Candidato César Vega, intransigente como su partido. Foto: lavozdelagro.com

Es sábado de mañana. Luego de cuarenta y cinco minutos de viaje en la línea de bus 128 hacia Paso de la Arena, me encuentro en una estación de servicio de la zona esperando a Cesar Vega,  candidato a la presidencia por el Partido Ecologista Radical Intransigente. Son las diez cuando tímidamente Cesar llega al lugar en su modesto Fiat Uno junto a Silvia, su señora. Al bajarse del vehículo se me acerca a saludarme con su aspecto de hombre campesino. “Aguántame unos minutitos que voy a comprar el gas oíl para el tractor”. Es un sábado mas de laburo en la chacra, me dice.

Luego de unos minutos iniciamos el camino hacia Punta Espinillo, donde se encuentra su chacra y domicilio. Cesar Vega es oriundo de la “heroica” Paysandú, es ingeniero agrónomo,  pero hace años que no ejerce como tal. En el trayecto charlamos sobre sus inicios en la política: “Uno siempre es político, nunca participé de la cuestión partidaria, pero fui político desde siempre. Yo arranqué en el mercado modelo con los precios de frutas, hortalizas, ya era político”. Vega es un hombre de radio y actualmente tiene su programa “La voz del agro” en radio Fénix, que se emite todos los domingos por la mañana. Allí lleva a cabo toda su tarea política. Justamente el programa fue el motor que impulsó la creación del partido, que hoy ya tiene tres años de existencia.

Caminando por la chacra de tan solo tres hectáreas, se aprecia una hermosa vista hacia el Río de la Plata, se respira un aire totalmente distinto al de la ciudad. Mientras Silvia cocina ante la atenta mirada de su perro, “el Barba”, realizamos una recorrida por el lugar junto a Vega, en tractor. Allí me muestra su plantación de hortalizas, que luego de su cosecha las vende. Antes de almorzar unos exquisitos ravioles con salsa de tomates cosechados allí, iniciamos la conversación. Me cuenta cómo terminó involucrándose en la política, cómo fue su alejamiento de la militancia del Frente Amplio y cómo se llegó a formar el PERI.

-¿Se involucró en la política como militante en un principio, verdad?

-Si, en 1984 comencé a involucrarme en la política pero siempre como militante. Militaba en la Juventud del Partido Demócrata Cristiano en Paysandú, en ese momento fuimos el sector más votado del Frente Amplio en el depaartamento.

-¿Cómo fue su vínculo con el profesor Lorenzo Goyetche de la Facultad de Agronomía?

-Viene por el lado de Agro Visión Nacional en la radio CX 30, Ël era el director y también fue profesor mío en la facultad de Agronomía. El era comunista, yo nunca fui comunista, pero él tenía esto de lo cual yo estoy hablando, es decir, la defensa de los sectores más desposeídos del campo, sobre todo, pero también de la ciudad.

¿Se considera un hombre de campo?

-No, no tanto. Miti miti, vivo en el campo pero provengo de la ciudad y además estoy muy en contacto con la ciudad. Me gusta la vida campesina, “el campesino es la vida de la persona que anhela la libertad y que pone la libertad por encima de cualquier interés económico”. Esto lo aprendí con Lorenzo Goyetche, el campesino no prioriza el interés económico sino que prioriza la seguridad y el futuro de la familia.

Usted es un hombre de izquierda, pero ¿cuáles fueron los motivos de su alejamiento en la militancia del Frente Amplio?

-Básicamente porque después de llegar al gobierno, el Frente Amplio comienza a no cumplir con lo que había prometido, un claro ejemplo es que toda la predicación que mantuvo la izquierda durante décadas empieza a no cumplirse. Ellos siguen por el mismo camino que seguían los partidos tradicionales –Nacional y Colorado-, un camino liberal donde el mercado termina decidiendo todo: eso no es lo que habíamos quedado. Supuestamente íbamos a realizar una reforma agraria, no una contra reforma agraria, íbamos a nacionalizar más tierras y no a extranjerizar, no extranjerizar más agroindustrias. También promover mas al trabajo nacional, no importar más el ajo y todo lo demás, en fin. Otra de las cosas que se iban hacer era cuidar un poco más al medio ambiente y cuando se instalan las plantas de celulosa empiezo a participar un poco más del reclamo, ahí se me complica un poco y decido que ya no soy más frenteamplista.

¿Por qué dice que se le complica?

-Me considero un tipo de radio. En ese momento me encontraba realizando un programa de radio en la emisora que en ese momento era la más frenteamplista digamos – 1410 AM Libre-. En ese momento era la radio más del gobierno. Entonces me pongo a defender al medio ambiente, y me manifiesto en contra de las plantas de celulosa,  estando al aire, ahí. Ellos estaban a favor, por lo que se me empieza a complicar. Luego de unas cuantas conversaciones ellos me piden el espacio y me tengo que ir, punto. Me alejo de la radio porque no coincidíamos en la visión del nuevo país. Uno olfatea que si esto es la izquierda, yo no soy de izquierda. En todos los aspectos dejan trabajar al mercado, y haciendo esto tanto te puede ir bien como te puede ir mal, ellos no planifican nada.

-¿Cómo surgió la idea de conformar el PERI?

-Cuando me alejo de la radio agarro por el camino de oponerme a estas políticas públicas. A través del programa de radio “La voz del agro”, comienzo a juntarme con gente que tiene la misma visión que yo y decidimos formar el partido. Desde el punto de vista partidario llevamos tres años ya con el PERI. Nuestra principal discrepancia con el Gobierno se da por la línea económica en general que llevan adelante. Transitan por una línea económica liberal y no puede ser así. Si realmente es de izquierda, el Frente Amplio tiene que empezar a planificar algunas cosas, no puede estar a merced de lo que el mercado diga. En diez años se tenían que haber producido cambios y no hay tantos como debería haber. El objetivo de la izquierda tiene que ser que las clases pobres anden mejor, no que tengan un poco más de plata, sino que tengan mayores recursos y un futuro. Al no estar de acuerdo con estas políticas, decidimos formar el PERI.

¿Que planteos ustedes tienen como partido ecologista?

-Estamos en contra del uso de la energía nuclear en primer lugar, porque hubo intentos de traerla a nuestro país. Nos manifestamos en contra de cualquier proyecto destructivo de la tierra, en contra total del monocultivo. Por ejemplo, nos oponemos a que se plante más de un millón de hectáreas de eucaliptus, a que se plante más de un millón de hectáreas de soja transgénica con un paquete de agrotóxicos. No a la mega minería a cielo abierto -ya que en 15 años dejan un pozo enorme y se van- junto con regasificadora y puerto de aguas profundas. Prohibir definitivamente el uso de agrotóxicos que son prohibidos en otros países, controlar el ingreso de los transgénicos, que no sean tan libres como sucede ahora; o sea, no permitir el uso de transgénicos que están prohibidos en países de primer mundo.

-¿Qué opina usted sobre la extranjerización de la tierra, con respecto a lo que ha hecho el gobierno en los últimos años?

-El 50% de la tierra está en manos de extranjeros, en sociedades anónimas, nadie sabe quiénes son los dueños. Hay fondos de pensiones de los Estados Unidos que son dueños de parte de nuestra tierra. Multinacionales trabajando en zonas francas que terminan decidiendo lo que hacen y lo que no hacen en tribunales de justicia que no son uruguayos; esto sucedió con Botnia. No coincidimos que sea así.

Esto es social democracia, lo que hay acá, el Frente Amplio es un gobierno socialdemócrata. Paños tibios pa todos, remiendan todo en paños tibios. Estan en contra de que los estados extranjeros compren tierra. Fabuloso, pero si viene un chino a comprar tierras no están en contra. Están en contra de que venga la República Popular China a comprar tierras como lo está haciendo en África, también Arabia Saudita y otros, pero si viene un árabe y compra tierras, nadie le dice nada. Quedamos en la misma, compró la tierra; somos uno de los pocos lugares en el mundo donde la tierra la compra cualquiera. Vos vas a Japón, Inglaterra, Alemania y no se puede comprar la tierra, pero, bueno, nos hemos acostumbrado a que la tierra sea una mercancía más.

-¿Y en lo que tiene que ver con la inversión extranjera?

-(Risas), Tendría que ser la uruguaya, como era antes. Si viene alguien a producir con inversión extranjera en vez de producir con inversión uruguaya, después se lleva los capitales del país. Por lo tanto ¿qué sirve más, que los capitales se queden o que se vayan? Sirve más que se queden. No se necesita inversión extranjera, si acá hay dinero, existen nueve mil millones de dólares de uruguayos depositados en Nueva York.

Esos nueve millones de dólares uruguayos, ¿de quiénes son?

-Son residentes de Uruguay, es como si vos tuvieras dinero en títulos del Banco Central pero están depositados en Nueva York. Este dinero pertenece a personas ricas de acá del Uruguay que no invierten en nuestro país porque no les conviene. Les conviene más tener un título de deuda del país y cobran los intereses. El gobierno precisa dinero, emite un título de endeudamiento, yo lo compro y el gobierno usa esa plata, yo me quedo con el título cobrándole al país un interés anual donde, si el título es hasta el año dos mil veinte, en ese año recupero mi dinero.

-En sus audiciones radiales usted manifiesta constantemente que está en contra de la plantación de soja transgénica…

-Es verdad, no estoy de acuerdo en que se plante soja transgénica. Si la soja es de variedad, vamos a plantarla, no hay problema. Pero el paquete de la soja transgénica es un paquete del agronegocio, es para hacer plata, no es para producir alimentos. Por ejemplo, tampoco estoy de acuerdo en que se plante maíz para producir bioetanol. Estoy a favor de plantar maíz para producir alimentos. Porque si no, al final estamos sacando hectáreas de la producción de alimentos para ponerlas a plantar para biocombustibles, y lo que realmente precisamos son tierras para alimentos. Escuché hace poco a un productor en Bella Unión, que está re caliente, porque dice que “al final estamos plantando caña de azúcar todo para el etanol”, parece que están haciendo muy poca azúcar con la caña. Hay gente que tiene una visión de que eso está bien, allá ellos.

-Estamos próximos a las elecciones de octubre donde posiblemente se definirá el tema de Aratirí. ¿Cuál es la posición del PERI?

-En contra total, la megaminería destruye el paisaje, éste no se recupera nunca más. En cambio, en vez de hacer megaminería se pueden hacer otros procesos productivos, donde vos podes seguir produciendo ahí durante cien o doscientos años y no tenes problema. Pero, bueno,  viene una empresa multinacional, dice acá hay hierro, es mío y me lo llevo, rompen todas las carreteras y después piden carreteras como lo está haciendo ahora la forestación, donde el Estado las tiene que hacer; ellos las rompen y el Estado las tiene que hacer.

-Siguiendo con el tema de Aratirí, ¿Qué papel cumple la UdelaR en los debates y de qué forma participa en el proceso?

-En la Universidad va haber gente que está a favor de Aratiri y otras que están en contra. Por ejemplo, la gente que estudia geología –Facultad de Ciencias- es probable que esté a favor, porque ellos ven ahí una posibilidad de trabajo. En la Facultad de Agronomía la gente que estudia forestación es probable que siga a favor de plantar cada vez más eucaliptus, porque ellos ven en eso una posibilidad de trabajo. El que maneja el país no puede mirar el interés de trabajo que puede tener un pequeño sector, tiene que mirar la globalidad. El problema de la megaminería es que destruye y eso, de ahí para adelante, no tiene marcha tras. La soja transgénica se planta, pero si después alguien quiere plantar otra cosa, como por ejemplo el perejil,  se va a poder; pero si agarramos por el lado de la megaminería, ya nadie va poder plantar nada ahí, te llevás lo que hay bajo tierra y se terminó la historia.

El problema de la Universidad es que está muy economicista, está calculando mucho los números de las cosas y la misma no es solo para eso, la Universidad tiene que cumplir el papel de formar la gente que va dirigir el país. No solamente para ver los números, (risas) y todavía los ven mal a los números, pienso yo. Ni siquiera creo que esto se pueda resolver con un plebiscito, pero, bueno, si hay que hacerlo, se hará. La población del Uruguay, ¿cómo va poder decir si hay que hacer megaminería o no? Si no tiene la información, no puede. Para que haya información tiene que haber educación, tiene que haber debate, y no hay.

Pero he visto que estudiantes se están manifestando en contra. e incluso se ha empezado a debatir, ¿usted cree que no es así?

-Bueno, si, pero hasta el año pasado todavía no habían abierto la boca en la Universidad, ahora por suerte sí, ya la FEUU se pronuncia en contra, algunas facultades ya comenzaron a debatir, ya se hizo un debate en el Paraninfo de la Universidad, o sea que la UdelaR se jugó a dar opinión, pero esto lo hizo recién ahora.

-Hace poco, usted brindó una charla en el Paraninfo de la Universidad de la República sobre plantar diez mil hectáreas de ajo en sustitución de la megaminería ¿En qué consistió esa charla?

-No importa el número, porque pueden ser mil hectáreas. El punto es que propusimos en lugar de destruir con la megaminería, plantar ajo. Pero podría haber sido perfectamente cualquier otra cosa, como por ejemplo el Kiwi,  que lo tengo plantado acá. (Viste que planté el Kiwi, gordi le dice a su señora mientras ella cocina). Plantar cualquier cosa en vez de destruir, eso es lo que quise decir aquel día en el Paraninfo y se gano el aplauso de toda la gente, así que quiere decir que la gente quería eso. Nada: consiste en plantar el ajo, propuse el ajo porque da mucho trabajo, entonces para dar mucho trabajo hay que plantar cosas que conlleven mucho trabajo intensivo en la tierra.

Entonces, ¿cuántas hectáreas propone?

-Para ocupar toda la mano de obra que dicen ellos -Aratiri- que van a dar, hay que plantar mil hectáreas de ajo. Esto es perfectamente posible, porque no son mil hectáreas en un solo lugar, eso sería un monocultivo de ajo y nosotros estamos en contra de cualquier tipo de monocultivo, ya que es malo. Proponemos plantar mil hectáreas de ajo en distintos lugares, un productor plantará diez, el otro tres, el otro veinte, el otro cinco y así se juntan mil y ya está, no destruimos nada.

-Las plantas de celulosa han traído mucha forestación en los campos en nuestro país, ¿Cuál es su posición?

-No sabemos para dónde queremos ir, si algo vale, lo quieren plantar; por ejemplo la cebolla dulce para los Estados Unidos, bueno, se planta cebolla dulce. Todo siempre es de casualidad; hasta hace un tiempo se exportaba cebolla dulce, un día no sirvió más y no se exportó más, se trae el ajo y así vamos como avión sin cola, vamos para cualquier lado. Vos tenes que decir, bueno, la tierra que es para alimentos tiene que producir alimentos, chau. Entonces, ahí no se puede plantar árboles. Tenemos que tener un rumbo, carecemos de un plan. Y bueno, aparece una regasificadora porque se le ocurre a Mujica, pero si Aratirí no cuaja y si Argentina no nos compra ese gas que sobra, ¿a quién le vamos a vender el gas de la regasificadora? A nadie, facilísimo.

Desde el momento que se instalaron las plantas de celulosa siguen plantando eucaliptus. Ahora ya tenemos otra planta más y van por otra más, por lo menos, lo dijo Mujica. Siguen plantando eucaliptus, las carreteras cada vez mas rotas porque los camiones son pesadísimos. Aumenta la prostitución en todos los pueblos en donde se está trabajando, por el tema de los camioneros, empezamos a cosechar muchas de las cosas que vienen junto con estos proyectos. En donde se planta eucaliptus después no se puede plantar mas nada; claro que no es como la megaminería, donde ahí si no se va poder plantar nunca más, pero donde se planta eucaliptus -mil plantas por hectáreas- te quedan los tocones y ahí quedarán. Claro dentro de cien años si alguien se lo propone, podría volver a plantar frutillas, por ejemplo, pero tiene que esperar un montón de años. Por este motivo, se tiene que plantar los eucaliptus en las tierras que no sirven más para nada, estas tierras son las que tienen piedras. Pero, ¿por qué no se planta ahí? porque plantar en esas tierras cuesta mas dinero, por lo que es más fácil hacerlo en la tierra buena, cerca del puerto. En el google podes perfectamente ver dónde están plantando, lo hacen en tierras que son perfectamente utilizables para producir alimentos.

-Sacando al PERI de lo ecológico, ¿Qué planteos tienen con respecto a la educación?

-Si llegamos al Parlamento, nosotros nos podemos dedicar solamente a la cuestión de la ecología ambiental, la producción de alimentos, porque podemos tener uno o dos diputados, no podemos aspirar a más que eso. Pero al momento de votar, tenemos que votar lo que se discute, por lo que tenemos algunos lineamientos. En la educación, nosotros como partido nuevo no tenemos desarrollado un plan, pero sí ideas, es decir, tenemos pensado consultar mucho a las inquietudes que tengan los estudiantes, para así saber hacia dónde se quiere agarrar. No queremos hacer planes pilotos de nada como se está haciendo en la actualidad, sino ver para dónde hay que agarrar y seguir por ese camino: para ello hay que consultarlo a los involucrados -padres, docentes y estudiantes .

-¿Cuál es su posición con respecto a la ley de la baja de imputabilidad?

-Pedimos a la convención de que vote y votamos una gran mayoría en contra de la baja, porque no se arregla nada bajando la edad, por lo que nos proclamamos a decir no a la baja.

-¿Cuál es su opinión acerca de la aprobación de la ley de regularización de la marihuana?

-Decimos; plantá tu planta, cuidala con amor y fmala tranquilo en tu casa. Pero no estamos de acuerdo con esto que están proponiendo, de plantar montones de hectáreas de cannabis todas juntas, cuidadas por la Guardia Metropolitana, es un disparate, esto. Es el único monocultivo de cannabis de todo el mundo, por eso decimos que plantes tu planta, podés tener dos, tres cuatro plantas en algún lugar, pero en ningún lugar puede haber más de cien plantas y nunca vender.

¿O sea, entonces usted está a favor del autocultivo?

-Exacto, estoy a favor del autocultivo y en contra de la comercialización de la marihuana.

-¿Qué expectativas tiene el PERI para las elecciones del mes de octubre?

-Nos estamos guiando por lo que dicen las encuestas, podríamos tener un diputado. Las expectativas que tenemos son las de trabajar bien para obtener de la gente la mayor cantidad de votos posibles. Los que nos quieran votar, que nos voten. Podemos tener desde ningún diputado hasta llegar a tener tres, ese sería el margen. Creo yo que si logramos tener un diputado sería más que un logro para nosotros.

¿Usted cree en las encuestas?

-Creo, sí, pero también creo que están flechadas. Hay algunas más serias y otras menos serias, pero siempre hay que tenerlas en cuenta.

-¿En caso de que exista segunda vuelta en las elecciones, qué decisión va tomar el PERI?

-Teóricamente tendríamos que votar anulado, porque como en esta campaña no hay debate, no sabemos a quién votar.

-Hubo comentarios por ahí de que usted estuvo coqueteando con Lacalle Pou y Pedro Bordaberry, ¿Qué hay de cierto?

-Eso no es cierto, ese es el titular de un diario –El Observador- donde pusieron que nosotros estábamos coqueteando con los blancos y colorados, y yo, para contestar eso dije que si el Frente Amplio pone el aguinaldo a los jubilados, vamos a coquetear con el Frente Amplio también, no tenemos problemas. Si Bordaberry propone cuidar el agua del río Santa Lucia, estamos con él; si Lacalle Pou se pronuncia en contra de Aratirí lo vamos apoyar, no hay problema. No es quién lo proponga, sino qué propone. Hoy por hoy, en segunda vuelta estoy anulando mi voto, no sé mis compañeros. ¿Por qué anulo? Anulo porque no sé a qué tengo que votar. Cómo voy a votar si no existe debate, no entiendo.

La campaña es la banderita esa que hizo Lacalle, y Tabaré que dice que éste es muy joven para gobernar; y que él tiene la experiencia, pero eso no es campaña” sentenció.

Franco Recoba

 

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