Periodistas de India recuerdan a 10 periodistas afganos asesinados el 30 de abril / Foto: Diptendu Dutta, AFP

En los últimos tiempos, la libertad de prensa no puede darse por evidente. En 2017, a nivel mundial, hubo 65 homicidios de periodistas -10 de ellas mujeres-, el doble en relación al año anterior. En 2018 se registran 171 periodistas encarcelados y ya son 30 los asesinados en el ejercicio de su profesión. Se trata de víctimas del crimen organizado o del terrorismo, o de intereses de autoridades políticas; todas las situaciones tienen un mismo fin: callarlos.
Guillermo Cano fue un periodista colombiano asesinado en 1986 por denunciar los cárteles de la droga en su país. Sicarios que cumplían órdenes del ya famoso narcotraficante Pablo Escobar, lo esperaron a la salida del periódico El Espectador y le dispararon ocho tiros que acabaron con su vida. Quienes estaban encargados de esclarecer el caso a nivel policial y judicial recibieron sobornos, amenazas, y, al negarse, algunos también fueron asesinados.
El periodismo se ha vuelto indispensable para la democracia, por lo que cualquier caso de censura a la prensa no puede pasar inadvertido. La Unesco, que lucha contra la impunidad de los crímenes a periodistas, declaró el 3 de mayo como el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Este año, la conferencia mundial se llevó a cabo en Ghana y allí se entregó el Premio Mundial de Libertad de Prensa Unesco – Guillermo Cano, llamado así en honor al periodista asesinado. Este año, el premio fue otorgado al fotoperiodista egipcio Mahmud Abu Zeid, quien fue arrestado el 14 de agosto de 2013, cuando cubría una manifestación en El Cairo.
Uruguay, en América
En un informe que anualmente elabora el Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública (Cainfo), se establece que en Uruguay se registraron 20 casos de amenazas a la libertad de expresión de los periodistas en el último año. 16 de estos casos sucedieron en Montevideo, diez de las amenazas registradas proceden del ámbito privado, siete del público y tres desde dirigentes de partidos políticos.
En la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa realizada por Reporteros sin Fronteras (RSF), Uruguay se ubicó en el lugar 25, entre los 180 países que se toman en cuenta, lo que implica un descenso de cinco puestos respecto a la edición anterior. De todas formas, RSF considera a Uruguay como un referente en la región: “La despenalización de los delitos de prensa, la existencia de una legislación que regula la radiodifusión de los medios de comunicación comunitarios y garantiza el acceso a la información, crea en Uruguay un ambiente propicio para el trabajo de los periodistas“, considera la organización.
El caso uruguayo destaca especialmente en América Latina, donde hay una  tendencia a violentar el ejercicio de la libertad de prensa. En el continente, cada día es más notorio el crecimiento de periodistas asesinados, encarcelados, amenazados y despedidos, además de que la mayoría de los casos quedan impunes.
Uno de los casos más recientes ocurrió en abril en Nicaragua, donde el periodista Ángel Gahona fue muerto a tiros mientras transmitía en vivo unas protestas contra el gobierno. En Ecuador, fue noticia el asesinato del equipo periodístico de El Comercio, integrado por Paúl Rivas, Javier Ortega y Efraín Segarra. Carlos Domínguez Rodríguez, de 77 años, periodista de El Diario, fue asesinado de 21 puñaladas en México. A estos casos se suman, entre otros, homicidios de reporteros en Colombia, Guatemala, Brasil y Honduras.
Más allá
RSF alarmó sobre la dificultad que viven los periodistas para trabajar en el continente. Los principales países de la región que generan mayor preocupación para la organización son México, Cuba y Venezuela, aunque aclara que en Europa los escollos también se ha intensificado notoriamente desde 2017.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, según su sigla en inglés), presente en los cinco continentes, es una organización no gubernamental que se enfoca en velar por la libertad de prensa. En un informe, señaló que en los últimos 25 años fueron asesinados al menos 1.885 trabajadores de los medios de comunicación. Los 15 países en los que más periodistas han sido asesinados en ese lapso de tiempo son Irak, Filipinas, Siria, México, Pakistán, Colombia, Rusia, India, Somalia, Argelia, Brasil, Afganistán, Bangladesh, Turquía y Honduras.
En América Latina, México es considerado el país más mortífero para estos profesionales, seguido por Colombia, Brasil, Honduras y Guatemala. En México, las muertes suelen darse cuando los periodistas investigan temas relacionados al crimen organizado o la corrupción de los políticos, y los principales responsables son los cárteles del narcotráfico. Al igual que en los últimos seis años, a nivel mundial Siria fue en 2017 el país con mayor homicidios de periodistas, seguido por Afganistán, Irak y Asia.
“Una prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad, la prensa nunca será otra cosa que mala”. Esa es una de las más famosas frases del reconocido y ya fallecido periodista Albert Camus. Para Camus, la libertad de prensa es pilar indiscutido en toda democracia, el periodismo tiene el deber de informar y concientizar a los ciudadanos. Por lo tanto, sin medios de comunicación que ejerzan libremente no se puede pretender que la sociedad esté debidamente informada.
Noelia Benítez

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