Sentado en el comedor del estudio de grabación de VTV, Juan Carlos Scelza manifiesta que se considera un gran ser humano, buen padre de familia, esposo con los altos y bajos que eso conlleva y también un ser sensato con sus amigos. Sobre lo periodístico, expresa: “soy un periodista con conocimiento de lo que habla, que se siente muy profesional, un periodista que siempre se dedicó -porque es la única manera que tengo para conseguir las cosas- a trabajar de forma muy profesional y me gusta hacerlo. Intento estar muy informado sobre lo que digo y por sobre todo intento tener poder de análisis”.
—¿Te acordás de tu primer trabajo en un medio de comunicación?
—Fue por una casualidad. Yo no quería ser periodista. Surgió de un grabador que me regalaron, de una ida al estadio con amigos y de relatar un partido en broma; fueron circunstancias que se dieron. Cuando quise acordar, unos meses después, incentivado por mis propios compañeros relaté dos o tres partidos más. Después tuve una entrevista con Víctor Hugo (Morales) y ese día me dijo que iba a relatar el preliminar del clásico siguiente en Radio Oriental. Era un desafío precioso. Ese mismo día, 7 de septiembre de 1980, relaté ese clásico y me quedé trabajando en Oriental.
—¿Cuál fue tu mayor logro a nivel personal?
—El logro más importante que agradezco todos los días es haber tenido la posibilidad de encontrar la vocación. Eso es impagable. Encontrar una profesión de casualidad, cuando yo de joven lo que pensaba era ser médico. Estar a los 15 años trabajando y a los 16 ganando el primer dinero por eso, para después tener la carrera que tuve y que tengo, todo eso lo agradezco.
—¿Cuál fue el primer mundial en el que trabajaste como periodista deportivo?
—Fue el Mundial de 1990 en Italia, mundial lindo porque estaba Uruguay. Fue extremadamente fascinante, porque lo primero que hacés siempre te lleva mucha emoción, pero ahora estoy con la valija pronta y estoy con esa misma adrenalina para este mundial de Qatar 2022.
—¿Pensaste en algún momento desistir de tu carrera como periodista deportivo?
—Irme en este momento no lo pienso en absoluto, a los cincuenta y pico de años dejar me parece totalmente una locura. Al contrario, ya tengo planes para el otro año como participar en los noticieros de VTV, lo nuevo que se viene para el programa Día a Día, un libro que tengo en carpeta, otro proyecto en televisión, cosas en el exterior, los partidos de Tenfield, los de Radio Oriental y La Súper Tarde, entre otras cosas.
—¿Le importan las críticas a Juan Carlos Scelza?
— No, en absoluto, me importaría si no me criticaran. La crítica no quiere decir que no te respeten, quiere decir que te escucharon. Si vos no despertás polémica significa que lo que decis es insulso. No me destaco por ser insulso, entonces sé que lo que tengo es eso; la polémica de aquel que opina, como la tiene el verdadero periodista político, no el periodista que informa.
—¿Cuáles son las dificultades periodísticas cuando tenés que cubrir un mundial?
—El periodista tiene todas las posibilidades igual que acá o incluso más. Dificultad es tener que ir a una cancha chica acá en Uruguay, donde no tenés la alineación en la mano, una computadora, un techo o aire acondicionado; no sabés como va el partido y no tenés un placard. En un mundial llegás y hay una carpa de lo previo, un centro de prensa con restaurante, un kiosco para comprar comida, gabinetes higiénicos, computadora, terminales para los celulares y espacios para sentarse. Después pasás al partido: si tenés tu entrada o tu posición de comentarista ya sabés donde te sentás o donde tenés que estar. También sabés que si estás para la conferencia de prensa entrás y si no tenés el papelito de la conferencia de prensa no te dejan entrar, si tenés para la zona mixta entrás y si no tenés no entrás. Esas son las trabas lógicas, pero no es una dificultad del periodista sino que es por lo que pagó el medio al que representa, por los cupos y por los derechos, como pasa en todas parte del mundo.
—¿Cómo llega la selección Uruguaya para este mundial de Qatar?
— Llega en peores condiciones que en los mundiales anteriores.
—¿En peores condiciones?
— Claro, por supuesto. Los que tenían 26 años y estaban en su esplendor hoy ya no tienen 26 años. Luis Suárez no es el mismo que hace ocho años atrás dando la mordida de Brasil; a Diego Forlán no lo tenés y Edinson Cavani, que era el compañero de Forlán y Suárez en ataque, hoy con 35 años y un tobillo roto va a ser el delantero más entero que tenemos. Darwin Núñez tiene que asentarse en la selección y darlo todo. Después tenés a dos emblemas que son el bastión de Uruguay: Federico Valverde, con un año espectacular y Rodrigo Bentancur, el medio campo. Ellos son lo mejor que tenemos.
— ¿Cuál es la principal dificultad para nuestra selección? ¿El calor juega muy en contra?
—Para los jugadores hay aclimatación, porque la mayoría de los estadios tienen aire acondicionado. Hay un mito muy grande con todo eso del calor, creo que como selección tenés que llegar en condiciones para poder afrontarlo.
—¿Qué opinas de Diego Alonso como director técnico de la selección?
—Como técnico lo que ha hecho hasta ahora es bueno. Los números lo avalan, agarró un hierro caliente y tuvo números espectaculares, 12 en 12, y ganó partidos muy importantes. Ahora entró en otra etapa donde tuvo que formar la lista, sacar algunos jugadores, tener más tiempo de preparación y otra capacidad y calidad del rival. Es un mundial con toda la atención, también por eso creo que Uruguay genera una expectativa distinta y un signo de interrogación mayor.
—Llegamos con Suárez y Cavani en sus ciclos finales de carrera, ¿Cómo llegan ambos para este mundial 2022?
—Físicamente creo que Cavani está mejor que Suárez, más allá de su lesión. Suárez tiene el aliciente de haber salido campeón con Nacional, en una liga que es bastante menos competitiva que cualquier otra.
—¿Son muy importantes todavía?
—Hay una gran distancia entre Suárez y Cavani con los que vienen. Si Diego Godín estuviera mejor físicamente también existiría una gran distancia con el resto. En el caso de Cavani y Suárez, si están los dos bien, pueden ser titulares. Creo que no están los dos como para jugar desde un inicio juntos, creo que la mejor opción sería Núñez con uno de ellos.
—¿Te preocupa algún sector de la cancha de nuestra selección?
—La delantera y atrás, esos sectores no están igual que en los últimos años. Durante diez años Uruguay te daba solvencia atrás y te mataba con los de arriba. Hoy estamos bien en el medio y flojos en las áreas. Durante el proceso de Tabárez matábamos en un área, en la otra éramos muy solventes y en el medio la llevábamos.
—Valverde en el Real Madrid es un volante por derecha y viene en una temporada espectacular ¿Tú lo mantendrías en la misma posición?
—Vamos a hacerlo más fácil, con un ejemplo: si yo tengo en mi casa el living que se llueve y tengo la cocina con el piso levantado, pero el porche lo tengo lindo, coqueto y pintado. Si vos venís de visita aunque pases un poquito de frío yo te voy a recibir en el porche, porque lo demás no lo tengo bien. Uruguay atrás tiene problemas y adelante tiene problemas, pero en el medio está fuerte. Yo jugaría con línea de tres, con dos delanteros netos y todos los buenos volantes que tengo los tiro a la cancha y te hago un medio campo con Matías Vecino, Rodrigo Bentancur, Valverde, Giorgian De Arrascaeta y Nicolás de la Cruz.
—¿En tu opinión cuál va a ser el 11 inicial en el primer partido?
—El 11 inicial de Diego Alonso -en mi opinión- es (Sergio) Rochet, (Guillermo) Varela, Godín, (José María) Giménez y (Mathías) Olivera, Vecino, Bentancur, Valverde, (Facundo) Pellistri, Suárez y Núñez.
—¿De Arrascaeta fuera del 11 inicial?
—Es probable, para tener uno externo… Puedo errarle en uno, pero no creo que mucho más que eso.
—¿Y cuál sería el 11 inicial de Juan Carlos Scelza?
—El mío sería con Rochet, (Martín) Cáceres, Giménez, (Sebastián) Coates, Vecino, Bentancur, Valverde, De Arrascaeta, de la Cruz, Cavani y Núñez.
—¿Cuáles crees que son las selecciones favoritas para ganar este mundial Qatar 2022?
—Para mí hay tres que están despegadas del resto: Argentina, Brasil y Francia. Francia tiene lo terrible de no tener a Paul Pogba y a Kanté, que para mi eran los motores de esa selección, pero igual tiene mucho. Argentina y Brasil tienen todo. Después están los de siempre: Alemania se puede arrimar e Inglaterra en el último mundial no estuvo lejos, no hay mucha sorpresa.