Trabajadores de la pesca africanos en conflicto con pesquero chino, ayer en un hotel céntrico. Foto: Pedro Rincón. la diaria.

 
Sala de Redacción visitó a los 28 africanos que llegaron al puerto de Montevideo en un buque chino el 20 de mayo y denunciaron que sufrieron malos tratos.
Moses Fallahtengbeh, nacido en Sierra Leona, afirmó que las declaraciones del capitán del barco “fueron una mentira, ellos se aprovecharon de nosotros”. Ante la resolución tomada por la fiscal Dora Domenech el viernes pasado, quien afirmó que “es muy probable que las heridas que tienen se las hayan producido en peleas entre ellos“, según informó El País, Moses replica: “cómo vamos a luchar entre nosotros si todos somos hermanos”.
“Estas personas son racistas”, expresó el tripulante. Viajaron con filipinos y vietnamitas quienes recibieron tratamiento médico y no fueron golpeados. Los africanos se quejaron por la diferencia en el trato con el capitán y este respondió que los filipinos y vietnamitas son de la misma raza, tienen su mismo color de piel, y no son personas de piel negra. Es por eso que no recibieron medicamentos, tuvieron que tomar agua proveniente del océano y fueron golpeados. A pesar de estar enfermos tenían que seguir trabajando. “Si no trabajas, no comes”, les dijo el capitán a los tripulantes. Trabajaban 18 horas de corrido.
Fallahtengbeh explica que no pudieron hacer nada porque les tenían miedo a los tripulantes chinos. Además expresa que no fueron tratados como humanos y cree que si hubiesen seguido en el barco podrían haber muerto: compañeros de él vomitaron sangre a bordo según su relato y el de otros. El jefe de los africanos contó que fue amenazado por el capitán, diciéndole que si moría iba a cortar su cabeza y enviársela a su familia. También agrega que les dieron un jabón a cada uno por año. El contrato fue firmado por dos años, así que al segundo año recibirían el otro. Con este también tenían que lavar su ropa.
El relato de la crueldad continúa mientras muestra las fotos de las heridas de los pescadores, aunque las fotos no sirvieron como evidencia en el juicio. Moses y el resto no sabe qué es lo que pasó en el juicio, nadie les tradujo las noticias al inglés. Agradeció “de corazón” al pueblo uruguayo por haber cuidado de él y “sus hermanos”, y por brindarles ropa y medicamentos. Comenta que cuando llegaron estaban en muy malas condiciones pero que si ahora están bien es gracias a los uruguayos que “nos ayudaron y hospitalizaron”. Otro “hermano” de Moses denunció en varias oportunidades que lo establecido en el contrato y lo que pasó en el barco fue totalmente diferente. Alusaim, quien mostró las fotos de las heridas, explicó que pudo comunicarse con su familia y esta le dijo que volviera, pero el capitán le comunicó que no podía abandonar el barco, que tenía un contrato y debía cumplirlo. Tiene 23 años, embarcó para ganar dinero y pagar sus estudios.
La Justicia Penal afirma “que no surgieron pruebas de trato esclavizante”, según informó El País. Pero el Sindicato Único de Trabajadores del Mar y Afines (SUNTMA) no se queda de brazos cruzados. Carlos Vega, secretario del sindicato, sostuvo que “se violaron los derechos humanos”. El sindicato no comparte lo dicho por la fiscal, y lo considera “aberrante”. Por eso, están trabajando en conjunto con los abogados del caso para presentar una denuncia.
Alejandra Garmendia/Leticia Sprunck

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