En el marco de la 27º Marcha del Silencio -y oportunamente el día de la madre-, Villa Española presentó en el partido ante La Luz una camiseta en homenaje a Luisa Cuesta, madre de Nebio Melo Cuesta e histórica militante por los derechos humanos. La casaca, que llevó en cada dorsal el apellido de un desaparecido, fue obsequiada a madres y familiares al terminar el encuentro.

La idea de homenajearla partió desde el club: “siempre estaba ahí esa viejita que se nos fue sin saber la verdad, y queríamos dejarla plasmada en la camiseta”, contó a Sala de Redacción Santiago “Bigote” López, capitán y referente histórico del equipo. El diseño fue realizado por Nicolás Fernández, colaborador del club desde 2020, e incluye el retrato pixelado de Luisa en la parte frontal, junto a la leyenda “Verdad, Memoria y Justicia” en un costado, además de la margarita representativa de la organización de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos.

El más innovador de los detalles para la indumentaria de este año fue la inclusión del apellido de desaparecidos en el dorso, en lugar del apellido de los jugadores. “Es la primera vez que un club va a jugar con nombres de desaparecidos”, comentó López, quien agregó que “el concepto es que el gol no lo va a hacer el Bigote; lo va a hacer Tassino”. La camiseta fue presentada en las redes sociales previamente: el escritor Agustín Lucas, ex jugador del club y actual funcionario, escribió el guión del video que fue publicado el pasado 10 de mayo, en el que se relata la jugada de un gol convertido por un equipo de desaparecidos. Para interpretarlo, Lucas se contactó con su amigo el relator y periodista Martín Rodríguez, quien a su vez ha estado vinculado a Villa Española por parte de su familia y también aseguró tener una afinidad con la directiva y su posicionamiento con causas sociales, “en especial con las relacionadas a derechos humanos”, según dijo a Sala de Redacción.

En cuanto a las reacciones del público, Rodríguez no se mostró sorprendido y afirmó que “las repercusiones fueron las esperables, en su gran mayoría buenas”. Además sostuvo que es de “enorme importancia” que un club se involucre en causas sociales, algo “absolutamente necesario por todo lo que hay pendiente”, aunque reconoció que el fútbol “ha sido históricamente reacio a meterse en estas cuestiones” por el “espíritu conservador que ha dominado las estructuras del poder” del deporte desde sus orígenes.

En relación a la decisión de Villa Española de posicionarse en estos temas, Omar Cazarré, secretario del club, explicó a Sala de Redacción que “hay algunos hinchas y socios que no están de acuerdo con que el club se pronuncie sobre absolutamente nada”, aunque agregó que este accionar fue discutido en varias asambleas dentro de la institución y un gran número de allegados comparten e impulsan actividades sociales de este tipo. “Las actividades relacionadas a temas como los derechos humanos realmente nos preocupan a la gran mayoría de los socios”, dijo Cazarré y explicó que estas movidas “van más allá de lo político partidario” y que el club no se involucra en causas partidarias porque “no corresponde hacerlo”.

El secretario del club afirmó además que es “incomprensible” que se pueda estar en contra del reclamo de Madres y Familiares ya que “es una locura” que a casi 40 años del fin de la dictadura todavía hayan uruguayos que “no sepan dónde están sus familiares” y no los puedan despedir. “Tienen el derecho a saber dónde están”, agregó.

A pesar de la gran aceptación del público con el posicionamiento social de Villa Española, los resultados deportivos juegan un rol importante. Según entiende Cazarré, “si hacés movidas sociales y ascendés, ahí está todo maravilloso. Pero si descendés es porque los jugadores se dedicaron a hacer una huerta y no a jugar al fútbol…”. “Lo social no va en desmedro de lo deportivo, son cosas que van de la mano y que se potencian una a otra”, añadió.

Movida contagiosa

En la jornada futbolística del fin de semana Villa Española no fue el único equipo en proclamarse por esta causa: Defensor Sporting salió a disputar su partido frente a Nacional exhibiendo pancartas de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos. Por su parte, el capitán de Racing, Sebastián Diana, usó un brazalete con la característica margarita de la organización en el encuentro contra Rampla Juniors.

En los últimos años han sido cada vez más las instituciones que se han sumado a la causa, algo que se ve con buenos ojos desde Villa Española: “que se recupere el rol social de los clubes para nosotros está bárbaro, el camino es por ahí”, comentó Cazarré, quien a su vez explicó la importancia de que jugadores e instituciones deportivas se vinculen con la realidad social que los rodea, ya que son “agentes sociales con un rol que cumplir y con una capacidad transformadora importante”.

A pesar del aumento de clubes adheridos a esta causa, Nacional y Peñarol mantienen la postura de no pronunciarse al respecto. Aunque en los últimos tiempos ambos equipos se han expresado en relación a causas sociales (sin ir más lejos en el partido clásico por el Torneo Apertura los jugadores posaron juntos mostrando una pancarta con la leyenda “no a la guerra”, en relación al conflicto en Ucrania), la lucha de Madres y Familiares no ha constituido hasta hoy uno de los temas de preocupación. “Si mirás a Argentina tenés a River, Boca, Racing pronunciándose contra el terrorismo de Estado” afirmó Cazarré, y agregó que sería “un golazo” que los grandes de nuestro país se sumen a la causa, más allá de que “las realidades internas y a nivel político son distintas en los clubes grandes”.

FacebookTwitter