“EL NUEVO MAPA POLÍTICO”

El presidente Vázquez votando, el domingo 10

El nuevo mapa político del Uruguay, tras las elecciones departamentales, reitera constantes y a la vez introduce elementos nuevos. El Partido Nacional consolidó su posición en 12 de los 19 departamentos, pero el Frente Amplio, que sumó seis intendencias, una más que en 2010, abarca el 68 por ciento de la población. 
Buena parte de ese control corresponde a Canelones, donde el candidato Orsi se impuso con holgura (véase “La fe en el FA”); y a Montevideo, donde el FA retiene la intendencia por sexta vez y logra 18 ediles aunque no alcanza la mayoría absoluta en la Junta Departamental. En la capital hubo obviedades y sorpresas: fue obvio el triunfo de Daniel Martínez, pero fue una sorpresa el porcentaje de votos recolectados por el independiente Edgardo Novick. También fue una sorpresa la baja votación del Partido Independiente, que fue superado por Asamblea Popular; y, por supuesto, el desempeño de la candidata del MPP, Lucía Topolanky. Pero ese resultado se inscribe en la performance del MPP en todo el país: ganó en Canelones, donde el triunfo de Orsi evidenció las dificultades de la oposición, y en Rocha; pero perdió en Artigas, donde no fue posible la reelección de la intendenta, y en Cerro Largo, donde el ex presidente Mujica había apostado todos los boletos a Alfredo Fratti.
El triunfo de Pablo Caram en Artigas compensó la derrota del Partido Nacional en Río Negro, donde el FA se impuso por primera vez en la historia, y la reconquista de Paysandú en un final cabeza a cabeza. Sin embargo los blancos consagraron dos reelecciones anunciadas; la del intendente Enciso en Florida, que se dispone a impulsar un “frente grande” para consagrar beneficios comunes a todo el interior; y la del intendente Sánchez en Treinta y Tres. Los blancos repitieron, en varios departamentos del interior, la “concertación tácita” logrando que los colorados votaran masivamente por los candidatos nacionalistas; San José es el ejemplo más acabadocircunstancia que se repitió en Soriano, Flores y Cerro Largo, departamento en el que los candidatos hicieron, en diálogo con SdR, una lectura sobre su propia derrota.
El Partido Colorado retuvo la intendencia de Rivera, donde fue reelecto el intendente Marne Osorio, pero perdió la intendencia de Salto.
Capítulos aparte son el desplome del Partido Colorado y el paso al costado de Pedro Bordaberry -que se analizan en la nota Meté un cambio– y la coincidencia en que es necesaria una modificación constitucional para unificar todas las elecciones en un solo día, o para alargar el plazo entre las nacionales y las departamentales. Habrá seguramente un nuevo impulso de la propuesta, reiterada en los congresos del FA, de convocar a una asamblea constituyente, siempre postergada.

 

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