Parientes y amigos reclaman la liberación de los periodistas secuestrados. AFP PHOTO / RODRIGO BUENDIA

El equipo del diario El Comercio, de Quito, integrado por el periodista Javier Ortega, el fotógrafo Paul Rivas, y el conductor Efraín Segarra, fue secuestrado en la frontera de Ecuador y Colombia, cuando investigaban la violencia ejercida en esta zona por grupos armados. Se adjudicó el secuestro a disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) vinculados con el narcotráfico.

RCN Noticias difundió el martes 3, un video en el que aparecían los tres secuestrados encadenados con candados al cuello. Además de ser una prueba de vida, en el video dieron a conocer las peticiones del grupo armado responsable de sus retenciones.

Para su liberación, pidieron un intercambio por tres miembros del grupo armado; al gobierno le exigieron la anulación del convenio con Colombia para acabar con el terrorismo.

Respecto del video difundido, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, catalogó de “muy poco digna” la situación de los periodistas y manifestó su malestar y rechazo porque éste haya sido público, porque puede entorpecer la negociación. Por eso, el gobierno hace silencio total. La declaración de Moreno es la única oficial. En ella, expresó que la liberación del equipo periodístico es de ‘alta prioridad nacional'” y agregó que “como presidente comprometo todos mis esfuerzos para que esto se pueda lograr“.

En todo el mundo quienes forman parte de los medios de comunicación se han manifestado en apoyo a estos profesionales con la campaña “Nos faltan 3”.

El jueves 5, en Quito, familiares, allegados y compañeros de los secuestrados formaron parte de una misa en el centro histórico de la ciudad para orar por su liberación. Luego se dirigieron caminando a la Plaza de la Independencia, frente a la casa de gobierno, a pedir por su liberación y reclamar por la lentitud de la negociación, bajo la consigna Los queremos vivos”.

Noelia Benítez

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