Es probablemente una de las leyes más importantes desde el punto de vista ambiental”, dijo Alejandro Nario, director de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), cuando el 13 de agosto la Cámara de Senadores dio media sanción a la Ley de Gestión Integral de Residuos. En ese momento, Nario explicó a la prensa que la normativa complementa “lo que fue la ley de bolsas con el resto de artículos: bandejas, sorbetes y demás, que también van a tener un tributo ambiental”.

La ley trata de impulsar un manejo de la sociedad más responsable con respecto a los residuos que genera, tanto desde el punto de vista de la cadena productiva como los residuos domésticos”, dijo a Sala de Redacción la senadora del Partido Nacional (PN), Carol Aviaga. Según la legisladora, la idea “es que todos estemos involucrados en el diseño y la ejecución de políticas que ayuden a mejorar esta situación que se vive en todo el país”.

El miércoles, la Cámara de Representantes aprobó la ley por 73 votos a favor sobre 78. El diputado del Frente Amplio (FA), Alejandro Zavala, uno de los principales impulsores del proyecto, recordó en su alocución que contó con el apoyo “explícito del Congreso de Intendentes, de la Cámara de Industria, del PIT CNT y de los clasificadores”, y que “articula varias soluciones a un problema bastante complejo”.

Se prevé que desde el Poder Ejecutivo se impulsen programas que den elementos a los gobiernos departamentales porque para “abordar esta problemática se necesita que haya una política nacional respecto a este tema”, indicó Aviaga.

Además de generar programas y darle elementos a los gobiernos departamentales, la ley prevé un Impuesto Específico Interno (IMESI) para aquellas empresas que importen productos con envases no reciclables.

Respecto al IMESI, establecido en el artículo 44 de la ley, Aviaga dijo no estar de acuerdo porque “disfrazaron un impuesto” que no estimula “que hagas las cosas bien. Tú contaminás, pagás el impuesto y que se encargue el Estado de los residuos que vos generás”. Según la senadora, “tiene que impulsarse una responsabilidad extendida de quienes son los generadores, las empresas”, a través de una tasa ambiental “que se vaya deduciendo de acuerdo a las metas que tu vayas alcanzando con los planes de responsabilidad extendida”.

El modelo de responsabilidad extendida propuesto por Aviaga es el que funciona con la Ley de Envases Plásticos. Según Zavala, este modelo “nos ha llevado a un 4 por ciento de recuperación” puesto que “el compromiso de los empresarios es con el bolsillo, no con el medio ambiente”. La ley, además, tiene previsto que quienes importen productos con envases retornables reciban la devolución de sus impuestos. “Si es más fácil juntar envases que pagar el impuesto, lo van a hacer para poder descontar”, remarcó Zavala.

Para el diputado, “es una ley valiente, porque toma el toro por las astas y además viene a proponer una solución que no es sencilla en tiempos electorales”, debido a que “a nadie la gusta poner impuestos 50 días antes de las elecciones”.

Aviaga aseguró que en el Senado votó la ley salvo el artículo que establece el IMESI, porque cree que a raíz de lo recaudado “la Dinama estaría manejando más de 100 millones de dólares con una ley que deja muchas cosas a la reglamentación”, y que la institución “está buscando tener un fondo para manejarlo a su criterio en un montón de cuestiones, obviando lo que es la filosofía y la intención de la ley”.

En ese sentido, Zavala expresó en su argumentación que se cuestiona “el monto de la recaudación y en qué vamos a usar la plata, como si el Estado gastase en cosas que no decidimos. Por suerte existe el Parlamento que es el que asigna los recursos”.

Respecto a quiénes se encargarán de la recolección y clasificación, está previsto abrir licitaciones a las que se puedan presentar clasificadores y se incentive su contratación, en vista de que son una de las poblaciones más excluidas de la sociedad. Más allá del debate sobre el impuesto, la ley fue aprobada en su mayoría y pronto comenzará su implementación, en busca de que Uruguay fortalezca su -hasta ahora débil- compromiso con el medio ambiente.

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