La situación del departamento de Rivera en relación a la covid-19 preocupa a sus habitantes. Si bien ha resonado el elevado número de contagios, en paralelo los comerciantes y trabajadores del departamento viven en una economía en buena medida paralizada, lo que evidencia la importancia del turismo en la ciudad. A fines de marzo, con el fin de detener el avance de la pandemia, el gobierno decretó el cierre de free shops, que en principio rige hasta este viernes. De esa forma, se logró que fronteras como la de la ciudad de Rivera y Santana do Livramento, de Brasil, pasaran a un flujo casi nulo de turistas, según contó a Sala de Redacción el director de Promoción y Acción Social de la intendencia departamental, Giovani Conti. Conti se encuentra a cargo del área turismo hasta que se designe un director, dado que la Intendencia de Rivera volcó todos sus recursos para combatir la pandemia, según explicó.

También aseguró que Rivera vive un momento “caótico” desde el punto de vista sanitario, pero también a nivel laboral y económico. “El rubro hotelero tiene un diálogo directo con la intendencia e informan que hay cero hospedajes. Igualmente, es algo que se nota a simple vista en las calles a partir de que cerraron los free shops”, sostuvo. De todas formas, indicó que la actividad comercial no era la causa de los contagios en el departamento, ya que desde que se tomaron las medidas “las cifras no bajaron, por lo contrario, aumentaron”, señaló el jerarca.

Más allá de que el turismo de compras es el más importante en el departamento, el jerarca habló del surgimiento de movimientos de turismo interno en el departamento como “el lado positivo”. Al respecto, mencionó proyectos turísticos que no habían tenido oportunidad de desarrollarse anteriormente y la pandemia posibilitó el desarrollo de la economía en pequeñas ciudades y pueblos.

“Es un robo descarado”

En medio de las quejas de trabajadores y algunas figuras políticas que representan al departamento de Rivera, la semana pasada el gobierno nacional anunció subsidios, facilidades de pagos y reducción de gastos para algunos sectores perjudicados por la pandemia. En concreto, las empresas de turismo, fiestas y eventos, transporte, cultura y deporte quedan exoneradas de 100% de aportes jubilatorios al Banco de Previsión Social (BPS), del Impuesto a las Rentas de las Actividades Económicas (IRAE) mínimo mensual y del anticipo del Impuesto al Patrimonio. En suma, quedaron exoneradas del pago del 100% del cargo fijo de la tarifa y la potencia contratada de UTE hasta junio y se les exonera de cargo fijo de la línea telefónica y el 25% de los cargos fijos de internet en mayo y junio.

El anuncio fue tomado como un respiro por algunos comerciantes fronterizos, pero está lejos de cumplir con sus expectativas. El Grupo de Comerciantes Rivera pretende una exoneración total de impuestos y una mayor reducción de los costos de servicios que brinda el Estado y lamentan no haber logrado ninguna medida específica para emprendimientos de frontera, teniendo en cuenta el tipo de cambio en relación con Brasil. “La tarifa comercial es un robo descarado, tenemos un costo elevadísimo teniendo en cuenta que no estamos vendiendo y solo pagamos”, lamentó Holger Vildozola, representante del Grupo de Comerciantes Rivera.

Según la información publicada en la página del BPS, actualmente 1.913 personas cobran el subsidio por desempleo en el departamento. En suma, las cifras de trabajo informal del último censo marcan que Rivera cuenta con el índice de informalidad más alto del país, con 31,2% de trabajadores en esa situación en el departamento. Vildozola señaló que 90% de los riverenses hacen sus compras en Brasil y si a ello se suma la poca presencia de turistas, los comercios se ven obligados a detener la producción. Según añadió, ello ha llevado a que tengan que recortar funcionarios y horarios de atención al público y en los peores casos al cierre definitivo, lo que se ha concretado al menos en 20 locales de la ciudad en lo que va de la pandemia, aseguró Vildozola.

Los comerciantes sostienen que la situación en la frontera ya era compleja por la devaluación del Real, pero como a diario el departamento recibía ómnibus repletos de brasileños que realizaban sus principales compras en los free shops, pero también invertían en comercios pequeños y medianos de rubros como la gastronomía y la hotelería. “Acá no hubo ningún gobierno, ni de derecha, ni de izquierda, que haya hecho algo sobre políticas de frontera, ahora la situación se agudizó y tenemos una crisis económica. Los comerciantes se endeudan día tras día y su salud empeora, vienen a mi comercio medicados o comentan en las reuniones que sufren picos de presión porque no tienen con qué pagar. Solo generan una deuda que cuando pase la pandemia va a seguir y es insostenible”, sostuvo el comerciante.

Vildozola tiene un restaurante en la calle principal de la ciudad de Rivera y explicó que en este momento no circula nadie por la avenida, algo casi impensado en los “años dorados” del departamento. “El cierre de los free shops fue el knock out técnico que nos hizo el gobierno, cerró free shops por el brote de covid-19 y resulta que las cifras de contagio aumentan con estos establecimientos cerrados. No es justo que en la frontera cerremos negocios y en la capital están abiertos los shoppings, los centros comerciales y ni que hablar de las aglomeraciones en los ómnibus, acá si hay algo seguro es el protocolo en los comercios. El gobierno equivocó de punta a punta”, concluyó Vildozola.

La opinión de expertos 

Bibiana Lanzilotta, doctora en Economía y docente de Universidad de la República que ha publicado artículos sobre economía y turismo, contó a Sala de Redacción que no hay grandes evaluaciones sobre el impacto económico de la pandemia en el sector turístico en Uruguay. Entre los motivos, consideró que influye que el Ministerio de Turismo haya dejado de publicar datos del sector, lo que torna sumamente difícil cualquier análisis. 

Lanzilotta conforma el Grupo de Investigación en Administración y Economía del Turismo (GAET), que tiene como principal objetivo generar conocimiento acerca de la gestión y administración del turismo, para aportar a la solución de problemáticas. 

Ante la problemática fronteriza y la falta de información oficial, mencionó una investigación realizada por el GAET en conjunto con la Facultad de Ciencias Económicas y Administración, publicada el 4 de marzo. Según explicó Lanzilotta, en el estudio se demuestra que las restricciones a la libertad de circulación impuestas por muchos gobiernos de todo el mundo para combatir la propagación del coronavirus no sólo ha afectado a los proveedores de servicios turísticos, que se enfrentan a enormes pérdidas de ingresos, sino también repercutieron en la demanda turística. Ello quiere decir que las personas no planifican sus vacaciones y piensan dos veces antes de gastar en ello, lo que inevitablemente impacta en el sector.

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