Manifestantes palestinos huyen de los gases lacrimógenos tirados por las fuerzas de seguridad de Israel. 30 de marzo de 2018. AFP PHOTO / MAHMUD HAMS

El pueblo palestino inició, el 30 de marzo, la Gran Marcha del Retorno, una movilización que alienta a los palestinos a acercarse a las fronteras con Israel para reclamar por el derecho de los refugiados de volver a sus hogares. La movilización, que durará seis semanas, comenzó con un saldo trágico para los palestinos en Gaza: varios jóvenes apedrearon a soldados israelíes y, en respuesta, los militares israelíes arrojaron gases lacrimógenos contra los miles de hombres, mujeres y niños que ondeaban banderas palestinas. La jornada se convirtió en la más sangrienta de los últimos cuatro años: ese primer día hubo 16 palestinos fallecidos y más de 1.400 heridos; no hubo víctimas israelíes. A menos de tres semanas del inicio de la marcha, ya son más de 30 los palestinos que han sido asesinados.
A raíz de la masacre del 30 de marzo, el presidente de Palestina, Mahmus Abás, solicitó a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que tomara “medidas inmediatas” para proteger a los ciudadanos palestinos contra lo que calificó como  una “escalada de la opresión diaria”.
Se generaron reacciones en todo el mundo, uno de los primeros en pronunciarse fue el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien solicitó una investigación “independiente y transparente sobre los hechos”.
El mismo 30 de marzo, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió de manera urgente para discutir los hechos y expresó que la situación “subraya la necesidad de revitalizar el proceso de paz que permita que palestinos e israelíes vivan lado a lado en paz y seguridad”. En la misma línea Tayé-Brook Zerihoun, titular de Asuntos Políticos de ONU, aseguró que Israel “debe cumplir sus responsabilidades según la ley internacional humanitaria”, norma enmarcada en los acuerdos de Ginebra que establece la prohibición de matar o herir a un adversario “que haya depuesto las armas o esté fuera de combate”.
Para hacer la Gran Marcha del Retorno, los palestinos se establecieron en cinco campamentos a lo largo de la frontera; cruzando la línea, las fuerzas armadas israelíes desplegaron tanques y francotiradores.
En un comunicado de prensa, el Ejército israelí alegó que los palestinos se manifestaron “violentamente” en cinco localidades diferentes de la Franja de Gaza e Israel y aseguró estar preparado “si fuera necesario” para responder a las manifestaciones en toda Gaza. Responsabilizó de la masacre al Movimiento de Resistencia Islámica Hamás, y dijo que esta organización terrorista “pone en peligro la vida de la gente”. El ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman declaró que los militares hicieron “lo que tenía que hacerse”.
Miles de personas se congregaron en las calles de Londres para solidarizarse con el pueblo de Palestina y condenar la pasividad del gobierno británico ante la actuación del régimen israelí. En su proclama calificaron de “escandalosa” la muerte de 30 personas en una semana de protesta. Paralelamente también hubo protestas en ciudades como Melbourne y Vancouver.
Reacción en Uruguay
El gobierno uruguayo lamentó la masacre del 30 de marzo. El 2 de abril el Ministerio de Relaciones Exteriores expresó en un comunicado de prensa su “más profunda condena a los hechos acaecidos en la Franja de Gaza” y se sumó al llamado de Guterres para que, mediante una investigación independiente, transparente y confiable, se determinen “las responsabilidades del caso”. La cancillería uruguaya exhortó, además, a las partes en conflicto a retomar el diálogo para una coexistencia pacífica con “fronteras definidas y seguras”.
En diálogo con Sala de Redacción, Rubén Elías, miembro de la Comisión de Apoyo al Pueblo Palestino en Uruguay, manifestó su decepción con la matanza en Gaza, y señaló que “se ve a los palestinos como sub humanos que merecen ser muertos simplemente por reclamar sus derechos”.
Cabe destacar que gran parte de la población de la Franja de Gaza es refugiada de Naciones Unidas y que la manifestación que el pueblo palestino inició el 30 de marzo pugna por la implementación de la resolución Nº 194 de la Asamblea General de la ONU, que dicta el derecho al retorno, lo antes posible, de todos aquellos refugiados que deseen regresar a sus hogares.
Esta matanza es sólo “una continuación de la limpieza étnica que padece el pueblo palestino”, aseguró Elías.
En diálogo con Sala de Redacción, el colectivo “Uruguayos por una Palestina Libre” afirmó que existe “ocupación del Ejército de Israel sobre el pueblo palestino” y que “el régimen sionista de Israel incursiona en territorio palestino hace décadas“. Al mismo tiempo expresó su preocupación por la falta de información sobre la realidad en Medio Oriente, y en particular en Palestina, el colectivo señaló que “no se está atendiendo el tema”. Aseguraron, además, que los líderes mundiales no están interviniendo para para frenar la ocupación “genocida” que está teniendo “vía libre” y reprobaron “muy pocos gobiernos alzaron su voz“.
Contexto que no ayuda
La Gran Marcha del Retorno se está desarrollando en medio de un complejo escenario mundial donde, desde diciembre de 2017, el estatus de Jerusalén -tierra con fuertes connotaciones religiosas para los países de Oriente Medio- está en discusión, luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la declarara capital de Israel y trasladara allí su embajada. Esta acción provocó el rechazo en el resto del mundo, porque dificulta el mantenimiento de la paz en la zona.
Es de esperar que la cifra de fallecidos y heridos continúe aumentando con el paso de los días. Está previsto que la concluya el 15 de mayo “donde Israel conmemora la independencia, que es parte de la limpieza étnica, y los palestinos conmemoran la Nakba, la catástrofe”, añadió Elías.
Leidi Pérez
 

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