Foto: Colectivo Rebelarte

Al grito de “Vivos se los llevaron, vivos los queremos” familiares y sobrevivientes de los estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa (México) pasaron por las ciudades de Córdoba, Rosario y Buenos Aires en la “Caravana 43”  y llegaron a Uruguay el miércoles 26 en busca de apoyo internacional y la aparición con vida de los 43 estudiantes.

El jueves 28 a las 11 horas se realizó una conferencia de prensa en la Casa Bertolt Brecht. Los familiares que llegan a Uruguay son: Mario César González Contreras y Hilda Hernández Rivera (padre y madre de César Manuel González Hernández), Hilda Legideño Vargas (madre de Jorge Antonio Tizapa Legideño) y Carmelo Ramírez Morales, estudiante sobreviviente de la masacre y familiar de uno de los desaparecidos.

Cronología de la impunidad

El pasado 26 de septiembre de 2014 en la ciudad de Ayotzinapa la policía mexicana en un acto de represión dejó una cuenta de 6 estudiantes muertos, 25 heridos y 43 desaparecidos. Estos estudiantes eran normalistas de la Escuela Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa. Un normalista en México es el equivalente a los institutos de formación docente en Uruguay. En México, son jóvenes rurales que se forman para ser profesores rurales.

Los estudiantes se dirigían a la ciudad de Iguala para realizar “una colecta” como hacían regularmente debido a la falta de dinero recibida por parte del Estado. Cuando pedían dinero en las ciudades cercanas y en la carretera para recaudar fondos fueron fuertemente atacados por la policía, la mayoría de ellos fueron subidos a un camión y desaparecidos.

El gobierno mexicano tardó alrededor de una semana en tomar acción y reconocer la situación como “grave”. El 7 de noviembre, después de más de 40 días de lo sucedido, el fiscal general mexicano Jesús Murillo Karam declaró a la prensa que los tres policías que fueron detenidos afirmaron que los estudiantes fueron asesinados después de que los entregaron. Según explicó sus cadáveres fueron quemados, los restos depositados en bolsas y arrojados en un río cercano.

Pero el equipo Argentino de Antropología Forense que viajó a México para investigar los restos encontrados desmintió esta versión y aclaró que el ADN no era de ninguno de los estudiantes normalistas.

Historias sin terminar

Ayer se cumplieron ocho meses de la desaparición de los jóvenes y el gobierno sigue sin esclarecer los hechos. No es la primera vez que un hecho así sacude México: se estima que desde 2006 ha habido 30.000 desaparecidos y más de 80.000 asesinados. A pesar de esta escalofriante situación México no cuenta con una base de datos de desaparecidos ni con un sistema de registros de las fosas comunes.

Con el paso del tiempo, el tema parece caer en el olvido en los medios de comunicación y el gobierno mexicano parece sacarle el cuerpo a la situación. El presidente Enrique Peña Nieto afirmó el 5 de diciembre, durante la inauguración de un puente en Guerrero, que la desaparición de los 43 estudiantes “marca la historia de Guerrero y del país pero demos un paso hacia adelante”, y llamó a “superar” lo sucedido.

Por esto los familiares y sobrevivientes de la masacre establecen e invitan a formar parte de una gira que comenzó en Estados Unidos, siguió en Europa y ahora está en Sudamérica para exponer la situación de Terrorismo de Estado que se vive en México y solicitar apoyo internacional para que el gobierno mexicano no cierre el caso.

Laura Castelgrande, integrante del colectivo Uruguay por Ayotzinapa, formado por uruguayos que se formó el año pasado y organiza la Caravana 43 en nuestro país, dijo a SdR que “México no es una democracia. Los gobiernos no son representativos del pueblo mexicano y no se puede reconocer como un país democrático. La práctica de la desaparición forzada es un crimen“.

La marcha se llevará a cabo el viernes 29 de Mayo a las 12:30 horas desde Plaza Independencia hasta la embajada de México. Luego a las 19.00 horas se va a establecer una charla abierta en el paraninfo de la Universidad de la República.

Marcela Acosta

 

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