El Covid-19 llegó y se instaló en Uruguay afectando no sólo la salud física de la población sino también todas las áreas del país. El sector turístico es uno de los más impactados ante la expansión del virus en todo el mundo: los países han tomado la decisión de cerrar fronteras a los extranjeros, lo que conlleva a una paralización del mercado casi completa.

La agente de viajes Ximena De los Santos, integrante del departamento de ventas de la Agencia Viajes Bueme´s conversó con Sala de Redacción acerca del panorama que se está viviendo en su ámbito profesional y cómo trabajar en estas circunstancias. La profesional lleva ocho años en la industria turística y afirmó que es la peor crisis que le ha tocado vivir en el rubro.

De los Santos comentó que este contexto ha provocado un daño mayúsculo y aún no se ha tomado dimensión real de lo que está pasando. Sobre el trato con los clientes, la agente de viajes explica: “Es cien por ciento servicial. Se trata de gestionar, resolver y dar respuesta para que el pasajero no tenga que preocuparse”, y agregó que “se está trabajando para minimizar los daños y que los pasajeros no se vean perjudicados”.

Existe una gran incertidumbre sobre la duración del virus en Uruguay y cuánto más va a propagarse. De los Santos explica que dependen mucho del día a día para saber qué respuesta brindarle al pasajero: “ante esta situación desconocida se hace difícil anticiparse (…) el mercado quedará muy sentido cuando todo termine, pero con las herramientas necesarias para levantarse”.

En la misma línea Raúl Iglesias, también agente de Viajes Bueme´s,  expresó su visión ante la particular situación de su sector: “en el turismo está pegando fuerte ahora y no ha venido lo peor. Yendo al área corporativa, ese mercado va a mejorar antes que otros sectores, porque las empresas en la mayoría de los casos realizan viajes por negocios. Y negocios son negocios”.

El agente agregó que el impacto de la pandemia va más allá de la industria turística y está repercutiendo en todos los sectores: “genera una recesión en todas las áreas, porque cuando pase todo ésto el trabajador no va a tener el dinero suficiente para viajar, por todos los recortes que estamos haciendo a nivel de vida. Ésto es una cadena y muchas industrias se están cayendo”.

Salir a flote

Iglesias explicó que existen diferentes modalidades de turismo y que en cada tipo el contexto de crisis impacta diferente: “No es lo mismo el viaje por negocio o salud, que el turismo vacacional. Las personas que tengan que viajar por las dos primeras cuestiones, van a ser las primeras en volver hacerlo por un tema de necesidad. Entonces hay que tener en cuenta que habrán sectores dentro de una agencia que van a tener más demanda que otros y se podría pensar que el departamento corporativo va a salir a flote antes que el departamento de ventas”, insistió.

El agente de viajes arriesga una visión sobre el futuro del mercado: “el virus se tiene que erradicar un 90 por ciento en el mundo. Después de eso la gente empieza a tomar confianza, empieza a moverse y planificar nuevos viajes. Pero primero tiene que desaparecer el miedo, volver a poseer el capital que se estaba acostumbrado a tener y empezar a pisar firme”.

Aerolíneas toman decisiones

ALN News, principal medio digital de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), publicó un acuerdo entre el gobierno uruguayo y la línea área Amaszonas que consiste en la realización de dos vuelos semanales durante el mes de abril para continuar las repatriaciones de los uruguayos varados. El mismo realizará la ruta Montevideo y Sao Paulo, los días miércoles y sábados de dicho mes.

Desde este jueves los pasajes fueron puestos a la venta a un costo de 199 dólares para el tramo San Pablo – Montevideo, y de 480 dólares para los viajeros que partan de la capital uruguaya hacia la ciudad brasileña. 

Unas de las mayores controversias de las últimas semanas fue que la aerolínea LATAM redujo un 95 por ciento las frecuencias de vuelo y canceló sus conexiones Montevideo – San Pablo, también su frecuencia con Santiago de Chile. Ante esta cancelación Uruguay perdió el nexo con estas dos ciudades que se presentan como puntos de conexión aérea para volver a Montevideo.

Por otro lado, United Airlines recortó un 90 por ciento su frecuencia de vuelo a nivel global y American Airlines retrasará hasta el 2021 el lanzamiento de cinco rutas internacionales a causa de la caída de la demanda de transporte aéreo.

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