“Una madre que cometió un delito. Una extranjera que quiere evitar su deportación. Una mujer transgénero que abandona el apoyo institucional”: así describen Privadas: Historias de mujeres en reinserción sus propias creadoras. Producido por Belén Malvarez , dirigido por Yanina Quintero y con Aylen Martínez en montaje y postproducción (las tres egresadas de la FIC), este cortometraje surge de la necesidad de visibilizar y complejizar las trayectorias vitales de mujeres que estuvieron privadas de libertad y egresaron del sistema penitenciario para redireccionar y resignificar su vida. En diálogo con Sala de Redacción, la directora y la productora repasan y reflexionan sobre el proceso de creación y producción del cortometraje. “Vincularnos con esta población nos educó mucho”, coinciden.

¿Por qué “Privadas”?

Belén -Cuando empezamos el trabajo de grado dijimos: “bueno somos tres mujeres: aprovechemos esta realidad para hacer algo con perspectiva de género y que no esté muy abordado en el cine”. Desde el principio teníamos la idea de que fuera sobre madres privadas de libertad con hijos en la Unidad 9, pero llegó la pandemia y fue imposible entrar a la cárcel. Ahí fue cuando decidimos tratar de contactarnos con mujeres que hubieran estado presas pero que ya estuvieran fuera. 

¿Cómo llegaron a ellas? 

Yanina -Nuestra investigación empezó dentro de la cárcel. Ahí conocimos a la ex directora de la unidad 9, y fue ella a quien acudimos posteriormente para que nos ayude a contactarnos con estas mujeres que habían estado privadas y ya estaban en libertad.

¿Cuántas veces vieron a cada una de las participantes?

Belén -Depende del día, a veces teníamos bastante contacto pero no nos veíamos. Llamábamos a dónde vivían ellas, charlábamos. Fue bastante tiempo pero fueron pocos encuentros.

Yanina -También los tiempos eran un tema… con Samara nosotras proyectábamos verla mucho más, teníamos el plan de pasar Navidad con ella, teníamos el regalo y todo.

¿Cómo afectó su proceso de producción y su proceso de vinculación con Samara, una de las tres mujeres que participaba del corto, el hecho de no saber más de ella y no poder seguir contando su historia?

Yanina -En ese momento era ella la protagonista, era tener una persona que “se la banca”. Se notaba su deseo  de cambiar y cómo todo ese camino parecía algo perfecto, era perfecto narrativamente, estaba buenísimo. 

Belén -Pero el documental tiene eso también, es un poco la gracia, la realidad te lleva a donde te lleva… Con Jusara, por otra parte, hablamos muy seguido. Cuando vieron la película les encantó, estaban copadas. Sandra fue al cine a verla con su familia.

¿En qué aspectos este proyecto las desafió? 

Belén -Estar en contacto con esta población nos educó mucho. Hablamos con muchos profesionales que hacía años estaban trabajando con la población infractora penal, y es ahí cuando todas las ideas que uno tiene las baja a tierra y ve la realidad. Para nosotras había dos objetivos muy importantes: no queríamos victimizar a las mujeres que estuvieron privadas de libertad, tampoco queríamos entrar en el morbo de qué fue lo que hicieron para estar en esa situación. Fue una decisión muy difícil, en la parte de montaje, si contar o no contar el por qué estuvieron presas. 

Yanina -Por otro lado, también es muy difícil mantener el contacto con estas personas. Porque tienen otros problemas, otras responsabilidades, otras presiones; otras dinámicas. También se trataba de entender que su propia realidad condiciona sus prioridades y obviamente la prioridad nunca iba a ser que nosotras las fuéramos a filmar.

¿Qué une a estas mujeres? 

Belén -Creo que hay varias cosas que las conectan y desconectan. Algo importante es todo lo que rodea a las feminidades y lo que se asocia a lo femenino. Los tres casos son personas que se ocupan de cocinar, de limpiar, de cuidar, eso se ve de forma clara.

Yanina -Creo que también esto de que todas quieren moverse. Y en definitiva a todas se les presentan determinadas trabas, obstáculos. Y ahí también se ve otra cosa que las une: ser mujeres, ser pobres, ser ex privadas de libertad y estar de alguna forma u otra solas. Eso es en sí mismo una traba. 

Belén -Sí, y yo creo que también hay algo de lo meritocrático, que es un poco lo que queremos transmitir en el storyline de la película. Se enfrentan a un sistema que además de todo lo que es, es meritocrático. Porque aunque todo el mundo te dice que cualquier persona puede estar presa, que es cierto, parece que las cárceles están hechas para personas pobres.  

Privadas es un documental producido en el marco del trabajo final de grado de la Licenciatura en Comunicación de la Facultad de Información y Comunicación de la Udelar. Luego de egresar, sus autoras se embarcaron en un nuevo emprendimiento llamado “Braga Films” junto con una cuarta compañera. Aunque Braga nació en el año 2022, sus cuatro integrantes trabajan juntas desde el 2017. El emprendimiento consiste tanto en la realización de proyectos fotográficos y cinematográficos propios, como en la cobertura de eventos y sucesos artísticos (se encuentran en Instagram como @bragafilms.uy).

Privadas tuvo su estreno en el Cine Universitario el 23 de abril de este año, fue seleccionado para participar en el Festival Internacional de Escuelas de Cine y exhibido en Cinemateca el pasado 19 de agosto.

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