Foto: AFP / PATRICIA DE MELO MOREIRA.

“Usted es el número -13- esperando para ser atendido”. La grabación se repite por aproximadamente quince minutos. Llegado el momento, la amable señorita a la que se le solicita cita con el oftalmólogo responde: “Lo que tengo disponible por el momento es el 6 de julio”. Faltan tres meses. Con un dermatólogo, aproximadamente 60 días. La llamada termina sin concretar ninguna cita.
Como este, son varios los casos en los que las mutualistas exceden el tiempo que fue estipulado por ley para dar cita con algún médico. Cuando no es así, solicitan al usuario que se comunique nuevamente en dos semanas o veinte días, logrando de esta manera que no se quebrante con lo estipulado, ya que al no marcar hora no queda registro del incumplimiento. Otra modalidad es dar cita en tiempo y forma, pero al momento en que el paciente llega a la consulta no lo atienden por no ir con un pase del médico general, aspecto que no fue informado cuando se concretó la cita.
Las especialidades médicas y quirúrgicas en ningún caso podrán ser coordinadas en un plazo mayor a 30 días desde que fueron solicitadas”, ordena el decreto firmado por el presidente de la República Tabaré Vázquez en setiembre de 2007. También hace referencia a las consultas de medicina general, pediatría y ginecotocología que deben ser atendidas en un plazo que no supere las 24 horas, lo que en la práctica se cumple en la mayoría de las mutualistas, exceptuando a ASSE y CUDAM, según lo publicado por el Ministerio de Salud Pública en la página web A tu servicio, en la cual se pueden verificar diferentes datos relevantes de todas las mutualistas. Pero los tiempos de espera que se dan en las otras especialidades médicas y quirúrgicas son un misterio.
CUANTI MÁS LEJOS… Los problemas con referencia a los tiempos de espera no solo se dan en la capital sino que ocurren en mayor grado en el interior del país, especialmente al norte del Río Negro, en donde se supera con creces el tiempo estipulado por ley para ser atendido por un especialista.
El principal motivo por el cual se da este problema es la enorme inequidad en recursos humanos de salud. Hay una escasez de médicos muy importante sobre todo en algunas especialidades, generando que al momento de solicitar una cita con algún especialista, el plazo de espera sea mayor a lo estipulado. Este aspecto no resulta una novedad para las autoridades.
En el Movimiento Nacional de Usuarios de la Salud Pública y Privada tienen un dicho para ejemplificar la situación: “Cuanti más lejos del papa vas, más problemas tenés con los tiempos de espera”, en el que se refieren al monumento del Papa Juan Pablo II ubicado en Montevideo, ya que dicen que alrededor de él están los principales servicios. Néstor Gurruchaga, presidente del Movimiento, afirma que cuanto más lejos, peor.
Enrique Soto, ex vicepresidente de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), explicó a Sala de Redacción que Uruguay tiene un problema en la distribución de sus profesionales, ya que hay una fuerte concentración en el sur, particularmente en la capital, mientras que en el interior del país estos recursos son insuficientes. Informó también que resulta complejo encontrar los estímulos para que esos profesionales que están concentrados en Montevideo puedan radicarse en el Interior, desafío que tiene el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS), según las palabras de Soto.
En algunas ramas faltan especialistas y en otras hay una mala distribución de los que existen. Desde la implementación del Fondo Nacional de Salud (FONASA) se han multiplicado por tres o por cuatro la cantidad de usuarios, pero no la capacidad de estructura y de personal.
EL PODER DE LOS USUARIOS. Al momento de presenciar una falta en la ley, los usuarios pueden hacer uso de su voz. El presidente del movimiento, haciendo referencia a la falta de datos de los tiempos de espera con especialistas, dijo que “no sabe en dónde se puede encontrar esta información pero hay que exigir que se la publique toda, son los usuarios los que tienen que exigir”, y ejemplificó: “A veces ocurre que van a una mutualista y les dicen: ‘por ahora no te podemos dar turno, vení dentro de 20 días’. Eso es porque no quieren dar turnos con un plazo muy prolongado, lo que demuestra claramente que no están pudiendo cumplir con la ley”. En estos casos Gurruchaga recomienda ir a la oficina de atención al usuario de la institución que corresponda y asentar una denuncia, firmarla y decir que no le están entregando el turno.
Concuerda con esta recomendación la representante de usuarios de la Salud Pública y Privada ante la Junta Nacional de Salud, Lilian Rodríguez: “Cuando hay irregularidades con los tiempos de espera hay que ir a denunciar, es algo que la gente no hace. Se queja, se queja pero cuando le decimos firme acá, ponga su cédula, esto amerita una denuncia, ahí morimos. La gente sigue con miedo a las represalias”.
Las denuncias se realizan a través de las oficinas de atención al usuario que están estipuladas por ley. Deben estar en un lugar visible o cercano a la institución, con un amplio horario de atención y con un funcionario capacitado para recibir a los usuarios. Donde no haya, los mismos usuarios tienen derecho a exigir que existan. “Muchas veces las personas no conocen sus derechos”, dice la representante Rodríguez.
POSIBLES SOLUCIONES. Para mejorar la atención de los usuarios se han propuesto posibles soluciones. Lilian Rodríguez explicó a SdR que el Sistema Nacional Integrado de Salud se propuso un cambio de modelo. Cada uno de los usuarios debería tener un médico de referencia que lo trate en la integralidad. Si este médico considera que la patología del paciente necesita de la consulta a un especialista, da el pase. El médico de referencia debe ser el que nos ve todos los días, el que sabe cuál es nuestra patología, dónde vivimos. Lo que ahora sucede es que el usuario resuelve cómo y cuándo quiere ir con un especialista y congestiona las consultas. La mayoría de la gente no tiene conocimiento de para qué sirve un médico de referencia.
Por otra parte, Rodríguez habló de la participación de la Universidad de la República. Si bien no se ha concretado cuál será la mejor forma de intervención y sigue pendiente de ser hablado con las nuevas autoridades del Ministerio de Salud Pública, indicó que la Universidad debe intervenir, creando un sistema de incentivos para que los médicos que van al Interior por determinado tiempo tengan un puntaje para el postgrado. Esto ayudaría a cubrir la falta de recursos humanos que hay en el Interior para acortar los tiempos de espera.
Otra de las soluciones es planteada desde ASSE. El formato de funcionamiento en red, aconsejado por la Organización Mundial de la Salud y particularmente la Asociación Panamericana de la Salud, trata de aprovechar los recursos humanos, técnicos y la infraestructura en todo el país. El ex vicepresidente puso como ejemplo la red del oeste de Canelones, donde existen cerca de 12 policlínicas de diferentes barrios carenciados de la zona que comparten a los especialistas.
El punto en el que los consultados concordaron fue en la importancia de realizar las quejas a través de las oficinas. Dijeron saber que es difícil para los usuarios exigir esos derechos. “La gente tiene que vencer ese temor cultural a denunciar, tiene que entender que desde que existe el SNIS lo que recibe no es regalado sino que la atención de la salud es un derecho”, declaró Gurruchaga.
SANCIONES. La JUNASA no sanciona a aquellas mutualistas que no cumplan con lo establecido en el decreto. En los casos de irregularidades con los tiempos de espera se realiza un llamado de atención y se busca una solución. Este año, con el cambio de contrato de gestión, uno de los temas que se propone trabajar es el de las sanciones porque la mayoría son consideradas faltas leves, explicó Rodríguez.
SdR quiso consultar al Ministerio de Salud Pública sobre los tiempos de espera con especialistas, así como con algún representante de la JUNASA sobre la inexistencia de sanciones acordes a los incumplimientos, pero ninguna de las partes accedió a dar declaraciones.
Irene Núñez

FacebookTwitter