BB King durante un show en Londres, 1981. AFP PHOTO

Aquellos que moldearon el rock and roll como forma de vida o pasatiempo, en algún momento del viaje se detuvieron en la figura de Riley B. King. Este hombre nacido en “la cuna del blues delta”, como se conoce al Delta de Mississippi, se encargó, desde finales de los años 40, de mostrar la música que lo crió en diversas partes del globo. El jueves en la mañana mientras dormía, B.B. King dejó viuda a su guitarra negra “Lucille”.

El toque de su instrumento no solo fue una marca registrada dentro de varios estilos musicales sino que también fue un mojón directo para toda una generación de jóvenes que buscaban electrificar el blues a principios de los ’60. Uno de esos muchachos fue Eric Clapton, afamado guitarrista, quien dejó en las redes sociales un video en referencia a la partida de su amigo. “Quiero darle las gracias por toda la inspiración y el aliento que me dio como intérprete a lo largo de los años”, expresó.

Faro negro

Uno de los 15 premios Grammy que consiguió “el chico de blues de la calle Beale”, su sobrenombre de juventud, fue obtenido junto a Clapton en el año 2000 por el disco “Riding with the King”. En el video, Clapton aconsejó a aquellos que no tengan vínculo con la obra de King que inicien la misma a través de “Live at the Regal” ya que allí está “la forma pura en que lo hizo B.B“, argumentó.

La crítica musical destaca principalmente del guitarrista, y padre de 15 hijos, sus apasionados acordes. Fue una influencia para muchos músicos, tanto contemporáneos como posteriores, al punto de que Buddy Guy, un salvaje guitarrista, alguna vez dijo a la revista Rolling Stone: “Antes de B.B. todos tocaban la guitarra como si fuera una acústica”. La mezcla de estilos -country, blues, gospel, jazz- sumado a la electricidad, conformaron la esencia de King, quien a los 7 años escuchó una guitarra eléctrica en una iglesia y quedó sin palabras para explicarlo.

Guitarra y vos

Un golpe de puño que es replicado con otro y así continúa el asunto, hasta que una lámpara de kerosene cae y el lugar se incendia. Allí estaba B.B. King esa noche y al tener que evacuar el lugar de apuro, dejó su guitarra. El retorno en busca del instrumento se convirtió de hecho en el comienzo de una de las parejas más famosas de la música popular. La leyenda cuenta que Lucille era el nombre de la mujer que generó la pelea previa al incendio, así que el nacido en Mississipi no tuvo que pensar mucho en cómo iba a llamar a su guitarra.

La relación entre el músico y su negra guitarra Gibson ES-355 -las guitarras “Lucille” a lo largo de la vida de King superan la docena- fue más allá del amor por el objeto. En la música del blusero del delta se puede hallar un “diálogo” entre la voz de B.B. y el sonido de “Lucille”, temática que alguna vez abordó desde su sitio web: “Cuando canto, toco la guitarra en mi mente; al momento de parar de cantar, empiezo a cantar a través de Lucille”.

Se fue una influencia ineludible para muchos de los ídolos culturales de finales del siglo XX, y aunque él mismo no se lo tomaba en serio, contó a Rolling Stone que una noche “estaba mirando la tele, y el cantante de los Beatles, John Lennon, dijo que desearía tocar como B.B. King. Casi me caigo de la silla. Es el grupo más grande de la Tierra y el tipo dice eso de mí”.

Sebastian Penni

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