Foto tomada por Ellie Williams en el Lago Brockhole.

Una misteriosa criatura fue registrada sobre el lago Brockhole, situado en la región de Windermere, Escocia. Ellie Williams, autor de la fotografía, declaró que no podía decir nada al respecto ya que no tuvo intencionalidad de capturar la imagen.
La foto fue realizada con una cámara Autographer que se caracteriza por sacar fotos cada vez que detecta algún movimiento. Williams simplemente lo que hizo fue colocar su cámara en un trípode sobre la orilla del lago y dejo que esta trabajara por sí sola. “Al principio supuse que era un cisne grande o algo así, porque en la pantalla del teléfono no podía ver muy bien”. Luego, al observar las imágenes desde la cámara, notó que se trataba de algo fuera de lo común.
Ellie Williams trabaja para una empresa que se encarga de abastecer bancos de imágenes y realizar fotografías por encargo, lo que generó la polémica sobre si la foto habría sido trucada. Sin embargo se la sometió a varios estudios y nada pudo concluir que la foto estuviera intervenida. Uno de los gerentes de la empresa declaró que: “Sin duda parece real. Y aunque suene ridículo, no podemos ofrecer ninguna explicación lógica”.
Esta imagen salió a luz cuando Escocia se aprontaba para el referéndum que pretendía definir si se independizaba o no del Reino Unido. Es aquí cuando los manifestantes por el No (que defendían la pertenecía de Escocia a la Unión) realizaron una campaña donde utilizaban la foto de la extraña criatura y agregaban que hasta “el monstruo del lago Ness” ya había tomado partido al respecto. Finalmente con un 55% de los votos Escocia seguirá perteneciendo al Reino Unido.
Las sospechas fueron creciendo cada vez más, ya que hay un gran parecido de esta criatura con las supuestas imágenes que del legendario monstruo escocés. Es prácticamente imposible que se trate de la misma criatura, porque si bien no hay una gran distancia ente el lago Ness y el lago Brockhole, no existe conexión entre ellos como para suponer que la criatura se desplazó de un lado a otro.
La leyenda. Los rumores sobre la existencia del “monstruo del lago Ness” provienen desde hace aproximadamente 1500 años; la primera mención se dio en el libro La vida de San Columba, del siglo VII, donde se relata que San Columba habría salvado a un hombre que estaba siendo atacado por un animal de grandes proporciones en el lago.
Sobre finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX fueron innumerables los testimonios que afirman la presencia de esta criatura en el lago. La foto más famosa fue tomada en 1934 y renovó las expectativas en la leyenda. Tiempo después se comprobó que se trataba de un montaje.
Sin embargo una expedición de la Academia de Ciencias Aplicadas de la ciudad de Boston llegó al lago en el año 1972 con un Equipo de Sonar que detecta el movimiento mediante ondas sonoras, acompañado de un sistema de cámaras para fotografiar el mundo subacuático. Con este equipo lograron detectar un objeto de gran tamaño en movimiento; si bien las fotografías no fueron del todo nítidas, dos de las tomas logran definir una aleta y una tercer toma captura el cuerpo de un animal de gran tamaño. Nada confirma que se tratase de Nessie (nombre que se le otorgó al monstruo), pero si sobre la existencia de animales de gran tamaño en el lago.
El 2013 fue el único año en el que no se registró nada extraño en el lago -tras setenta y nueve años consecutivos de supuestas apariciones- lo que hizo pensar a muchos que el mito llegaba a su fin. Pero este año la aplicación de Apple que permite observar la tierra mediante imágenes satelitales, registró una silueta no identificada. Peter Thain uno de los observadores que descubrió la imagen informó que: la forma que se observa bajo el agua parece tener un par de aletas con las que el ´monstruo´se desplazaría”.
No hay ninguna prueba lo suficientemente contundente como para comprobar la existencia de este monstruo pero por otra parte tampoco hay nada que demuestre que esto sea solo un mito, ya que permanentemente surgen evidencias que dan sospecha de la existencia de Nessie.
Joaquín Castro

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