La Coordinadora Popular y Solidaria (CPS), que engloba organizaciones de ollas populares de todo el país, congregó a miles de personas en una marcha que este martes partió desde Plaza de Cagancha a la Plaza Independencia bajo la consigna “si hay hambre, hay lucha”. La movilización se organizó luego de diferencias con el ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, quien calificó a los integrantes de la organización de “intermediarios” y retiró el apoyo de la cartera luego de cuestionar la falta de información brindada al gobierno.
Ariel aguarda en la vereda de enfrente a la Torre Ejecutiva. Está esperando brindar un plato de comida a las personas que llegan hasta ahí desde la marcha. Es parte de la olla que pertenece a la plaza Juan Ramón Gómez, en Palermo, y desde hace dos años brinda una cena dos veces por semana a quienes se acercan. Cuenta que el sábado pasado fueron 200 porciones repartidas, que consisten en un plato de comida, un trozo de pan y fruta. Para él, hay personas que “no viven en la tierra, viven en otra galaxia”, ya que la crisis “sigue” más allá de la pandemia.
Cerca de las 19.00, la concentración de miles de personas comenzó a moverse hacia la Plaza Independencia. Se destacaban las familias y niños que daban paso por la Avenida 18 de julio, donde colectivos de ollas, sindicatos y agrupaciones gremiales gritaban la frase “ollas presentes, gobierno ausente”.
Más tarde y ante la llegada de la multitud frente a Torre Ejecutiva, comenzaron los discursos y proclamas. Por el escenario pasaron diferentes referentes de redes montevideanas, como las ollas del barrio Cerro, Villa Española, Bella Italia, Los Bulevares y Casavalle. A su vez, se presentaron redes del interior como la de Lavalleja y Salinas e iniciativas no barriales como Solidaridad Carbonera. Al principio del discurso se habló sobre las cifras que maneja la CPS y, según los oradores, “muchas ollas no están nucleadas” en la organización. Se afirmó que hay un número aproximado de 179 ollas concentradas en 15 redes que reparten 700.000 porciones de comida al mes. A su vez, en la lectura de la proclama la CPS mencionó la relación conflictiva con el gobierno y declaró que “reflexionar, pensar y tomar postura” son los “pecados” para “la ola de ataques a las ollas”. Por su parte, afirmaron que la CPS no es un intermediario.
Comida de olla
María y Andrés participaron de la oratoria como referentes de Ni Todo está Pérdido (Nitep), un colectivo de personas que están o estuvieron en situación de calle. En su discurso rememoraron la carta que hace un año le habían entregado al presidente de la República en el mismo lugar que hoy marchan reclamando por causas todavía vigentes. En esa carta se ponía el acento en el “vínculo afectivo” que significa la comida para Nitep y en que no es adecuado que se repartan en “viandas congeladas” que, “además, pueden estar en mal estado”, se planteó en relación a cómo muchas veces se accede a la alimentación cuando la prestación al brinda el Estado.
Los oradores de Nitep agradecen la existencia de las ollas populares y plantearon la “necesidad” de llegar a las ollas por la insuficiencia de los platos de comida de los refugios estatales.
En el acto también se hicieron presentes representantes del PIT-CNT y especialmente Jose Olivera, de la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria, quien reafirmó el apoyo de la clase obrera organizada a esta “maravillosa obra colectiva” ante un “Estado ausente”. Señaló, a su vez, la donación de un camión de comestibles por parte del PIT-CNT, presente también en la concentración.
Repercusiones
En rueda de prensa, el ministro Lema fue consultado sobre la movilización y la definió como un “instrumento político” del Frente Amplio y el PIT-CNT, y consideró que no tuvo que ver con la alimentación. Según el jerarca, los datos que proporciona la CPS son irregulares y se encuentran con “situaciones que no son las deseadas” ante la verificación de actas sobre las rondas de repartición de comida.