Bait Yehudi es un partido israelí de tinte confesional, que tiene su base en el movimiento religioso de las colonias. Allí radica una de sus diferencias con el Yisrael Beiteniu de Lieberman, sionista laico y con base en los inmigrantes provenientes de la ex Unión Soviética en los últimos 25 años. Sin embargo, ambos defienden una postura intransigente hacia el conflicto israelí-palestino al interior del Ejecutivo israelí.
Disputas en el Ejecutivo. Para Mario Sznajder, profesor titular de Ciencia Política en la Universidad Hebrea de Jerusalem, “nadie en Israel envidia hoy la posición de Netanyahu”. Según el académico, la coalición de derecha que hoy gobierna Israel se encuentra tensada por dos polos. La ministra de Justicia, Tzipi Livni, y el de Finanzas, Yair Lapid, son las caras visibles de los sectores de la coalición abiertos al diálogo. Livni incluso fue la encargada de dirigir las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos propiciadas por el secretario de Estado estadounidense John Kerry a mediados del año pasado.
Pero con la escalada de violencia de los últimos días la posición de Livni y Lapid queda en franca desventaja. “La opinión mayoritaria en Israel hoy día es de no hacer ningún cese al fuego, seguir adelante, inclusive llevar adelante la operación terrestre” señaló Sznajder en conversación con Sala de Redacción, e indicó “esa es también la posición de Lieberman y de Bennet”.
Según Sznajder, la escalada actual fue originada por Hamas. El experto en política israelí sostuvo que los sectores más extremistas de ese movimiento islámico, aquellos con núcleo en la ciudad cisjordana de Hebrón, presionan al resto de la organización, en especial al sector que gobierna en la Franja de Gaza, al enfrentamiento constante contra Israel. Es este sector radical del movimiento el que parece haber protagonizado el secuestro de los tres jóvenes israelíes asesinados el mes pasado.
Pese a no ser los generadores de la actual situación, entiende Sznajder, los beneficiarios directos a nivel político dentro de Israel son el sector más a la derecha. “Tanto Lieberman como Bennett tienen una posición ideológica que es absolutamente anti Hamas. Netanyahu también maneja una retórica anti Hamas, pero esta semana estaba negociando un cese al fuego a través de Egipto. Lieberman y Bennet consideraron eso intolerable”.
Como consecuencia, Lieberman quebró el frente político entre Yisrael Beiteniu y el partido de Netanyahu, el mayoritario Likud. Sin embargo, permaneció en la coalición de gobierno. Para Sznajder se trata de “una maniobra política sofisticada por parte de Lieberman”, “al mismo tiempo que Lieberman anunció la ruptura del frente y votó en contra de la propuesta egipcia de paz dentro del gabinete, el ministro de seguridad interior, (Yitzhak) Aharonovich, votó junto con Netanyahu a favor de esa propuesta”. Lo paradójico es que Aharonovich pertenece al mismo sector político que Lieberman. Con esta maniobra, el canciller israelí “adquiere la libertad de criticar a Netanyahu”, lo que le reportaría aumentar su popularidad y caudal de votos en las actuales circunstancias, “pero sin perder el capital político que significa seguir siendo parte de la coalición de gobierno”.
Bennett, y el sector social que representa, los colonos, también hacen sus cálculos. “El movimiento de los colonos en este momento está muy callado”, “la situación que se ha generado aquí al beneficiar a su partido político y a su líder, Naftali Bennett, es una situación favorable a la continuación de su presencia en Cisjordania. La lógica de ellos es, creo yo, una lógica muy táctica, muy de corto plazo y muy simplista: cuanto peor mejor. Cuanto peor la situación con los palestinos, más legitimidad adquieren dentro de Israel, e inclusive internacionalmente, entre los círculos que no ven posible la negociación con Hamas”.
De cualquier manera, y a pesar de las divisiones de las últimas semanas, “hay que tener en cuenta que la responsabilidad central está sobre Netanyahu, y que pese a que Lieberman es canciller, la firma de todo lo que se hace en Israel la tiene Netanyahu”, manifestó el politólogo israelí. A la hora de formar la coalición de gobierno, el Primer Ministro otorgó a Lieberman el puesto que tiene actualmente. “En el sistema parlamentario israelí, luego del cargo de Primer Ministro, los otros dos ministerios más importantes son Defensa y Relaciones Internacionales” señaló Sznajder. Vale recordar también que Naftali Bennet y Ayelet Shaked dieron sus primeros pasos en la política israelí trabajando para la oficina de “Bibi” Netanyahu durante gobiernos pasados.
Francisco Claramunt