Si a alguien se le pregunta sobre la libertad de expresión y de prensa en un período de la historia uruguaya donde hubo múltiples violaciones a los derechos humanos, como lo fue la dictadura cívico militar, la respuesta sería que los medios de comunicación no tuvieron injerencia en el debate público. Sin embargo existieron personas, agrupaciones y medios de comunicación que buscaron la vía para ser la voz de aquellos que no la tuvieron. Ese fue el rol de José Germán Araújo, que se antepuso al régimen de facto desde la Radio Nacional CX30, medio del que era director y uno de los principales portavoces.

Desde 2008 no se cambiaban los nombres de las calles del casco histórico de Montevideo y las intersecciones con 18 de Julio, que incluyen los barrios de Ciudad Vieja y Centro respectivamente.

En diálogo con Sala de Redacción el edil por el Partido Colorado, César Tartaglia, habló sobre la relevancia de conmemorar al legislador y periodista Germán Araújo con el cambio de nombre de la calle Andes y resumió la postura que tomó cuando se dio el debate en la JDM. “En todas partes del mundo, es tradición que en las ciudades homenajeen a determinadas personas, hechos, acontecimientos del acervo cultural, histórico, político con la inclusión en el nomenclátor capitalino”, dijo y subrayó que “es un alto homenaje que le hace la ciudad, en este caso, Montevideo”. No obstante, aclaró que él votó en contra de dicha iniciativa.

El jerarca aseguró que si bien está de acuerdo en la relevancia de homenajear a Araújo, votó en contra por dos motivos: en primer lugar por respeto al “pacto” acordado por la JDM. Y en segundo lugar argumentó que hay otras personalidades con la misma relevancia e implicancia histórica que el periodista que no obtuvieron dicho reconocimiento. Explicó que “la resistencia en contra de la dictadura no está más en manos de unos que de otros, porque sino vamos a un falso discurso“, ya que tendría que haber también un reconocimiento a ciertas figuras afines a otras corrientes políticas.

Sobre el primer motivo, Tartaglia mencionó la existencia de un “pacto de caballeros” dentro de los integrantes de la JDM que consiste en conservar los nombres de ciertas calles por su valor como patrimonio histórico de la ciudad. “Es una tradición (o fue hasta hace unos días) de la JDM que el nomenclátor capitalino, que da hacia 18 de Julio, no se cambiara”. El último cambio que se hizo en la principal avenida de la capital fue en el gobierno de Tabaré Vázquez, cuando se homenajeó a determinados ciudadanos en las calles que antes eran Cuareim, Ejido, Gutiérrez Ruiz, Wilson Ferreira Aldunate y Aquiles Lanza. “Se había pactado en esa época que no se iba a hacer más, era un pacto de caballeros que teníamos todos los ediles. Con los sucesivos cambios en la integración de la JDM se había mantenido”, argumentó.

Tartaglia destacó que sobre el caso de Araújo, a su criterio hubo “una insistencia de la bancada del Frente Amplio (FA) y tres ediles de la oposición que no cumplieron el pacto o los principios que se habían precisado anteriormente y le dieron los votos”. “De cierta forma, la intendenta [Carolina Cosse] hizo todo lo posible, convenció de alguna manera a estos tres ediles, dos del Partido Colorado (PC) y uno del Partido Nacional (PN) y ese fue el resultado”. Además, resaltó que hay “una carga política partidaria”, que esta acción tiene que ver con la campaña para las elecciones internas y calificó al hecho de “discriminatorio”.

Consultado sobre si en alguna instancia se propuso formalmente el cambio de nombre de alguna calle de Montevideo en reconocimiento a alguna de las personalidades que él considera pertinentes, respondió que planteó “incluir en el nomenclátor capitalino al contralmirante Juan José Zorrilla, que antes del golpe de Estado hizo la barricada de la Ciudad Vieja”, quien a su vez luego fue legislador. Pero no obtuvo el apoyo suficiente, explicó el edil colorado.

“Está bien, ellos [el FA] tienen la mayoría, y ponen la mayoría frente a la minoría. Lo único que hay son tradiciones, pactos y principios que no está bueno cambiar. Porque si no, con una mayoría distinta, imagínese la locura de que mañana ganen los milicos el gobierno y que le pongan a 18 de Julio ‘Goyo [Gregorio] Álvarez’, sería demencial. Hay principios que no se deben cambiar, pero bueno, impusieron la mayoría”, insistió el legislador.

Mantener viva la memoria

Por otra parte, el propulsor de la iniciativa del cambio de nombre del tramo sur de la calle Andes, el abogado y ex legislador Óscar López Goldaracena, sostuvo a Sala de Redacción que le dio “mucha satisfacción que la JDM la hubiera finalmente aprobado”.

El abogado destacó la importancia de esta iniciativa vinculada al “pasado reciente”, es decir, con “la resistencia a la dictadura cívico militar en el Uruguay”, que “unifique a la ciudadanía porque el bien común que es la preservación de la democracia, el rechazo a los totalitarismos y el rechazo especialmente a lo que fue ese período es algo que tiene que estar presente permanentemente en la vida de los uruguayos como algo supremo”, aseguró.

Goldaracena explicó que esta iniciativa -que la planteó en primera instancia en 2012 a la Intendencia de Montevideo a cargo de Ana Olivera-, la propuso posteriormente al entonces intendente Daniel Martínez en 2017 y fue descartada por “acuerdos de la interna política”. Sin embargo, consideró que el tema “de los derechos humanos debe transversalizar a toda la sociedad” y priorizarse por encima de diferencias ideológicas o político-partidarias. Además, destacó que la propuesta “tomó fuerza” debido a la labor del periodista y comunicador Alberto Silva, y en conjunto con Goldaracena se “embarcaron en una cruzada de recolección de firmas” para llevarla adelante, que tuvo un fuerte apoyo ciudadano.

El exsenador también señaló que no entendió los motivos por los cuales se descartó la propuesta en dicho momento, y que si se realizara un análisis exhaustivo de las razones de los nombres de muchas de las calles de Montevideo y qué tipo de homenajes se realizan “uno quedaría abrumado”. Sin ir más lejos, informó que el nombre “Andes” hacía alusión a la Cordillera de los Andes, no a ningún hecho conmemorativo en particular.

“La cultura no es algo rígido” sino que es algo “dinámico”. La cultura en ese sentido engloba elementos “materiales e inmateriales”. El abogado hizo énfasis en que homenajear a Araújo de alguna forma contribuye a construir “una política pública en derechos humanos que considere a la preservación de la memoria de lo que fue la resistencia del pueblo uruguayo contra la dictadura”. Y consideró que “la historia y la memoria” son sumamente relevantes para trazar “la identidad cultural de un pueblo”.

Consultado por el “pacto de caballeros” que mencionó Tartaglia, Goldaracena respondió que no sabe a qué se refiere, y que “el pacto social que existe es el Estado de derecho son las normas de convivencia y deben sujetarse en valores inmutables, que en este caso son los derechos humanos”. En cuanto a la preservación del casco histórico, mencionó que muchas de las calles del Centro y Ciudad Vieja no conservan su nombre original desde hace muchos años, por ende, aseguró que ese no puede ser un impedimento para realizar este tipo de cambios.

“No es solo a Germán Araujo, sino que el mejor homenaje que podemos tener presente los uruguayos y los montevideanos es mantener ese recordatorio de memoria presente por ese cambio de nomenclátor”, finalizó.

Emilia Bonilla y Luciano Leez

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