Fito y Fitipaldis en La Trastienda. Foto: SdR / Diego Rodríguez

Luego de estar 5 años sin producir un nuevo disco, la banda decide presentar su sexto álbum de estudio “Huyendo conmigo de mi” (2014), un disco que mantiene la esencia Fitipaldis que tanto ha gustado: rock clásico con un toque de blues, una música encajada implacablemente y letras fabulosas. Fito y Fitipaldis sacó su primer disco en 1999 pero fue en 2003 cuando la banda, con su tercer trabajo, “Lo más lejos a tu lado”, dio el salto a la popularidad.
El grupo que lidera el músico Fito Cabrales llegó a Uruguay el pasado 16 de abril en el marco de la gira sudamericana que comenzó con dos fechas el 11 y 12 de abril en el Estadio Velez Sarsfield de Argentina, acompañados por No Te Va Gustar, quienes se sumarán a una segunda etapa del calendario de conciertos, esta vez por suelo europeo. Pisarán Pamplona el 12 de junio e Irún al día siguiente.
Lejos de los divismos de algunas estrellas de rock, los músicos y su staff pasearon distendidamente por la cuidad de Montevideo, tomándose tiempo para acercarse y conversar con cada persona que lo reconocía y saludaba. Incluso regaló entradas a su show a una pareja que se le acercó a sacarse fotos.
La noche del recital se vestía de gala para recibir a los Fitipaldis; el lugar de celebración fue La Trastienda, allí en la oscuridad de la calle Fernández Crespo. La sala estaba muy bien ambientada; luces de muchos colores salpicaban el escenario. En la previa, la música –muy bien elegida-  acompañaba al público que se iba amontonando impaciente, coreando el nombre de “Fito”.
La banda comenzó puntual.  Los primeros acordes en sonar fueron los de la canción “Viene y va” del disco “Por la boca vive el pez” (2006), un rock and roll movido, ideal para bailar. El show siguió con dos temas del mismo trabajo discográfico: “Por la boca vive el pez” y “Me equivocaría otra vez” –esta última dedicada a un amigo presente-.
“¡Tienen ganas de cantar!”, gritó Fito, y el público le respondió con gran entusiasmo,  al tiempo que comenzó a sonar el tema “Lo que sobra de mi” de su nuevo álbum. La multitud lo acompañó hasta el final coreando y moviéndose de un lado a otro. No faltó nada; la banda interpretó desde el rock clásico “Entre la espada y la pared” del mismo disco hasta “Me acordé de ti” del álbum “Antes de que cuente diez” (2009).
En pleno auge, Cabrales exclamó: “¡Vamos con Deltoya!”, y empezó a sonar el rock and roll más popular de los Fitipaldis, que hace mover de la cabeza a los pies. El recital se convirtió en una verdadera fiesta, la banda le estaba brindando a su público su mejor repertorio y trasmitiendo buena energía.
Si bien Fito y los Fitipaldis recorrieron repertorio de sus 9 discos, el público pedía temas de “Platero y tú“, la primera banda de Fito, que en la década de los 90 se convertiría en unos de los íconos del rock cantado en castellano. La banda tenía una tradición rockera clásica, influenciada por Status Quo, Leño, AC/DC, The Rolling Stones, con letras que hablan de bares, amores, drogas y rock and roll. Pero Fito empezaba a componer ciertas canciones que no encajaban tan bien dentro del repertorio y así fue como formó a un nuevo proyecto que le permitía dar rienda suelta a su pasión por géneros como el rockabilly, el blues, el swing, el jazz o los sonidos sureños.
Cabrales dijo a Sala de Redacción que estaba muy contento con la gente de Uruguay: “venimos de muy lejos y no teníamos idea de que a alguien le gustara nuestra música”. “Volveremos pronto”, remató mientras firmaba autógrafos y se sacaba fotos.
Diego Rodríguez

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