Nosotros cuidamos ¿Y OSE?

En la calle Cubo del Sur esquina Isla de Gaspar, en el barrio Unión de Montevideo, hay una pérdida importante de agua desde hace más de un mes. Mientras Montevideo y gran parte de Canelones se ven afectados por una crisis hídrica sin precedentes, los vecinos no dejan de sentir indignación e impotencia. En este caso en concreto, los vecinos llamaron a OSE la mañana del 15 de mayo; una semana después, concurrieron los funcionarios de OSE y luego los de la Intendencia de Montevideo porque, según informó a Sala de Redacción uno de los vecinos que hizo el reclamo, la rotura está en un caño ubicado debajo de un árbol centenario, por lo que, luego de excavar, determinaron que había que llamar a un agrimensor. Dos semanas después, los funcionarios de OSE concurrieron con una excavadora y llegaron a la conclusión de que debían de hacer un bypass porque no tenían posibilidades de arreglar el caño maestro, relató el vecino. La pérdida continúa.

El 17 de mayo, en la interpelación a la coalición de gobierno por la crisis hídrica, el ministro de Ambiente, Robert Bouvier, anunció que OSE buscaba aminorar las pérdidas de agua por cañerías de un 47% a un 25%. 

En diálogo con Sala de Redacción, Edgardo Ortuño, director de OSE en representación del Frente Amplio, respondió que hasta el momento “no se ha avanzado mucho” para disminuir las pérdidas a 25% y precisó que el promedio nacional de agua no contabilizada que se debe reducir no está en 47%, sino en el entorno del 50%. Ortuño aclaró que 30% de ese volumen que se pierde es agua “no contabilizada” por diferentes motivos, entre ellos “hurto, fraude, no contabilización por razones sociales de abastecimiento de algunos asentamientos o errores comerciales”, pero insistió en que, “la gran mayoría, el 70%, son pérdidas visibles que se podían resolver con reparaciones”. En particular, señaló que se deben atender las roturas y reparaciones de cañerías que OSE debe sustituir porque “en muchos casos tienen decenas y decenas de años”. A su entender, eso “es clave para perder menos agua y por lo tanto prolongar las reservas” de agua dulce.

Federico Kreimerman, presidente de la Federación de Funcionarios de OSE, informó a Sala de Redacción que “a principios de mayo se tenía un promedio de 1.600 trabajos pendientes” y que OSE dispuso un régimen de trabajo de compensación económica para que las cuadrillas trabajen fuera de horario y los fines de semana, que logró “bajar a 750 estos pendientes, aproximadamente”. A la pregunta de qué pasa con las roturas que van quedando rezagadas, Kreimerman explicó que “la gente no alcanza” y que si bien “roturas siempre hubo”, desde 2013 se ha reducido el personal. “Es una decisión del gobierno de achicar la empresa, particularmente en el actual período se ha profundizado la velocidad con la cual se redujo el personal, porque no ha habido ingresos a OSE desde que empezó el actual período”, puntualizó. Añadió que se cuenta con excelente maquinaria para realizar los trabajos pero que “no hay personal que alcance”. 

Ortuño coincidió en que con el fortalecimiento del personal se logró bajar a la mitad el atraso de las reparaciones y destacó que eso “confirma” la importancia de “las propuestas que venimos haciendo de hace años de la necesidad de disponer de un shock de inversiones” que “incorpore funcionarios y funcionarias a OSE para trabajar en las cuadrillas de reparación”. En cambio, dijo que lo que se ha hecho es “reducir la cantidad de funcionarios en un 25%”, y que si se hubiera hecho esto y se hubiera aumentando la inversión presupuestal en octubre, cuando se decretó la emergencia agropecuaria por sequía, “podríamos haber tenido un ahorro de 9.000.000 de metros cúbicos de agua”. 

Acciones esperables

“La posición a futuro debe ser hacer una inversión significativa”, remarcó Ortuño. Dijo que el gobierno ha reducido de manera significativa el presupuesto de OSE en unos 200 millones de dólares en el período, y que eso impacta en inversiones, materiales y disponibilidad de funcionarios reparar las pérdidas de agua.

El presidente de FFOSE advirtió que “lo que está pasando es consecuencia de lo que se hizo o no se hizo, no hay soluciones mágicas en el corto plazo” e insistió en la necesidad de “volver a tener una OSE con la capacidad de afrontar las circunstancias, es decir volver a tener inversión” y personal suficiente: “nosotros ahora somos 3.100 funcionarios, se han perdido 1.000 puestos de trabajo en los últimos cinco años” manifestó. También Ortuño expresó que “se han perdido más de 1.000 funcionarios de los 4.500 que tenía OSE a inicios de esta gestión”.

Kreimerman comentó que en julio de 2022, durante la discusión del proyecto de ley de Rendición de Cuentas, el Directorio de OSE había aprobado un artículo para incorporar 300 funcionarios pero que luego el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Isaac Alfie, lo eliminó y mantuvo la propuesta anterior del Ejecutivo por lo que, en vez de ingresar nuevos funcionarios, se eliminaron. 

Con respecto a la solicitud de personal, Ortuño expresó que “depende de la voluntad política del gobierno, de la votación de la mayoría del Directorio de OSE” a quienes tratará de “convencer” para tener “un presupuesto expansivo que aumente los ingresos de personal”. Afirmó que si bien las medidas restrictivas del Ejecutivo establecían que de cada tres vacantes que se generaran en la administración, solo se podía reponer una, en OSE “no se repuso ni siquiera ese tercio”. Por eso, apuntó que “más que incrementar lo que hay que hacer es instrumentar la reposición de personal perdido en el presupuesto 2024, esta debe ser una de sus prioridades”, señaló. 

Según Ortuño el gobierno “argumenta que hay que hacer un ajuste fiscal que reduzca el gasto y el endeudamiento del Estado”, pero consideró que “los niveles de endeudamiento eran manejables y que OSE tiene y tenía capacidad de mantener el ritmo de inversiones que se tuvo en las administraciones del Frente Amplio”. Enumeró que en los 15 años de gobierno frenteamplista, OSE tuvo, en promedio, una inversión anual de 86 millones de dólares, mientras que en este periodo se topeó en 70 millones y que en 2021 sólo se invirtieron 61 millones de dólares, “es decir que existe una caída abrupta de las inversiones anuales y en obras concretas de OSE por la decisión política de la conducción económica del gobierno”, remarcó. Sala de Redacción intentó, sin éxito, comunicarse con los representantes del oficialismo en el Directorio de OSE.

Ortuño reconoció que las pérdidas son “un tema estructural de OSE y que no se ha podido solucionar en las diversas administraciones incluyendo la nuestra”, la del Frente Amplio. Comentó que hay algunas estimaciones que plantean que con una inversión de con 400 millones de dólares invertidos en diez años (40 millones de dólares por año) se podría bajar el promedio de pérdidas de 50% a 25%, “que es quizás a lo que aludía el el ministro en la interpelación”, planteó. “En la instrumentación de esto en lo único que tenemos una diferencia con el gobierno desde el Frente Amplio es en que nosotros pensamos que se debe hacer mediante inversión pública, levantando los recortes o los topes presupuestales que se impusieron a OSE y con gestión pública de OSE, contratando obviamente las obras de realización de esa sustituciones de tuberías, mientras que el gobierno ha optado por la implementación o por lo menos es lo que está estudiando de una iniciativa privada”, reveló Ortuño. Según informó, esa iniciativa costaría unos 55 millones de dólares “que se deberían pagar a una empresa privada para que haga el diseño y la gestión de estas obras que OSE está en condiciones de hacer si se le brindan los recursos presupuestales”.

Las medidas de “restricción y ajuste” que impulsa esta administración, según Ortuño, “se pagan con menos cantidad de servicios y menor calidad, como estamos viendo ahora, pero también repercuten a mediano plazo en una disminución de las capacidades de la empresa que en situaciones críticas quedan en evidencia”. Recalcó que ese es el camino, en lugar de “menos funcionarios menos recursos y menos tecnología para enfrentar los desafíos que el cambio climático está agudizando” y que hay que profundizar “la administración del agua como recurso natural” y el “abastecimiento de agua potable como derecho humano fundamental”, concluyó.