Casa de Oribe en edición anterior del Día del Patrimonio / Foto: sitio web del Día del Patrimonio

En 1995, el arquitecto José Luis Livni fue la piedra fundamental de las celebraciones del Día del Patrimonio. En ese momento, muy tímidamente las actividades se extendían durante un día y homenajeaban al patrimonio arquitectónico, ya que edificios, arquitectos y especialistas en el tema fueron el motivo de los lemas en las primeras ediciones. Al cabo de algunos años, en función del interés de la gente en participar y visitar distintos espacios patrimoniales, se decidió expandir el terreno de la cultura uruguaya y comenzaron a organizarse visitas a teatros, museos, escuelas, iglesias, casas de familia, y también se dio lugar a la música y la poesía. Por ejemplo, el tango La Cumparsita y la “marcha camión” cumplieron un rol importante en ediciones pasadas.
“Patrimonio y Diversidad Cultural, 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos” es el lema de la celebración de este año, la número 24, que durante este fin de semana buscará generar reflexión y tomar conciencia de la temática. Con ese motivo se realizaron varios eventos previos de los que participaron especialistas, para no sacarle el espíritu festivo que tiene el evento durante el fin de semana en el que “la familia sale a recorrer y conocer”, dijo a SdR Nelson Inda, presidente de la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación. Más allá de la historia, Inda señaló la importancia de que este tipo de celebraciones también le presten atención al presente y al futuro.
“El patrimonio busca formar una identidad colectiva, agrupar las diversas culturas que tiene el país, la rural, el candombe, la murga , para poder mostrarse al mundo”, reflexionó. Además, hizo hincapié en que el patrimonio dejó de ser únicamente lo edilicio y que “la gente ya no mira la forma, le interesa su historia, su emblema”.
Inda es un gran creyente de que el patrimonio es todo aquello que la sociedad quiere mostrar y mantener en la memoria, por ejemplo, para que algunos hechos no ocurran nunca más y, de esa forma, poder avanzar hacia el futuro. Es en este contexto que durante el fin de semana se podrá visitar el Sitio de Memoria “Cabildo”, que funcionó como cárcel de presas políticas entre 1968 y 1977, en los años previos a la última dictadura cívico-militar en Uruguay y en sus primeros años. La iniciativa de abrir este lugar al público es liderada por un grupo de ex presas, que se reúne desde hace varios años en busca de conservar la memoria de lo que ocurrió allí. Adriana Zinola, integrante del grupo, explicó que para ellas es muy importante que lo que vivieron se conozca, y por ello la ex cárcel se abrirá por primera vez al público, para contar no sólo sobre el encarcelamiento de las presas políticas sino también acerca del de quienes estaban recluidas por otros motivos. El colectivo cuenta con el acompañamiento del Centro de Formación Penitenciaria, que previó que una de sus operadoras sea quien guíe las visitas por el recinto. Zinola y sus compañeras estarán dentro durante el fin de semana en el horario de visita (de 10.00 a 16.00), donde darán testimonios, además de participar de la exhibición de piezas audiovisuales y de una muestra fotográfica, que entre otras imágenes contará con archivos de la época y fotos tomadas por las ex presas en 2001, cuando hicieron la primera visita por el lugar.
Es probable que esta sea la última vez que se pueda acceder al edificio, ya que la Congregación del Buen Pastor, propietaria del recinto, tiene intenciones de hacerse cargo de todo el predio. Por ese motivo el Ministerio del Interior estableció negociaciones para poder extender su comodato y poder seguir desarrollando distintas actividades en el lugar.
Manuela Bonhomme

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