En el marco de la 42º feria internacional del libro en la Intendencia de Montevideo, se presentó el libro El 68 uruguayo: el año que vivimos en peligro, del historiador Carlos Demasi. La presentación fue también una excusa para el intercambio sobre la década del 60 del siglo pasado, con énfasis en 1968, entre el autor y los investigadores de la historia Vania Markarian, Gabriel Bucheli y Aldo Marchesi . Según se recordó en la mesa, en ese año se registró un ciclo corto de protestas con gran protagonismo juvenil y estudiantil, que contó con una respuesta autoritaria por parte del Estado, con apoyo logístico y doctrinario de Estados Unidos. Además de lo ocurrido en Uruguay, en ese mismo año ocurrieron movimientos con intenciones revolucionarias en otras partes del mundo, como México y Brasil, y en Francia, donde tuvo lugar el conocido movimiento de Mayo del 68.
Markarian comentó que puede afirmarse que se trató de conflictos entre movimientos sociales y el Estado, donde se puede apreciar el vínculo entre el movimiento estudiantil y la izquierda, así como la influencia de la contracultura global de los años 60. La historiadora aseguró que en ese momento “las izquierdas interpretaron rápido el desencanto juvenil y del movimiento obrero, y las derechas las respuestas conservadoras”. Según consideró, existen pocos años en la historia como 1968 que puedan ser analizados desde una perspectiva global.
Bucheli se enfocó en el tramo previo al golpe de Estado de 1973 en Uruguay. Según explicó, en aquel momento el país se encontraba en medio de una crisis social, política y económica. En medio de ese contexto, planteó que se articuló de manera relevante una izquierda representada por los estudiantes, la Convención Nacional de Trabajadores, el Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros y el nacimiento del Frente Amplio. En aquel entonces, en el medio de la Guerra Fría, ello fue interpretado como la amenaza del comunismo, lo que generó una reacción conservadora de parte de las autoridades, explicó Bucheli. En particular, destacó la preocupación al respecto de las derechas, tanto en lo político como en lo cultural, a lo que se sumó la transformación del Estado de derecho en para-policial. Bucheli profundiza sobre el tema en su libro O se está con la patria o se está contra ella, donde narra el surgimiento y acción del movimiento derechista Juventud Unida de Pie.
En cuanto a la ideología y moral de ese tiempo, Marshesi destacó que “existe una creencia de que en los 60 hubo un grupo de gente enfocada y enajenada que quería cambiar el mundo y estaba equivocada”. Según dijo, pensar de esa forma es un error, de la misma forma que decir que en Cuba se formaba sobre cómo hacer la revolución. Además, especificó que en esa época los partidos políticos vivían una fuerte crisis de identidad, que se apreciaba con el retorno de ideas antiguas como la de “civilización o barbarie”, pero este último término de a poco se modificó por “socialismo”. Respecto a 1968, concluyó “fue la matriz de muchas cosas que vinieron después” y que cambió la vida política del país.
Por su parte, Demasi explicó dos aspectos claves de esa época histórica, como los códigos de diálogo, las construcciones de la realidad y los acontecimientos que terminaron en violencia. Según contó, en el libro realiza un desarrollo cronológico del aumento de la represión, en particular de la postura “mucho más sanguinaria” que asumió la policía. En la misma línea que Marchesi, Demasi planteó: “Es muy difícil iniciar una historia del presente sin remontarse al inicio de la fractura política que se dio en 1968”.