Encabezado por la antropóloga forense Alicia Luisardo, el Grupo de Investigación en Arqueología Forense (GIAF) comenzó nuevamente las excavaciones en búsqueda de restos de detenidos desaparecidos en el Batallón Nº 14, ubicado en Toledo. El abogado defensor en la causa, Oscar López Goldaracena, confirmó a Sala de Redacción que “existen testigos protegidos que confirman que hay restos enterrados en ese batallón”.

El pedido fue hecho por el fiscal especializado en crímenes de lesa humanidad, Ricardo Perciballe, y las acciones fueron autorizadas por el juez penal José María Gómez. La información, producto de una investigación brindada por el periodista de La República Marcelo Falca al fiscal, fue clave en el marco de la reanudación de los trabajos de excavación, ya que contenía testimonios de militares que confirmaban que en ese predio hay restos de detenidos desaparecidos.

La intervención del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) fue de suma importancia para la recopilación de datos en agosto de 2018 mediante el uso de georadares y drones. Se lograron identificar por lo menos ocho zonas de interés en el predio y la que se señaló como más importante es la zona de la enfermería, donde se encontraron mayores anomalías en el terreno.

El coordinador del grupo de Trabajo por Verdad y Justicia, Felipe Michelini, confirmó a Sala de Redacción que “el grupo está apoyando a la fiscalía en la intervención”. Según Michelini, el grupo de antropólogos argentinos “son quienes tienen más prestigio en cuanto a la búsqueda de restos” debido a su amplia trayectoria a nivel mundial. Agregó que “lo más positivo del proceso es el trabajo que se está haciendo dentro de la edificación. Al tratarse de un interior evita el deterioro de evidencia que pueda llegar a existir en el predio, cosa que no sucede cuando se trabaja en zonas abiertas”.

La ex fiscal Mirtha Guianze, quien ha investigado delitos de lesa humanidad del pasado reciente y también se desempeñó en la directiva de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo, coincidió con Michelini sobre la importancia de la intervención de los antropólogos argentinos.  Guianze reafirmó a Sala de Redacción que “tanto el uso de georadares como drones permite una búsqueda más certera y ayuda a una mejora de datos”. Además, señaló que “el uso de la tecnología va de la mano con los testimonios de personas que vieron enterrar cuerpos en la atroz Operación Zanahoria”, en alusión a una maniobra para eliminar restos de enterramientos en el predio del Batallón N° 14, que es denunciada por organizaciones de derechos humanos.

En cuanto al rol de Perciballe, designado hace unos meses, Guianze lo valora positivamente. Según sentenció, se trata de un “un fiscal especializado, con formación teórica y comprometido con la causa. Tiene empatía con las víctimas, cosa que no necesariamente sucede”.

López Goldaracena confirmó que la investigación realizada por Falca “también involucra a testigos protegidos que confirman que hay restos enterrados en el batallón” y, por lo tanto, consideró que “la única manera de despejar dudas es excavando”. Con respecto a los georadares, fue él mismo quien solicitó su uso a la Justicia, pero con la intervención de un equipo de la Universidad de la República. En cambio, la Justicia ordenó que se hiciera con el equipo encargado de investigar en el marco de la Presidencia de la República, que a su vez requirió la colaboración de los antropólogos argentinos

Acerca de Perciballe, el abogado afirmó que “tuvieron unas diferencias en el comienzo de la investigación, ya que el fiscal no comprendía que la información proporcionada también tenía que ser transmitida a los demandantes”. De todas formas, finalmente Perciballe y los demandantes llegaron a un acuerdo y dicha información fue proporcionada.

El abogado estimó que la duración de las excavaciones se realizarán durante algunas semanas porque se realizarán “en lugares puntuales”

Antecedentes

El Batallón N° 14 fue, además, el predio donde se encontraron los restos del maestro Julio Castro y del comerciante Ricardo Blanco Valiente en los años 2011 y 2012, respectivamente. Ambos fueron detenidos y desaparecidos durante la dictadura cívico-militar que comenzó en la década del 70 del siglo XX. En excavaciones previas en el Batallón Nº 13 durante 2006, se encontraron los restos del escribano Fernando Miranda y de Ubagesner Chávez Sosa, en una chacra en Pando.

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