Desde 1995 cada 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, decretado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para generar una toma de conciencia y erradicar mitos o estigmas. Con motivo de la conmemoración de esta fecha, el viernes 9 de octubre se realizó en el edificio del Ministerio de Salud una conferencia de prensa en la que el ministro Daniel Salinas sostuvo: “hoy pensamos que es un buen momento para rever nuestra actitud en este plano, la pandemia de COVID-19 de alguna manera desnudó la importancia que tiene la salud mental; no hay una salud integral sin ella. Es un asunto de todos, afecta a todas las personas de manera diferente y los cambios a nivel de la rutina laboral también construyeron un desafío muy interesante“.

La OMS estima que actualmente existen más de 1000 millones de personas en el mundo que sufren algún tipo de trastorno mental, en una población de 7200 millones. En Uruguay, el Plan Nacional de Salud Mental -que está implementado en base a la Ley Nº 19.529 aprobada por el Parlamento en el 2017-, ha generado un paso en la legislación, que se ve reflejado en la presentación del presupuesto nacional para el cumplimiento de los objetivos que implican un cambio en el modelo asistencial, concluyó Salinas durante la conferencia.

Los trastornos en la salud mental no son como cualquier otra patología biológica y pueden no presentar síntomas. Es más bien un estado y no una enfermedad. El artículo segundo de la Ley 19.529 cita: “…se entiende por salud mental un estado de bienestar en el cual la persona es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad…”.

El Sindicato Médico del Uruguay (SMU) es uno de los actores que hacen hincapié en recordar que esta ley trae consigo un nuevo modelo asistencial de la salud mental con una red única de asistencia, donde la atención comunitaria está coordinada con atención especializada, según indican en su sitio web. Además, se apunta a un abordaje integral e interdisciplinario, donde diversos técnicos, profesionales y cuidadores interactúen en la conformación de equipos básicos y equipos especializados. Para lograr estos objetivos es fundamental la eliminación de los contratos precarios en el Patronato del Psicópata (la comisión honoraria creada para controlar el proceso de internación y reinserción del enfermo), la incorporación de personal de alta dedicación tanto a nivel comunitario de las especialidades básicas del paciente como de psiquiatría, también la conformación de centros de referencia para el tratamiento integral de personas con uso problemático de drogas.

Durante una jornada recreativa que celebró el Día Mundial de la Salud Mental en la explanada de la Intendencia de Montevideo, la directora de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH), Josefina Plá, habló con Sala de Redacción y explicó que “la salud mental es un bienestar general. Tiene que ver con muchas cosas de la vida cotidiana, como el sentirse con capacidades y útil a la comunidad. Cuando uno siente que en el entorno puede aportar algo, se percibe integrado, igual a los demás, es una identidad que vale a la salud mental”. Y agregó: “también lo que queremos transmitir es que esto es un problema de todas las personas, de la sociedad en general, no de algunas”.

La Ley de Salud Mental propone un enfoque integral y apunta a hacer cambios en el sistema integrado de salud, como cerrar todos los manicomios para el año 2025. A través de dicha ley también se crearon mecanismos de protección de derechos: la Comisión Nacional de Contralor de la Atención en Salud Mental, en coordinación con la INDDHH, deberán difundir información sobre las normas aplicables en salud mental (“particularmente las que refieren a los derechos humanos de las personas con trastorno mental, así como sobre los dispositivos para la protección de los mismos a nivel nacional e internacional”, según su artículo número 40).

“Lo que tiene que ver con salud mental también está -como decía Josefina-, intrínsecamente ligado a los Derechos Humanos, a las situaciones de la vida cotidiana, a la educación, al trabajo, a la economía. La salud mental es un tema multicausal muy complejo, por lo tanto justamente lo que plantea la Ley de Salud Mental es un abordaje desde esa complejidad, desde las diferentes formas de poder acompañar los procesos de salud, y no solamente desde el aspecto más sanitario o biológico”, dijo a Sala de Redacción la psicóloga Mónica Giordano, integrante de la INDDHH y representante de este organismo en la Comisión Asesora en Salud Mental (dispuesta por la misma Ley).

Otros cambios que se promueven a partir de esta norma son el reconocer y garantizar el derecho a la salud mental de todas los habitantes y residentes del país, sean usuarias o no de los servicios de salud mental. El abordaje debe ser integral e interdisciplinario, basado en los derechos humanos y con responsabilidad de todos los organismos del Estado y la participación de la sociedad civil. Pretende avanzar hacia un modelo comunitario, que privilegie la prevención y que la atención se realice en la comunidad (barrios, pueblos, localidades o departamentos). Prevé la participación de la ciudadanía -especialmente de las personas usuarias en la construcción de las políticas para la salud mental- y contempla el derecho de la persona a ser partícipe de las decisiones sobre su propio tratamiento. Se promueve además la creación de centros de atención comunitaria, centros de rehabilitación y espacios para la integración social, residencias con apoyo y viviendas para las poblaciones más vulnerables. También la adecuación de los programas y dispositivos ya existentes para lograr la atención integral y la integración social, así como el cierre de los hospitales psiquiátricos públicos y clínicas psiquiátricas privadas (las internaciones deben realizarse en salas de salud mental de Hospitales Generales).

“Las personas en Uruguay que tienden a estar institucionalizadas por salud mental, los privados de libertad, los adultos mayores, son grupos sobre los cuales aún hay que seguir trabajando bastante. Nos consta que este gobierno está haciendo bastante énfasis en cuestiones de salud mental, lo demuestran las cifras que publicaron en cuanto al presupuesto para tratar estos temas”, opinó por su parte a Sala de Redacción Mireia Villar, coordinadora residente de las Naciones Unidas en Uruguay.

Una radio que rompe mitos

Surgida en 1997, la radio Vilardevoz 95.1 FM (una “radio de locos”, de “locos por la radio”) representa desde entonces una herramienta participativa para mejorar la salud mental de los pacientes del Hospital Psiquiátrico Vilardebó. Esta radio comunitaria surge a iniciativa de un grupo de estudiantes de psicología que buscaban romper los muros del hospital psiquiátrico y hacer circular la palabra; desde hace 23 años en ese lugar se promueve la salud mental por medio de la libertad de expresión y la autonomía.

En abril 2018 se estrenó la película documental “Locura al aire”, donde se puede ver la cotidianidad de la radio, cómo funciona y quienes están en ella. Alba Villalba, participante del proyecto radial, contó a Sala de Redacción: “lo que más me llena es formar parte de un dispositivo comunicacional y ofrecer al mundo lo que significa la locura liberada en la voz. La comunicación nos da esto, rompe rejas, rompe mitos, rompe realidades que vienen desde hace prácticamente un siglo y tienen que ver con eso de que la locura se encierra por ser distinta. Lo que queremos transmitir es que la locura es alegría, es color, es arte, es tener el derecho a vivir una vida digna”.

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