El tiempo de Tabaré Vázquez como el dueño del trono de hierro comienza a terminarse y el primer paso para designar a su sucesor serán las elecciones internas de este domingo, que van a estar marcadas por una gran variedad de partidos políticos y precandidatos. En total, en esta instancia 15 partidos presentan 28 candidatos.
Si se compara esta cifra con las elecciones internas de 2014, el número de partidos tuvo un gran aumento, ya que en esa instancia se presentaron diez, de los que siete vuelven a hacerlo en 2019: Frente Amplio (FA), Partido Nacional (PN), Partido Colorado (PC), Partido Independiente (PI), Unidad Popular (UP), Partido de la Concertación, Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI) y Partido de los Trabajadores. Por otro lado, los debutantes son Cabildo Abierto, Partido Digital, el Partido Democrático Unido, Partido Abriendo Caminos, Partido de la Gente (PG), Partido Orden Republicano y Partido Verde Animalista, que fueron creados para participar este año. No sólo los partidos aumentaron, sino que también lo hizo el número de precandidatos, ya que se duplicó en comparación con las elecciones anteriores, cuando hubo 14.
El politólogo y docente del Departamento de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales, Daniel Chasquetti, explicó a Sala de Redacción que la aparición de tantos partidos nuevos se debe al “debilitamiento del partido de gobierno”. “Esto ha generado varias propuestas para los ciudadanos que no están conformes con lo que presentó el partido de turno, por eso nos encontramos con este panorama”, añadió.
El oficialismo
El FA presenta cuatro aspirantes a la presidencia, lo que podría explicarse por la ausencia de un líder fuerte como lo fue Vázquez durante años. En cambio, Chasquetti considera que ello se da más por aspectos generacionales antes que por la ausencia de liderazgos. Además, entendió que la diversificación de candidaturas puede ser beneficiosa para el partido: “Esto abre más variantes para elegir, se ve a los candidatos muy unidos pese a tener ideas diferentes y esto genera una confianza en el votante a la hora de votar a su partido”.
Según las últimas encuestas, Daniel Martínez lidera la intención de voto en el FA, seguido a varios puntos por Carolina Cosse, por lo que son los candidatos con más oportunidades de ganar la interna. Martínez recibió el apoyo de varios sectores del FA, entre los que se destacan el Partido Socialista y el Frente Liber Seregni. Por su parte, Cosse recibió el respaldo del Movimiento de Participación Popular, que es el sector que mejor votó en las elecciones nacionales de 2014. Chasquetti considera que si Cosse no es la ganadora, es muy probable que de todas formas integre la fórmula presidencial, debido a que dentro del partido tienen un buen concepto de ella. “El FA busca una imagen femenina para su fórmula, no tengo dudas de que si alguno de sus compañeros gana la interna, le ofrecería a Cosse la vicepresidencia”, fundamentó.
La oposición
A diferencia de lo que pasa en el FA, el politólogo considera que en el PN se creó un “ambiente muy tenso”, ya la entrada en escenda de Juan Sartori como precandidato revolucionó la interna blanca. Según valoró, se trata de “un tipo multimillonario que viene de afuera y hace una política totalmente diferente al resto”. En pocos meses, Sartori logró posicionarse en el medio de los sectores más populares del PN, el Wilsonimo y el Herrerismo, captando votos de ambos grupos.
Chasquetti definió a Sartori como “una persona demagoga, de esos precandidatos antiguos que existían y que la interna blanca se encargo de extinguir, pero ahora reaparece”. Además, dijo que es de “esos políticos que prometen cosas a personas de bajo recursos para conseguir sus votos, cosas que saben que no van a cumplir”. “Él está haciendo una campaña sucia, prometiendo cosas que sabe que no va a cumplir y denigrando a sus oponentes; tiene asistentes y asesores para generar campañas mal vistas por el resto y eso genera molestias”, explicó Chasquetti. Para el politólogo, es de esperar que el día de la elección interna el precandidato “lleve gente a votar” en todo el país por las listas que lo apoyan, aunque “después va en cada persona lo que vaya a votar o no en ese día”.
Por su parte, el PC intenta volver al sitio de privilegio que ocupó hasta hace dos décadas y que lo hizo ser el partido de gobierno durante la mayor parte de la historia uruguaya. En las últimas tres elecciones obtuvo sus tres peores votaciones e intenta resurgir tras la partida del líder del sector mayoritario Vamos Uruguay, Pedro Bordaberry. Al respecto, Chasquetti señaló que esperaba que el PC creciera “mucho más”, pero “cuenta con un 15 por ciento en las encuestas”, que, de todas formas, permite proyectar “mejores números” que cuando estaba Bordaberry.
La novedad en el partido fue que el dos veces presidente de la República Julio María Sanguinetti presentó su precandidatura ante la falta de líderes dentro del PC. Al respecto, el politólogo analizó que “para poder posicionarse mejor, Sanguinetti volvió a su ideología más batllista, por lo cual no se lo puede considerar totalmente derechista, pero sí con tintes”. De los otros cinco candidatos presentados por el PC, el economista Ernesto Talvi es quien, según las encuestas, va a disputarle la interna al ex presidente. Chasquetti entendió que “Talvi se vio muy favorecido del debate ante [el precandidato del FA, Óscar] Andrade”, de donde “salió muy fortalecido, hasta el punto en que llegó a superar a Sanguineti en intención de voto”.
En cuanto a los partidos menores, Chasquetti cree que el PERI y UP pueden mejorar su votación y obtener representación en el Parlamento. “El PI de Pablo Mieres o el PG de Edgardo Novick se han visto debilitados por generar una política de centro, esto ocasiono que los ciudadanos se volcaran a tener una intención de voto por el PN, por mantener una ideología similar”.
En síntesis, a partir del próximo domingo quedará más claro el panorama del camino del nuevo heredero del trono de hierro.
Luciano Casuriaga y Santiago Soto