Los manifestantes marchan por las calles de Baltimore en apoyo del anuncio del fiscal del estado de Maryland Marilyn Mosby, de que se presentarán cargos contra los agentes de policía por la muerte de Freddie Gray. Gray murió bajo custodia policial tras ser detenido el 12 de abril de 2015.

Los manifestantes marchan por las calles de Baltimore en apoyo del anuncio del fiscal del estado de Maryland Marilyn Mosby, de que se presentarán cargos contra los agentes de policía por la muerte de Freddie Gray. Gray murió bajo custodia policial tras ser detenido el 12 de abril de 2015. Foto: AFP / Andrew Burton




“El odio a las razas no forma parte de la naturaleza humana; más bien es el abandono de la naturaleza humana”, Orson Welles
La alerta se encendió y la preocupación comienza a ganar espacio en la agenda mundial. En menos de un año, diez hombres negros fueron asesinados por policías blancos en distintos puntos de Estados Unidos. La situación, lejos de acabar, presentó su último capítulo el pasado mes de abril en Baltimore, donde seis oficiales son acusados de homicidio tras poner punto final a la vida de un joven de 25 años.
La ciudad estalló tras la muerte de Freddie Gray, quien falleció bajo custodia policial el pasado 19 de abril, a causa de severas lesiones tras un violento arresto una semana antes. El caso, atado y envuelto en medio del polémico accionar policial y su violencia contra la raza negra, desencadenó numerosas manifestaciones en el país norteamericano.
La gente se movilizó y las respuestas, por parte de la justicia, comienzan a llegar. La fiscal de Baltimore, Marilyn Mosby, declaró y acusó el pasado viernes a los seis oficiales por delitos que abarcan desde homicidio involuntario, hasta asalto y negligencia. La celeridad por parte de la fiscalía tranquilizó las aguas en la ciudad, consternada por varios días.
La familia de Gray se declaró “satisfecha” tras conocer la comparecencia de Mosby, quien además agregó que la detención del joven fue “ilegal” ya que los policías “no consiguieron establecer una causa probable para arrestarle”. Completito.
La acusación de la fiscal se dio horas más tarde a las palabras del presidente Barack Obama, quien intervino en el tema y señaló que “es imprescindible que se sepa toda la verdad de lo que ocurrió a Freddie Gray.
Más víctimas
La muerte del joven de Baltimore se une a, por lo menos, otros nueve asesinatos del mismo tipo, en una situación que comienza a preocupar a propios y extraños. Tomando julio de 2014 como punto de partida, los casos se han sucedido uno tras otro, presentando muchas dudas y pocas certezas.
Fuerte impacto tuvo el sucedido el 9 de agosto del pasado año, donde en la ciudad de Ferguson, Michael Brown, de 18 años, murió a causa de varios disparos propiciados por un oficial, en un asesinato que aún deja dudas y secuelas en el estado de Misuri.
Brown, quien se encontraba desarmado, fue víctima de al menos seis disparos luego de un altercado con Darren Wilson, policía blanco que no dudó en apretar el gatillo y acabar con la vida del joven de manera brutal.
La misma alteró el humor de los habitantes de Ferguson y los disturbios, manifestaciones y protestas surgieron de inmediato. Dos meses más tarde, el Departamento Policial exoneró de todos los cargos a Wilson, quien abandonó su puesto días después.
La medida ahondó el descontento existente y la ciudad vivió una ola de saqueos como protesta a la libertad del policía implicado. Ciudadanos de diversos puntos del país se sumaron a la causa y realizaron diversas actividades pidiendo justicia por Brown. Sólo era el comienzo.
A mediados de Noviembre Tamir Rice, de 12 años, fue asesinado en Cleveland mientras jugaba en un parque con un arma de juguete. El oficial, luego de arribar al lugar, se bajó del vehículo e inmediatamente ajustició al niño, quien falleció tras  recibir un balazo en el abdomen.
La muerte de Rice fue calificada como homicidio y el video del crimen, captado por allegados al lugar, se expandió de inmediato en la prensa nacional e internacional. En el video se observa al niño apuntando con su arma de juguete en distintas direcciones, lo que generó la alerta de quienes se encontraban a su alrededor.
La pre3ocupación desencadenó el aviso a la policía, aclarando que el objeto que portaba el niño era de juguete pero que el miedo se había despertado entre los lugareños. Timothy Loehmann, oficial novato de 26 años, llegó hasta el lugar junto con otro agente y segundos después de estacionar su vehículo junto al adolescente, le disparó a este produciendo su muerte. Todo, apreciable en las imágenes.
Caso Walter Scott
El 2015, lejos de frenar la ola, siguió agregando casos de este tipo y engordando un expediente que parece no tener fin. El pasado 4 de abril, luego de conocerse dos casos más de esta índole en el mes de marzo, trajo la muerte de Walter Scott, quizás la más violenta y cobarde de las comentadas hasta el momento. Si, aunque parezca mentira.
Scott, ciudadano negro de 50 años, sufrió al menos ocho disparos por parte de Michael Slager, policía blanco que arremetió cruelmente por la espalda mientras la víctima, desarmada, se alejaba de él luego de una discusión.
De todas las balas, al menos tres alcanzaron a Scott, de las cuales una le atravesó el corazón provocando su muerte. Si las palabras no alcanzan para describir el lamentable suceso, el mismo se encuentra filmado por un anónimo, mostrando de forma fría y terrible el asesinato del afroamericano.
En la grabación, puede verse a Slager gatillando varias veces su arma mientras la víctima se aleja de él. Por si fuera poco, luego de derribar a Scott con uno de sus disparos, el oficial se acerca, y tras esposarlo, deja caer su pistola eléctrica tratando de alterar la escena del crimen. Dantesco.
¿Racismo? ¿incapacidad?
La seguidilla de asesinatos a individuos negros por parte de policías blancos hizo temblar las bases del “orden” en los estadounidenses. Muchos consideran que corresponden a casos de racismo, mientras otros tantos culpan al sistema de seguridad aplicado en el país, el cual ampara, en muchos casos, la violencia desmedida por parte de los hombres encargados de imponer orden.
Ezell Ford, Eric Garner, Michael Brown, Akai Gurley, Tamir Rice, Anthony Hill, Tony Terrel Robinson, Walter Scott, Terrance Kellom y Freddie Gray son las víctimas que vieron luz en la prensa y que alertaron al mundo sobre una situación que merece seguimiento. Otros tantos, quizás, no tuvieron la mediatización necesaria.
Mathías Gonnet
 

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