QUE DIGAN LO QUE QUIERAN

Estudiantes de la FIC en acto de graduación. Foto: archivo SdR

A raíz de la nota publicada por el diario El País el domingo 10 de agosto, acerca de la disminución en la cantidad de egresados de la Universidad de la República (UdelaR), el decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Rodrigo Arim, emitió un comunicado desmintiendo las conclusiones sacadas por el medio. Sala de Redacción conversó con él y con autoridades de otras facultades, para conocer la realidad de estas instituciones.
El título de la nota no solamente es injusto sino que identifica un problema donde no lo hay, ya que la tendencia de egresos es positiva”, afirmó  Arim en referencia a la nota del diario El País titulada “Carencia de ingenieros y sangría en economía”, en la que se afirmó que “hubo 700 egresos menos en 2013 y que Economía fue la que registró la mayor caída”. Arim, en un comunicado publicado en el sitio web de su facultad, habilita a la discusión abierta y franca, dentro y fuera de la Universidad, pero incita al manejo adecuado y certero de la información, “sin el cual se corre el serio riesgo de discutir sobre titulares de prensa y no sobre los problemas reales y objetivos de la educación en Uruguay”.
En 2012 se implementó el nuevo plan de estudios en Economía, lo que permitió, según su decano, “que se destrabaran ciertos tapones que había en el egreso”, es decir, ciertos obstáculos a los que se enfrentaban los estudiantes del viejo plan 90 que les impedía egresar, aunque le faltaran pocos créditos. Para Arim el plan 2012 permitió reconocer créditos de una manera más flexible, “abandonando así, una lógica de formación tubular en la que el estudiante para egresar, debía cumplir exactamente con un número taxativo de materias”. Se pasó, entonces, al reconocimiento de créditos por área, permitiendo que la persona pueda ir egresando en función de que cumpla con ciertos requerimientos básicos, “luego de haber completado el núcleo duro de formación obligatoria”, aclaró el jerarca.
Respecto a la caída de egresos en el 2013, el decano señaló que “una parte del egreso universitario, en cualquier parte del mundo, incluido Uruguay, no es tendencialmente constante”, por lo que cualquier comparación de un año respecto al otro “está mal dirigida”, indicó. La Facultad de Ciencias Económicas cuenta con una población aproximada de 20 mil estudiantes activos. Entre los años 2000 y 2011, había un promedio constante de 500 egresos por año. En el 2012, primer año de la implementación del nuevo plan, se contó con un total de 1155 títulos emitidos. En el 2013, la cantidad de egresos fue de 705 estudiantes, bajando respecto al 2012, pero subiendo un 50% respecto a la tendencia histórica. En 2014, los números indican que los egresos van a estar cercanos a los mil.
Según Arim, con el nuevo plan se abandona un paradigma que era totalmente rígido en su diseño, con contenidos temáticos que han caído en desuso y con una gran vocación finalista. Es decir que los planes de estudio de la Facultad de Economía, se pensaban como si fueran la única formación para el resto de la vida de una persona, cuando en realidad se deberían pensar como una de las varias etapas que forman la educación terciaria. “Lo que uno tiene que asegurar desde el punto de vista del egreso a nivel de grado, es que se construyan las capacidades y las herramientas analíticas básicas que le permitan a la persona seguir aprendiendo, luego de haber incorporado de forma taxativa ciertos contenidos”, expresó. A nivel mundial, las carreras de grado en Ciencias Económicas tienen una duración de 4 años y un incentivo muy fuerte a que el profesional siga estudiando una vez cumplida esa primera etapa. El decano aseguró que Uruguay venía muy rezagado en ese sentido, como también en cuanto a la cantidad de egresados a nivel terciario respecto, no solo de los países desarrollados, sino también de los países vecinos. “Ahora estamos revirtiendo la tendencia que era compleja para el país”, aseguró.
La ordenanza de grado obligó a una revisión de los planes de estudio de todas las facultades. Algunas ya han implementado cambios y otras están aún en etapa de estudio. El decano de la Facultad de Economía dijo haber dado “un paso bastante radical”, aunque aseguró que es una tendencia general: “Están evolucionando los egresos de toda la Universidad de la República. Esto no es solo una buena noticia para los estudiantes sino para el país en general“. “Yo acepto todas las críticas y me parece muy sano que el país discuta sobre la Universidad y sobre los problemas que podemos tener en la educación terciaria, pero que sea con datos certeros”, concluyó Arim.
Egresos en otras facultades.
Gustavo Scheps, decano de la Facultad de Arquitectura planteó, en diálogo con SdR, que en su institución no existe una caída en el número de egresados, sino que éste se ha mantenido. Destacó la importancia que tiene la proporcionalidad entre ingresos y egresos; de 500 estudiantes que comienzan la carrera, se gradúan anualmente cerca de 300. A su vez, explicó la importancia que tiene la existencia de nuevas carreras dentro de la misma Facultad: “si sumamos el ingreso de los estudiantes del Centro de Diseño industrial, (EUCDI), Comunicación visual, y las nuevas carreras de Arquitectura en Maldonado y Salto, se cuentan 1100 ingresos, lo que duplica el número”.
Por su parte, el decano de la Facultad de Ingeniería, Héctor Cancela, aseguró que tampoco existe una disminución en los egresos de su institución: “el 2013 fue el año de mayor cantidad de egresos de ingenieros de la facultad, el récord histórico. Hay una tendencia que tiende al incremento sostenido”. En 2011 el número de egresados fue de 300, subiendo en 2012 a 353, y a 380 en 2013.
Semejante a los casos anteriores, Luis Leopold, decano de la Facultad de Psicología, planteó que en los últimos años hubo un incremento en el número de egresados, aunque “en 2013 no se mantuvo el nivel exponencial con respecto a 2012 que fue el año de mayores egresos”. Afirmó que algunos profesionales de la educación plantean la dificultad que significa seguir creciendo en cantidad de egresados pero que desde la Facultad se está trabajando para volver a construir una pendiente en esa dirección. “Se espera que con el nuevo plan de estudios, se acelere el ritmo de graduación”, concluyó Leopold.
En el caso de la Facultad de Información y Comunicación (FIC), el asistente académico, Fernando Gelvez planteó que si bien hay una suba en los egresos, no resulta significativa. El número promedio se ubica entre 120 y 150 graduaciones anuales. “Es importante saber que no vamos para atrás”, añadió. Sin embargo lo que sí ha bajado es la cantidad de ingresos: “En los últimos diez años había una matrícula de entre 1000 y 1200 estudiantes, pero en los últimos años ha estado entre 700 y 750”. Aclaró que el nuevo plan de estudios apunta a evitar la deserción de estudiantes y con eso aumentar la cantidad de graduaciones.
Aportes de los nuevos planes.
En la carrera de Arquitectura, el nuevo plan está pensado para implementarse en el año 2016: “La crítica que nos hacemos, y que el nuevo plan procura resolver, es la duración de la carrera. Queremos acortarla mejorando la calidad. Un plan para una carrera de menos duración, puede ser más profundo porque nos lleva a reflexionar sobre cosas más esenciales. De pronto estamos cargados por una historia de contenidos que están porque hace años que existen, y no porque esté demostrado que sea imprescindible adquirirlos en su totalidad. Por fijar una enorme cantidad de contenidos estamos perdiendo aspectos sustantivos”, afirmó Sheps.
Una característica común a todos los educandos de los distintos servicios es que el estudiante es también trabajador. Arim confirmó lo importante y contemplativo que es el nuevo plan con aquellos estudiantes que también trabajan. En el plan 2012 la Facultad de Economía está reconociendo créditos en pasantías laborales. Así, “el estudiante que hace un semestre de una pasantía, y en la medida que haya un profesional que avale lo que hizo, se lo reconocemos como parte de su aprendizaje”. El jerarca aseguró que de otra forma, se estaría siendo muy injusto con la realidad del país en el que la mayoría de los estudiantes trabaja.
Sheps también plantea que “el trabajo tiene que ser un lugar que le permita al estudiante, con su inteligencia dispuesta, curiosidad y avidez, recoger aspectos esenciales para su formación. También se deben preverse mecanismos para que el estudiante pueda concluir, aun trabajando, la curricula en tiempos naturales”.
En tanto, Leopold mencionó otro aspecto central que incorpora el nuevo plan: “Uno de los cambios importantes que se pretende desarrollar es las capacidades de aprender a aprender. Es un plan que tiene dos grandes componentes, uno obligatorio y otro optativo. En este sentido, la calidad de la formación es mucho mejor, sobre todo porque promueve un graduado que va a tener mayores herramientas para dialogar en el trabajo interdisciplinario e interprofesional”.
Al igual que lo planteó el decano de Ciencias Económicas, Leopold destacó la importancia que tiene continuar los estudios luego de finalizada la carrera. “Pensar que puede haber una formación de grado cerrada que le permita a un egresado ser competente profesionalmente en el contexto de revolución tecnológica permanente que vivimos, sin actualizaciones y posgrado, sería un verdadero acto de estafa. Ninguna formación universitaria puede proponerle al estudiante de grado que la formación de cuatro o cinco años le va a asegurar una competencia profesional. Sin embargo hay gente que coquetea con la idea, lo que me parece ser un profundo error”.
En la FIC, el nuevo plan que se está aplicando desde 2013, está presentando, según Gelvez, algunos problemas de implementación. “Muchos reclamos estudiantiles tienen que ver con la escasez en la oferta de optativas y con los bajos créditos que otorga cada curso”. El asistente académico agregó que hay una discusión entablada en cuanto a la pertinencia de ciertos contenidos de la currícula: “El plan es un documento programático conceptual y general que permite una diversidad de cosas, después depende de la implementación concreta”. Esto encuentra su correlato en los dichos de los decanos Arim y Sheps, quienes también aseguraron la necesidad de remover ciertos contenidos caducos para la época.
Es innegable que la UdelaR se ha sumergido en un proceso de renovación, que aunque pueda llevar un tiempo de adaptación, las expectativas y las cifras que se han dado a conocer, prevén un panorama favorable.

Elisa Romego / Florencia Sacco.

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