Julio María Sanguinetti durante la asunción de su primer mandato, el 28 de febrero de 1985. AFP PHOTO / Hector Carballo

El expresidente Julio María Sanguinetti compareció hoy miércoles ante la Comisión Investigadora de espionaje en democracia y negó que en sus dos gobiernos haya existido un plan sistemático de espionaje, aunque admitió que sí ocurrieron casos aislados que adjudicó a grupos “enemigos de la democracia” que “venían de la dictadura y sobrevivieron”.
“Lo que está claro es que, ni la Presidencia ni nuestros ministros, todos de acrisolada calidad democrática, jamás ordenamos ningún episodio ilegal”, manifestó Sanguinetti en rueda de prensa. Aceptó la ocurrencia de episodios de espionaje a los que hacen referencia una serie de documentos presentados por los miembros de la comisión y de los que se declaró “víctima”. A su vez, afirmó que es “discutible” que se tratara de una “planificación sistemática”. “Hay una y otra vez órdenes precisas de la Presidencia de actuar conforme a la ley”, agregó.
No obstante, para el legislador del Frente Amplio (FA) y presidente de la comisión, Gerardo Núñez, los planteos del expresidente Sanguinetti “chocan con la realidad documentada”. “Nosotros tenemos un archivo que tiene más de 3 millones de microfilmaciones. Son documentos que dan cuenta del espionaje sistemático institucional planificado que se llevó adelante en nuestro país durante la democracia. Incluso muchísimos de esos documentos tienen el sello del Ministerio de Defensa Nacional y la firma de los máximos responsables de la inteligencia militar en esos momentos. Lo que da cuenta de que estas labores se desarrollaron durante un tiempo y no fueron un motivo aislado de grupúsculos como señaló Sanguinetti”, comentó Núñez a SdR.
El diputado frenteamplista sostuvo que, entre los documentos presentados por los diputados de la comisión, se encontraba un plan de inteligencia donde “se dan las directivas para el espionaje militar”, firmado por el entonces comandante del Ejército, Hugo Medina, en 1985, quien ocupó el cargo de ministro de Defensa durante el primer gobierno de Sanguinetti. Otro de los documentos estaba firmado por Jorge Saravia, exjefe de la Dirección General de Información y Defensa (DGID). Medina y Saravia fueron designados por el dirigente colorado. “No estamos hablando de acciones de lobos sueltos como se ha dicho en algunas oportunidades”, afirmó Núñez.
Al dirigente colorado también se le presentó un informe de UTE, que entregó semanas atrás el presidente del organismo, Gonzalo Casaravilla, a la comisión. En el documento se hace referencia a actos de espionaje entre 1987 y 1993 para determinar la filiación ideológica de los funcionarios de la empresa. Ante esto, el exmandatario reiteró que no existió un espionaje sistemático, comentó Núñez.
Sanguinetti fue convocado por la comisión a raíz de la cantidad de información contenida en el archivo Berrutti, la que da cuenta de reiteradas tareas de inteligencia militar durante los períodos de gobierno del ex mandatario colorado. También, debido a las declaraciones del titular de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII) durante el primer gobierno de Sanguinetti, Máximo Costa Rocha, quien expresó que existió un interés del gobierno colorado por investigar sobre el referéndum contra la Ley de Caducidad. Por último, también fueron consideradas las afirmaciones de Mirtha Guianze, quien aseguró que se demoró su designación como fiscal penal por acciones del servicio de Inteligencia bajo la presidencia de Sanguinetti.
Consultado sobre las declaraciones de Costa Rocha por diputados de la Comisión, el dirigente del Partido Colorado planteó que el referéndum sí era un tema de interés para el gobierno, pero no se ordenó espionaje, según dijo Núñez a SdR. En contraposición, el frenteamplista opinó que “sin meterme en si ordenó o no, lo que está claro es que hubo espionaje”, y afirmó que existió “espionaje policial y militar sobre la campaña del voto verde. Primero sobre la recolección de firmas y luego del proceso de consulta popular, siguió una persecución sobre los militantes e incluso sobre las personas que firmaron en esta instancia de consulta”.
Durante una entrevista con radio El Espectador, Sanguinetti calificó como “inmorales” y “temerarias” las declaraciones de la ex fiscal. Sostuvo que es de “muy baja moralidad” evocar el testimonio de un muerto, en alusión a la referencia de Guianze al fallecido fiscal de Corte Rafael Robatto Calcagno. “Su denuncia cae por sí misma. Yo la nombre”, sostuvo el exmandatario.
Lucía Gandioli

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