La Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH) anunció este mediodía el hallazgo de restos humanos en el Batallón de Infantería Paracaidista N.° 14, producto de la labor del Grupo de Investigación en Antropología Forense (GIAF).

Wilder Tayler, Consejo Directivo de la INDDHH, informó a Sala de Redacción que el equipo encontró un cráneo humano y otros restos óseos, ubicados dentro una fosa de entre 40 y 50 centímetros enclavada en un área de trabajo judicialmente cautelada por la INDDHH dentro del batallón. Su delimitación corresponde a múltiples testimonios que Tayler describe como “convergentes”, y en la que el equipo de antropólogos que busca restos de desaparecidos viene trabajando hace años bajo la órbita del INDDHH. Sin embargo, aclaró que ningún testimonio particular es motivo del hallazgo anunciado hoy.

Los restos de esta persona —o personas, pues, como Tayler reconoce, no se cuenta aún con los elementos suficientes para determinarlos o identificarlos— se hallan a no más de 100 metros del sitio en el que fueron encontrados los cuerpos de Julio Castro y Ricardo Blanco Valiente, en 2011 y 2012, respectivamente. 

Cuando Tayler abandonó el predio del Batallón, los antropólogos no habían finalizado la mitad de la labor de limpieza, transmitió Tayler. Por eso, adelantó que los profesionales estarán durante la noche trabajando en el marco de lo que describió como un “campamento”. A esto le seguiría un trabajo de extracción de restos, que serían luego enviados a laboratorio para comenzar el proceso de identificación, que en otras ocasiones ha tomado aproximadamente un mes.

Luego de que Sala de Redacción le pidiese sus impresiones producto del descubrimiento, Tayler resaltó en primer lugar el “enorme significado que tiene para el país en primer lugar”. Además, declaró la importancia que tiene este descubrimiento para familiares de detenidos desaparecidos: “son los familiares los que han aguantado todo este tiempo, digo, cosas que pasaron en la década de los 70, vamos a entendernos. O sea que creo que la primera reflexión va para ellos y el respeto y el acompañamiento hacia esos familiares”. 

Por otra parte, afirmó que sucesos como el de hoy “contrarrestan a los escépticos, a los que dicen que no hay que seguir, que ya está, que no se puede buscar, que no se va a encontrar más nada”. Por el contrario, valoró que estos hechos “explican por qué hay que seguir buscando”. 

Por último, llamó al Estado a que “se recargue las pilas y que se hagan los llamados públicos necesarios por las más altas autoridades del país para que aquél que tenga información venga y la proporcione. Porque el hecho es que allí, hoy, esto que se encuentra, se encuentra porque hubo información, que si bien no nos llevaba al lugar específico, nos llevaba al área”.

Sitio con historia

El Batallón N.° 14 se encuentra en las afueras de la ciudad de Toledo, en el departamento de Canelones. En ese predio se encontraron en octubre de 2011 los restos del maestro y periodista Julio Castro, y en marzo de 2012 se hallaron los del militante del Partido Comunista Revolucionario y dirigente de la Asociación de Empleados de UTE Ricardo Blanco Valiente. Ambos habían sido detenidos por miembros de las Fuerzas Conjuntas durante la dictadura cívico militar, el 1 de agosto de 1977 y 15 de enero de 1978, respectivamente, para luego ser desaparecidos.

Según recogía Brecha el 21 de diciembre de 2018, el Batallón comprende múltiples áreas de interés, identificadas luego de una denuncia realizada ante la Fiscalía de Lesa Humanidad por el periodista de La República Marcelo Falca. Esto llevó al fiscal Ricardo Perciballe a realizar una búsqueda indagatoria mediante georradar. Los resultados arrojados dieron a entender la existencia de anomalías que podrían significar posibles movimientos de tierra, próximas a edificaciones que Falca estima fueron construidas entre los años 1983 y 1987 y que describe como “la enfermería y los galpones aledaños”. Así fue retomado el trabajo de los investigadores forenses, tal como recogió Sala de Redacción en su momento.  

Sin embargo, ésta no sería la única área de interés dentro del Batallón. En una columna de opinión que publicó en la diaria en febrero, el antropólogo y arqueólogo de la Universidad de la República José López Mazz, quien lideró el GIAF entre 2005 y 2014, describió el rol del predio del Batallón en el marco de la Operación Zanahoria, que “habría involucrado la búsqueda y destrucción de [diferentes] enterramientos clandestinos” previo al retorno a la democracia. 

Su hipótesis es que entre 1984 y 1986 personal militar habría hecho movimientos de restos de detenidos desaparecidos enterrados en el predio del Batallón 14, con uso extensivo de maquinaria y recursos humanos. Dichas actividades habrían sido presenciadas por testigos anónimos y coincidirían con las inferencias que hace López Mazz luego de comparar fotografías aéreas del predio de ambos años: las más recientes denotan cierta desforestación que el antropólogo atribuye a las tareas de remoción de restos.

Sin embargo, y de acuerdo con López Mazz, dicha operación no habría sido completamente satisfactoria y el personal militar no habría encontrado todos los cuerpos, puesto que los restos de Castro y Blanco Valiente fueron encontrados en una zona contigua al área alterada.

FacebookTwitter