”.

Federico Addiechi, director de Sostenibilidad y Diversidad de la FIFA, había declarado en 2017 a The New York Times que “si hay cualquier caso de abuso, o incluso la posibilidad de que se orille a defensores de los derechos humanos o periodistas a estar en una situación difícil, de acuerdo con nuestros estatutos y la política sobre derechos humanos, la FIFA intervendrá”. También quiso dar tranquilidad el comité de organización local de la FIFA cuyos integrantes declararon a la AFP que todos “pueden esperar una cálida acogida, una gran hospitalidad y una experiencia inolvidable”.

Bessonart considera que si ocurriera algo “la FIFA es responsable por haber elegido a Rusia” como país anfitrión.

En el 2022 la historia podría repetirse, dado que Catar, que será el anfitrión del próximo Mundial, tiene leyes sancionatorias de la homosexualidad con penas que van de uno a tres años de cárcel. A su vez, la sede del Mundial del 2026 podría ser Marruecos, que también castiga con prisión las relaciones entre personas del mismo sexo. Ante estas cuestiones que podrían lesionar los derechos humanos, Mc Donald’s anunció que 2018 será el último año en el que patrocinará el Mundial. Al respecto Bessonart aclaró: “También da cosa boicotear, hay como una idea de querer que se haga en los países donde se siguen las reglas que quiero que sigan, no es fácil”.

Facundo Gianero

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