“Las madres lo saben mejor que los padres: ¿cuántas veces estuvieron gritando en silencio, cuántas veces estuvieron solitas tratando de que alguien les eche una mano con sus hijos? Y ya no pueden con ellos mismos, no pueden con la familia, termina con el miedo familiar, con el miedo en el barrio”. Estas palabras pueden insertarse en diversos contextos familiares, y mucha gente se sentiría identificada. Pero fueron dichas en un solo sentido, por una sola persona.
El tema: adictos a las drogas. Quién las dijo: Luis Lacalle Pou. La solución: detección temprana de futuros adictos, ya a los 5 años.
El precandidato del Partido Nacional planteó en un acto político en el Cerrito de la Victoria que “a los cinco años alguien puede detectar una personalidad con visos de adictiva, que será timbero, será alcohólico o se dedicará a las drogas”. Todo esto según le ha dicho un grupo de psicólogos que lo asesoran en el tema; entre los que mencionó se cuenta al jefe de Psiquiatría del Hospital Británico, el Dr. Guillermo Castro Quintela.
Lacalle Pou propuso una política estatal de detección temprana de adicciones, con subsidios para los tratamientos, y manifestó su acuerdo con la internación compulsiva.
Comparó, en declaraciones al programa No Toquen Nada, que así como se detectan tempranamente talentos en las canchas de baby fútbol, se pueden detectar futuros adictos a través de una red interdisciplinaria en las escuelas, que incluiría además de los directores y maestros, a psicólogos, psiquiatras, asistentes sociales para realizar “una detección temprana de conductas que rápidamente sobresalen al entorno de una clase”.
Para él, es una “estupidez” el considerar que a los cinco años un niño puede ser consumidor de drogas, pero hay algunos trastornos, como por ejemplo “déficits atencionales, maníacos depresivos, bipolaridad, enfermedades propias de estos años” detectables. “¿No será bueno tratar de detectar esas vulnerabilidad antes?”.
Un absurdo. “Hay un error muy grande que linda con lo absurdo” expresó a No Toquen Nada la psiquiatra Susana Grunbaum, responsable del Programa de Salud de adolescentes y jóvenes del Ministerio de Salud Pública. “Es prácticamente un absurdo desde el punto de vista científico”.
Se habla de patología dual cuando un adulto sufre de adicciones, y además sufre a su vez de otro trastorno mental o psiquiátrico. Pero esto no quiere decir que todo niño con déficit de atención u otro problema sea seguramente un futuro adicto: “una cosa es un estudio retrospectivo, que mira de la edad adulta hacia el pasado, y otra es mirar el presente de los niños y decir qué les va a pasar en el futuro”.
Consultado por Subrayado, el psicoanalista Enrique Rattín comparó a la construcción de la personalidad con un puzzle, esta pasa por diferentes etapas, e incluso en la adolescencia es muy difícil determinar si alguien va a ser un adicto. “Las conductas en un niño de cinco años son coyunturales, no se sostienen en el tiempo y no alcanzan para determinar un tipo de personalidad”. Se necesita mucho tiempo para construir una personalidad adictiva.
Un adicto no lo es solo por su personalidad, ni por algo determinado biológicamente. Lo único que define el carácter es, por ejemplo si un bebé es más tranquilo o no. “A partir de ahí el resto de las cosas que nos pasan, de cómo actuamos, cómo sentimos, cómo pensamos, tiene que ver con nuestras interacciones con el ambiente. No están en el ADN ni en los neurotransmisores. Las experiencias son las que nos van formando”.
La especialista hizo hincapié en que los niños que necesitan atención especializada hoy, la deben tener no para prevenir problemas futuros, sino porque sufren en el presente.
Rocío Castillo