NIÑEZ MEDIATIZADA

Paula Baleato, coordinadora del Portal Voz y Vos e integrante del Consejo Asesor en Infancia, Adolescencia y Medios de Comunicación. Foto: Pedro Rincón. la diaria.

“Identificar a los adolescentes” y mostrar escenas con “erotismo”, “pornografía” y “violencia” son los contenidos más denunciados de los que circulan en los medios de comunicación, según informó el Instituto Nacional del Niño y el Adolescente en Uruguay (INAU).
Las denuncias refieren a todos los medios televisivos y también se contempla la radio. En televisión los contenidos aparecen en publicidades, programas y series, contó a Sala de Redacción Alejandra Pacheco, directora de Espectáculos Públicos del INAU y encargada de monitorear y relevar los datos denunciados.
En base a emisiones del año 2013, en 2014 se sancionaron dos situaciones del mismo medio: “Fueron las dos por violación del artículo 96 del Código de la Niñez y Adolescencia”, que prohíbe la identificación del niño, niña y adolescente por cualquier medio de comunicación. Pacheco no quiso responder qué medio fue sancionado económicamente porque el asunto aún está en período de apelación, “hay denuncias que continúan en trámite”, señaló.
Setenta Unidades Reajustables fue la sanción que se le aplicó al medio por mostrar la cara de un adolescente que cometió un delito. La otra situación fue por exhibir ante cámara la cédula de identidad de una adolescente con problemas de adicción.
Sobre este caso, Alejandra Pacheco analizó que si bien la familia cedió el documento al periodista Aureliano “Nano” Folle, “una cosa es el consentimiento (de la familia) y otra la obligación de cuidar, proteger y no emitir”.
Al consultarla sobre la recepción y respuesta que tienen los medios ante las denuncias planteadas, Pacheco afirmó que es muy buena, aunque hay problemas con la “asunción de la responsabilidad”, porque muchas veces quien edita no es el periodista. Pacheco destacó que ha percibido avances desde los medios, sobre todo en las forma de mostrar las cosas. “Incluso notamos que hay un buen ajuste del vocabulario, o sea, ya no se habla de menores, sino que se refieren a niños o adolescentes”, señaló.
La directora contó que la institución se maneja mucho por la vía del diálogo y relató a SdR que en una oportunidad se citó a Folle para conversar sobre casos que lo involucraban. El periodista expresó que si bien él no edita, cuando se hace la cobertura de un hecho se intenta conseguir todo lo posible. Lo que subrayan desde la institución es que el periodista se mostró dispuesto y receptivo ante los planteos, pero que hay asuntos que escapan a él y que no puede quedarse sin trabajo.
Las denuncias provienen en su mayoría de los ciudadanos, pero también las hay de oficio. Si bien no se especifica cuántas son del INAU y cuántas no, al medio sí se le informa si surgieron desde la propia institución o desde la ciudadanía, pero manteniendo el anonimato de la persona.
Los ciudadanos que denuncian son en su mayoría adultos mayores, gente religiosa y personas que viven en hogares donde no hay niños. Los contenidos de las denuncias muchas veces se repiten y el criterio de lo que se denuncia no siempre está vinculado a una vulneración de derechos. Pacheco contó el caso de una serie de TV sobre la que se denunció que “se transmitió al menos una escena en la que se muestra una autopsia e imágenes explícitas de cadáveres, órganos y desechos humanos”.  Si bien puede herir la sensibilidad de algunos, “no hay una sanción para aplicar; existen otras situaciones mucho más graves donde no se muestra nada, pero sin embargo la agresión a nivel verbal o psicológico es peor”, explicó Pacheco.
Sea cual sea el caso, la denuncia siempre se comunica al medio y se le solicita un CD con el contenido. “Se ve el material a través de los calificadores y se chequea si contiene escenas que ameriten una sanción”, informó Pacheco. Una vez culminada esta etapa, se hace una devolución al medio ya que, según la directora, “es importante que ellos sepan qué es lo que está denunciando la gente, que sepan cuáles son las situaciones inconvenientes”.
Surge una interrogante: ¿hasta dónde va la línea que protege los derechos de los niños y adolescentes, y hasta dónde las regulaciones existentes no restringen la actividad periodística o condicionan el desempeño del profesional?
Paula Baleato, coordinadora del Portal Voz y Vos e integrante del Consejo Asesor en Infancia, Adolescencia y Medios de Comunicación, conversó con SdR y expresó que “cuando se discute sobre la necesidad de regular en materia de niñez y adolescencia, siempre se corre el riesgo de que la balanza se incline para el otro lado y que desaparezcan los niños, niñas y adolescentes de la escena pública, pero no es la idea”. Por su parte, Pacheco entiende que no hay censura hacia el periodista porque la sanción que se aplica es posterior al hecho emitido.
No se pretende desplazar a los niños de los medios, ni distanciar a los periodistas de los temas que involucran a este sector social; pero tampoco se trata de eliminar las denuncias porque algo reflejan de los medios y de la propia sociedad uruguaya. Paula Baleato expresó que “la sociedad necesita que exista un periodismo que trabaje denunciando vulneración de derechos, visibilizando buenas prácticas de políticas públicas y contando buenas historias”.
Valentina Troisi
 

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