“No es algo que salió de la noche a la mañana”, dijo a Sala de Redacción Laia Barboza –mejor conocida como Laia Bee–, desarrolladora y miembro de la directiva de la Cámara Uruguaya de Desarrolladores de Videojuegos (CAVI). Agregó que son medidas que se encuentran en el “marco de ciertas regulaciones que ya viene imponiendo China hace muchos años respecto a los menores de edad y videojuegos”.

“Los menores aún se encuentran en la etapa de desarrollo físico y mental, y su capacidad de autocontrol es relativamente débil”, dijo a la agencia de noticias Xinhua Shi Jingnan un funcionario de la Administración General de Prensa y Publicaciones. La nueva medida del gobierno chino comenzó a regir a partir del 1 de setiembre y hace hincapié en dos puntos: la preocupación de las familias y el acompañamiento estatal a distintos centros educativos, con el fin de mejorar la alfabetización en Internet. 

A finales de agosto la Administración General de Prensa y Publicaciones emitió el “aviso sobre una gestión más estricta y la prevención práctica de que los menores disfruten de los juegos en línea”. En este nuevo aviso se toman cuatro medidas: restricción del período para proporcionar los servicios de juego en línea de tres a una hora y solo los viernes, sábados, domingos y días festivos entre las 20 y las 21 horas; reiterar la estricta implementación de los requisitos de registro con nombre real en las cuentas de juegos; fortalecer la supervisión e inspección de la implementación de las medidas mencionadas; y por último orientar activamente a las familias, escuelas y sectores sociales con el fin de que asuman seriamente la responsabilidad de la tutela para crear un entorno propicio para el crecimiento saludable de los menores.

El propósito de esta nueva normativa es la protección de la salud física y mental de los menores ante la creciente preocupación de los padres. El gobierno chino considera a los videojuegos como una droga electrónica y busca promover mecanismos de antiadicción. “Históricamente, las autoridades siempre tuvieron la intención de frenar la exposición a lo que perciben como un hábito altamente adictivo”, comentó Rui Ma, analista tecnológico a The Guardian, y agregó: “no me sorprendería que hubieran nuevas regulaciones en los próximos meses para proteger a los menores de otras actividades en Internet”.

En China ya habían emitido un aviso en 2019 sobre cómo evitar que los menores se “entreguen” a los juegos en línea, y adoptaron una serie de medidas que se reafirman en este nuevo aviso, con una modificación esencial: reducir aún más el límite de horario de juego. En 2019 se había limitado el horario de juego a 90 minutos por día y tres horas en días festivos; sin embargo, el representante de la Administración General de Prensa y Publicaciones recordó que “muchos padres reflejan que el estándar es relativamente flexible y se recomendó reducirlo estrictamente”.

Opio espiritual

La agencia de noticias Xinhua en un principio catalogó a los videojuegos como “opio espiritual”, que puede relacionarse con el hecho que inició el llamado “Siglo de la Humillación”: la guerra del opio en la década de 1840. “Gran Bretaña abrió forzosamente los puertos chinos y los obligó a comerciar”, relató a Sala de Redacción el politólogo Andrés Raggio, lo que permitió comercializar el opio “y la sociedad china se drogó, literalmente”. Esa situación, dijo Raggio, marcó “a fuego” a la sociedad china. No es casualidad, entonces, que encierren a los juegos en línea dentro de lo opioide. No quieren repetir lo pasado hace dos siglos.

“Toda esta generación que está más proclive a este tipo de opioide es la población del futuro”, expresó Raggio, no muy alejado de lo que ya había dicho el funcionario de la Administración General de Prensa y Publicaciones a Xinhua: “Los jóvenes son el futuro de la patria. La protección de la salud física y mental de los menores está relacionada a los intereses de las amplias masas populares”.

La postura desde el confucianismo que promueve el Estado chino toma un papel casi protagónico al implementar este tipo de medidas por su característica jerárquica: el Estado paternalista, en palabras del politólogo, “tiene la obligación de bregar por la calidad de vida de los chinos”, y la sociedad acepta y obedece el mandato porque “el que está arriba está ahí porque quiere el bien de los demás y los demás lo legitiman”.

Apuntar al cuerpo

El gobierno apunta principalmente a las empresas de videojuegos en el trabajo contra la adicción. Cree que las empresas deben anteponer los beneficios sociales, responder activamente a las preocupaciones sociales y tomar iniciativa para asumir responsabilidades contra la adicción.

En el artículo de Xinhua en el que calificaron a los videojuegos en línea como “opio espiritual”, señalaban también que “ninguna industria debería desarrollarse al precio de destruir una generación”. Luego de este artículo, las acciones del gigante tecnológico Tencent cayeron 11 %. Tencent es la compañía de videojuegos más grande del mundo y tiene bajo sus creaciones juegos como League of Legends y Honor of Kings –juego que además del límite de tiempo, sufre una restricción respecto a la cantidad de contenido que pueden comprar los usuarios–.

“Como desarrolladora entiendo que a medida que la industria avanza, tiene que haber un diálogo y una introspección sobre la exposición de los menores a lo que consumen en los medios”, dijo Laia Bee, y recalcó que esta situación es también “una oportunidad para el mundo del desarrollo del videojuego” de plantearse lo que se brinda a los menores de edad, si tienen mecánicas “demasiado adictivas” o que puedan provocar un “gancho fuerte”, y trabajar en un “balance entre cómo se diseña el producto y el acompañamiento de los mayores a cargo”.

En los últimos dos años, la Administración General de Prensa y Publicaciones aumentó las sanciones para las empresas con sus investigaciones contra la adicción. Para evitar que los menores de 18 se “entreguen” a los juegos en línea, se requiere de la ayuda de los padres y maestros para fortalecer normas de cuidado y acompañamiento, y para guiar a los niños a formar buenos hábitos de uso de Internet. La Administración estableció que trabajará con el Ministerio de Educación, el Comité Central de la Liga Juvenil Comunista, la Federación de Mujeres de China y otros sectores para llevar una educación especial y mejorar la alfabetización de los niños respecto a Internet.

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