Foto: SdR/Matías Pérez
Este sábado comenzaron los partidos de pretemporada y Sala de Redacción fue a la cancha de Champagnat, ubicada en Rambla Ghandi, en donde jugaron los cuatro equipos que componen la Liga Uruguaya de Fútbol Americano (LUFA). A las 13 horas el campo se tiñó de verde y rojo cuando se enfrentaron Emperadores contra Barbarians con victoria de estos últimos por 21 a 12. A partir de las 15 fue el turno de Spartans contra Golden Bulls que finalizó con triunfo de los Golden Bulls 27 a 12.
¡ESTO ES FÚTBOL AMERICANO! El fútbol americano está lejos de ser solo un juego de contacto ya que además de la parte física requiere mucha estrategia. Empezó con un grupo de aficionados que se juntaban a jugar flag fútbol, deporte que se juega con una pequeña bandera colgada en los costados y sin equipamientos. Ahora la Liga se compone de cuatro equipos (Barbarians, Emperadores, Golden Bulls y Spartans).
Estos equipos conforman además la selección uruguaya de fútbol americano, “Los Charrúas”, la cual fue pionera en América del Sur, teniendo su mejor momento entre 2005 y 2006, años en los cuales le ganó tanto a Argentina como a Brasil. Hoy en día la selección ha jugado bastante pero “los resultados no han acompañado” dice Walter Hernández, jugador de los Barbarians y miembro de la directiva de la LUFA. Según explica, los jugadores se fueron jubilando o retirando y no tuvieron una reposición de gente joven y nueva, por lo cual el desempeño de la selección empezó a bajar. Sin embargo ya están entrenando y enseñando a nuevos jugadores jóvenes.
Desde al año 2005 en la Liga comenzaron a jugar equipados y a competir entre ellos. Ese año el título fue para Barbarians, quienes también se consagraron en 2011 y 2012. Emperadores consiguió la Liga en los años 2006, 2008 y 2013 mientras que los Golden Bulls salieron campeones en 2007 y 2009. Por inconvenientes en la directiva de la Liga en los años 2010 y 2014 no se jugó la final de año, por lo cual no se dictaminaron los ganadores.
TODO A PULMÓN. La Liga cuenta con una comisión de padres, la cual está en todos los partidos y se encarga de dar apoyo a los jugadores tanto espiritual como económicamente. Esta comisión resulta muy útil ya que la LUFA no cuenta con apoyo externo. Para obtener ingresos, venden comida y bebida durante los partidos a los jugadores y a las personas que van a verlos, y el dinero recabado es volcado a los cuatro equipos por igual, haciendo compras como pelotas o camisetas de entrenamiento.
Una de las mayores preocupaciones de la Liga es la poca difusión que tiene este deporte en el país. Desde la comisión afirman que “la difusión es nula, no existe. Es todo a pulmón; lo hacen porque les gusta pero les cuesta mucho trabajo. Todo es una lucha”. La Liga en general se encarga de difundirlo por cuenta propia, entregando volantes, dando charlas en colegios, haciendo campaña de llamados por Facebook y hasta los mismos equipos tienen la posibilidad de incorporar jugadores invitando a sus amigos o poniendo afiches por ejemplo en sus gimnasios. La comisión cuenta que la gran difusión que realizaron a través de Facebook este año, y el seguimiento a los interesados que realizó la directiva, dio como resultado que aproximadamente unas cuarenta personas se interesaran en el deporte, “demostrando que si fuera más conocido serían muchos más los que empezarían a jugarlo“, afirman. Hernández dice que “cuando no hay temporada del fútbol común se abren las puertas para nuestro deporte”.
La importancia de que sean más las personas que participen del deporte se explica en que se necesitan jugadores para situaciones especiales, once especialistas para defender y once en la ofensiva, un gran número por encuentro. Además, ayuda a enriquecer las disputas, ya que serían más participantes por equipo. Cada año se realizan llamados a inscripciones y la idea es prepararlos a través de las clínicas formativas con una duración de aproximadamente dos meses. Luego de esto se realizan drafts (selección de jugadores) al igual que lo hacen las universidades de Estados Unidos. Sin embargo en este país no son únicamente los novatos los que ingresan en el draft sino también jugadores libres, sin equipo. Esta modalidad ayuda a que el torneo sea más competitivo, ya que el equipo que quedo último el campeonato anterior será el primero en elegir jugadores.
La ventaja de este deporte es que permite que lo jueguen personas de diferente complexión física. Hernández, quien además es uno de los jugadores con más experiencia, explica que “se necesita gente grande, alta, pero también chicos y rápidos. A veces a los jugadores que los ven más pesados para otros deportes, en este terminan siendo los más queridos porque protegen a los demás, sobre todo a los corredores que pueden avanzar y recibir el balón en un pase largo. Es una buena oportunidad para que el que no es hábil en otros deportes en este se pueda destacar”.
Irene Núñez / Matías Pérez
