Foto: taringa.net

La Ley 18471, de Tenencia Responsable de Animales, fue aprobada en marzo del 2009, pero no fue hasta el 2014 que entró en vigencia, luego que el Poder Ejecutivo la promulgó. Así, se creó la Comisión Nacional Honoraria de Bienestar Animal (CONAHOBA), que está a cargo del Ministerio de Educación y Cultura (MEC). Las funciones de la Comisión son, entre otras: asesorar al Poder Ejecutivo sobre políticas de bienestar animal, organizar programas de difusión sobre el tema, fomentar investigaciones sobre comportamiento de animales, controlar la reproducción de los animales de compañía, organizar campañas de adopción o tenencia responsable y llevar un registro de las organizaciones, empresas y prestadores de servicio que trabajan con animales. Pero, fundamentalmente, recibir denuncias sobre maltrato y abandono de animales.

Homero Cabanas, presidente de la CONAHOBA, fue entrevistado por SdR. Contó que cuando se creó la Comisión, recibieron la visita de representantes de la Organización Mundial de Bienestar Animal, quienes alagaron la Ley y dijeron que, en América Latina, es la más avanzada en la materia. A su vez quedaron sorprendidos por la forma en que se trabaja, ya que anteriormente habían visitado el país, cuando la Ley estaba en discusión, y notaron que regía un clima de confrontación entre los distintos actores del sistema. “Por un lado estaba Zoonosis, por el otro los activistas y por otro la Sociedad de medicina Veterinaria. Estaban en franca contraposición unos con otros, y a través de la creación de la Ley y la Comisión hubo un ámbito de negociaciones y de trabajo en conjunto, que creo que favoreció a todos y mejoró”.

Cabanas aseguró que es algo normal que la mayoría de la población aún no esté al tanto de la vigencia de la Ley, ya que es bastante reciente y que, al igual que ocurre con todas las leyes que se aprueban, no hay una difusión masiva por parte de los medios. Relató que intentaron darle transcendencia yendo a programas de radio, de televisión y con notas a la prensa escrita, pero “uno de los mecanismo más efectivos de difusión es cuando pasa algún caso grave de maltrato o lo que sea, que los medios se hacen eco y buscan la nota; entonces ahí nos dan la posibilidad de poder salir, hablar y, en parte, explicar de qué se trata y cómo funciona la Comisión.”

Según informó el MEC en su página web, la Comisión ha recibido un promedio de mil denuncias por maltrato y abandono animal en un año, cifras que no parecen coincidir con la realidad que viven los refugios, a los cuales llegan muchísimos animales por día y se encuentran desbordados.

Homero Cabanas habló de los refugios y ONG que actúan en Uruguay, y de su relación con la CONAHOBA. Confesó que muchos ayudan a la Comisión y se hacen cargo de algunos animales de los que se incautan por maltrato, pero que hay otros que ven a la Comisión como competencia o que están en su contra.Con algunos hemos tenido problemas y, lamentablemente, hemos dejado de trabajar con ellos. La principal razón es que hay gente que es muy fundamentalista, muy irracional y no entiende que es una comisión del Estado y no una ONG”. En su opinión, el problema se encuentra en la mentalidad de la sociedad, ya que luego que se adopta un animal hay que hacerse cargo, porque éste pasa a ser 100% dependiente. Muchas veces, por diferente motivo lo abandonan y, si tiene suerte, llega a algún refugio que cuentan con la voluntad de sacarlos de la calle pero no con el dinero para tener, en condiciones aceptables, a tantos animales. Cuando uno se hace cargo de una ONG tiene que tener la seguridad de que va a conseguir mensualmente la cantidad de fondos suficientes para mantenerlos. Hay muchos que tienen el corazón más grande que el bolsillo, y tienden a recibir más animales que los que pueden, y las condiciones en la que están son muy malas. Pero en la medida que no hay otra opción, es un mal necesario”, según la opinión del presidente de la Comisión.

Por último, Cabanas subrayó que falta camino por recorrer y que una de sus principales prioridades, es la creación de un software que permita llevar cifras estadísticas y datos de animales y de sus dueños, y todo tipo de denuncias. También pretenden incluir en ese sistema una base de datos de posibles adoptantes; un listado por departamentos y zonas, para que cuando se requise un animal tenga a donde ir. Agregó que “es la única posibilidad que tenemos de poder obtener datos y de saber dónde estamos parados, cuántos animales hay, en qué estado están, cuántos están castrados, cómo se distribuyen, distribución por raza, por tamaño, por edades. Un montón de información que es fundamental a la hora de planificar y de defender políticas concretas”.

Julieta Añon

 

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