Frente a más de un centenar de personas y con la presencia de las máximas autoridades departamentales, se inauguró un nuevo sector infantil dentro del Jardín Botánico Profesor Atilio Lombardo, que puede visitarse todos los días de 7 a 18 horas y su ingreso no tiene costo. Montevideo sumó otro espacio de juegos inclusivo y accesible en el marco del proyecto “Hamacas inclusivas para todo el Uruguay” de la Fundación Jazmín. En esta oportunidad, la acción se realizó de manera conjunta con la Intendencia de Montevideo y se llevó a cabo por medio de un concurso abierto en el que participaron estudiantes de Arquitectura.
Jazmín Kopel Div, de 12 años, es hija de Nadia Div y Fabián Kopel. Nació con una discapacidad que afectó su desarrollo motriz e intelectual y fue este desafío el que impulsó a sus padres a soñar con que Jazmín, al igual que todos los niños que no tienen pleno control de su cuerpo, pudiera hamacarse segura y disfrutar de ir a jugar a la plaza. Así nació Fundación Jazmín en 2015, con la búsqueda de transformar la adversidad en alegría. Uno de los propósitos de los padres de Jazmín, fundadores de la institución, es que cada plaza del país cuente con, al menos, una hamaca inclusiva. Se trata de las hamacas nido, de forma redonda y entretejida con una red de alta resistencia, cuyo propósito es que todos los niños, independientemente de sus capacidades, puedan disfrutar de algo que para algunos no era posible: hamacarse en una plaza.
La ceremonia
Sobre el mediodía, hora elegida para la ceremonia inaugural, dos artistas de circo montados en zancos, dan la bienvenida a quienes ingresan por el portón de la Avenida 19 de abril. Luego de recorrer algunos metros por senderos rodeados de emblemáticos árboles centenarios, se encuentra la plaza infantil. Frente a uno de los juegos, otro artista circense lanza al aire burbujas gigantes de jabón. Los rayos que alcanzan las pompas se transforman en pequeños y efímeros arcoíris.
Dentro del sector inclusivo se destacan los colores brillantes, como el azul y el anaranjado. Los pisos son de goma y los espacios entre los juegos son amplios para trasladarse con comodidad. Globos rosados de la Fundación Jazmín en manos de decenas de escolares se mueven con la suave brisa y cada tanto alguno se suelta y vuela alto. Más atrás, un cartel inflable de la Intendencia de Montevideo se distingue por su color verde característico. Se escuchan los pájaros cantar en su hábitat. Los micrófonos están de pie, listos.
El bullicio de la plaza es fiel reflejo de la alegría de los niños mientras juegan. Las nubes grises se disiparon y el sol brilla en el cielo, ahora celeste. “Donde pasa Jazmín sale el sol”, afirma su papá ante los presentes, con la convicción de que no es la primera vez que esto sucede. Ya no estaba fresco sino que el ambiente se sentía tibio y agradable. “Este espacio es para ellos”, expresa su mamá, al abrir el discurso inaugural, y agrega que los niños “nos enseñan que el mundo es un lugar para todos”. Nadia Div remarca que “los niños con y sin discapacidad tienen los mismos derechos, a ser niños, tienen derecho a la infancia, a jugar juntos y a compartir”. Afirma que ese es el espíritu del espacio, que será muy visitado por tantas escuelas uruguayas que eligen el Botánico para sus paseos.
Por su parte, la intendenta Carolina Cosse resalta la forma en que se conciben los espacios y expresó que “estos juegos están llenos de colores pero también de formas, para que cada persona a su manera lo pueda disfrutar”. Opina que “eso lo hace un parque inclusivo” y que esta inauguración les da mucha alegría, ya que “es el resumen de un montón de cosas que le importan a Montevideo”. Destaca, además, el encuentro de la familia y las mascotas, la iluminación presente en el parque para disfrutarlo en un horario más extenso y la capacitación de mujeres que se encuentran realizando tareas de mantenimiento verde.
Foto: Instagram de Fundación Jazmín
Fabián Kopel agradece al equipo de diseño que llevó a cabo el espacio y elige dedicar la ceremonia a su hija mayor: “Yo quiero aprovechar este momento especial para dedicárselo a mi hija Jazmín. Y en nombre de Jazmín a un montón de chicos que no les toca una vida tan fácil como les puede tocar a otros, simplemente les toca una vida diferente”, agrega, mientras el público aplaude.
Kopel siente que Jazmín transformó sus vidas y les hizo ser “mucho mejores personas de lo que éramos”. Afirma que ella les da “la oportunidad de estar presente día a día en cada dificultad” que afrontan, haciéndoles “volver al eje”. Además, expresa que “les encanta haber apostado por la vida y tener cinco hijos”. Emocionado, finaliza sus palabras y nombra a cada uno de los hermanos menores de Jazmín, junto a ella, y sostiene que para todos quienes viven “una situación diferente a la que cualquiera podría vivir en su casa, este es un momento para disfrutar”.
Al finalizar los discursos, la intendenta invita a los presentes a realizar una acción simbólica: plantar un roble. “El roble da sombra en verano y deja pasar el sol en invierno”, explica Cosse, y junto con Jazmín y su familia, se acerca al joven ejemplar botánico para echar algo de tierra con una pala metálica. “Será el centro de este parque”, expresa. Tampoco falta el corte de cinta, en una ceremonia que tiene todos los condimentos que la ocasión ameritaba.
El proyecto
En octubre de 2019 tres estudiantes de arquitectura estaban dentro de la feria de la construcción y se enteraron que se lanzaba un concurso de proyectos para diseñar una plaza inclusiva. La particularidad del concurso era que sólo contarían con 24 horas para elaborarlo. Javier García Cedrés, Ignacio Asconeguy y Paula Bartel decidieron formar equipo y tomar el desafío. Si bien en un inicio el proyecto se pensó para la Plaza Ituzaingó, ubicada en el barrio Buceo, la propuesta que presentaron los jóvenes “era modular y se podía adaptar a diversas plazas”, según explicaron.
¿Accesible o inclusivo?
Consultado por Sala de Redacción acerca de cuál es la diferencia entre un espacio inclusivo y uno accesible, García Cedrés explicó que “accesible es cuando se hacen modificaciones a un espacio para que puedan acceder otras personas, e inclusivo es que el espacio ya está dispuesto para cualquier tipo de persona, con o sin discapacidad”. El estudiante remarcó que “inclusivo es que una hamaca sea para todos, donde el espacio es para todos”, mientras que los espacios donde “hay una hamaca para unos niños y otras hamacas para otros” se consideran accesibles. En ese caso es “darle el espacio a otro, pero el otro tiene un espacio diferente”, añadió.
En la misma línea, Ignacio Asconeguy dijo a Sdr que al diseñar el espacio estuvieron “muy enfocados en que fuera inclusivo, que fuera un espacio donde jueguen y no donde van a encontrar juegos particulares”. Explicó que la idea general era crear un espacio de encuentro para niños y no un espacio con una sumatoria de juegos por separado. Para Paula Bartel “fue muy lindo el momento” de enterarse que su proyecto había sido seleccionado ganador y eso les genera “sentir orgullo” y ”luego poder ver el resultado, aunque haya pasado mucho tiempo, es ver materializado el proyecto”, expresó.
A media tarde los adultos se fueron, mientras que los escolares seguían jugando. Además de diversas escuelas públicas y privadas invitadas, las maestras de Jazmín también compartieron el momento junto a ella y su familia. Antes de emprender el regreso, las palabras de Nadia Div resuenan en la memoria: “Quienes estamos hoy acá, somos parte de la construcción de un Uruguay inclusivo, y contarlo a los demás es la manera de que el sueño de que en este país no quede nadie atrás, que no quede ningún niño afuera, sea posible”. Un mensaje sin dudas poderoso, que activa un sentimiento de compromiso social y nos impulsa a expandirlo.