El nuevo presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, es saludado por el primer vicepresidente, Ramiro Valdez Menéndez. / Foto: Alejandro Ernesto, AFP

Miguel Díaz- Canel, ex primer vicepresidente de Raúl Castro, fue designado como presidente del Consejo de Estado y de Ministros de Cuba por la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP). Después de más 50 años, el máximo cargo político cubano es ocupado por una persona que no ostenta el apellido Castro y nacida en la generación posterior a la Revolución de 1959. Es la primera vez que la jefatura del Partido Comunista de Cuba (PCC) y el cargo de jefe de Estado serán ejercidos por personas distintas.
La fecha de designación, el 19 de abril, coincide con el 57º aniversario de la batalla de Girón, una operación militar en la que las tropas anticastristas, formadas por cubanos exiliados apoyados por Estados Unidos, fueron derrotadas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba. Es considerada por el pueblo cubano como una gran derrota contra el imperialismo.
El cambio electoral no significa una simple sucesión en el cargo de presidente, sino que representa una transición generacional dentro de la Revolución cubana y un hecho trascendental en la historia de la isla.  En su primer discurso como máximo mandatario, Díaz-Canel, sostuvo: “Raúl Castro Ruz, como primer secretario del Partido, encabezará las decisiones de mayor trascendencia para el presente y el futuro de la nación”, publicó el periódico cubano Granma.
Con su primer discurso, las expectativas sobre un cambio político profundo en Cuba respecto a las propuestas impulsadas por Raúl Castro son casi inexistentes. Díaz-Canel se mostró desde un principio como una apuesta segura a los ideales de la revolución y como un fiel seguidor de su antecesor. Tendrá la tarea de consolidar las conquistas de la generación que bajó de la Sierra Maestra y derrotó la dictadura de Batista. La continuidad de las reformas económicas y políticas de Castro parece asentarse aún más con su permanencia en la jefatura del PCC, cargo que desempeñará hasta 2021.
La crisis que asola a su aliada Venezuela y la tensión en las relaciones con Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump, no alimentan las esperanzas de la población. [El gobierno continuará] actuando, creando y trabajando sin descanso, en vínculo permanente con su gente noble”, pronunció el nuevo presidente sobre las expectativas del de cara a su gobierno.
Más canas, más carrera
El ingeniero electrónico de 57 años, con su pelo canoso, nariz aguileña y la piel con un tono rosado, a simple vista no parece un hombre distinguido. Sin embargo, lo es entre los hombres de la cúpula del gobierno cubano, y no solo por su edad. A diferencia de la mayoría, no se formó en un ambiente militar, aunque sí vistió el uniforme de la FAR al finalizar sus estudios en 1982, en la Universidad de Marta Abreu.
Luego de su transición por el uso del atuendo verdeolivo durante tres años, Díaz-Canel ejerció como profesor universitario, y alternó las aulas con la militancia en el PCC. Con una melena aún un poco larga y de color negro, comenzó a gestar su ascenso político. En la década del 80 formó parte de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y en los 90’ ya formaba parte del PCC.
Una vez dentro de las filas del Partido, le encomendaron desde el Comité Central el cargo de primer secretario provincial del partido en Villa Clara, su provincia natal. En 2003, también por petición del Comité, pasó a dirigir Holguín, lugar donde nacieron Fidel y Raúl Castro.
Díaz-Canel resultó beneficiado con la entrega del poder de Fidel Castro a su hermano menor. Un año después de asumir plenamente el poder, en 2008, el ingeniero fue designado como titular del Ministerio de Educación Superior, cargo que desempeñó hasta 2012. El 24 de febrero de 2013, Díaz-Canel fue elegido primer vicepresidente del Consejo de Estado y de Ministros de Cuba, por lo que se convirtió en la mano derecha de Raúl Castro.
La designación
Alina Balseiro, presidenta de la Comisión Electoral Nacional (CEN), comenzó a leer la larga lista de los 605 diputados miembros del parlamento unicameral cubano, lo que dio paso a un sesión constitutiva sin precedentes. Al escuchar su nombre, cada diputado se ponía de pie y mostraba su Certificado de Elección ante uno de los miembros de la Comisión Electoral. Así fue el inicio de la jornada de designación de la directiva de la ANPP y de los miembros del Consejo de Estado en el Palacio de Convenciones de La Habana.
En un mar de políticos de pie, se procedió a la lectura del Juramento. Los diputados juraron guardar lealtad a la patria, preservar los principios de la Constitución, cumplir eficazmente con las obligaciones impuestas al cargo para el que han sido seleccionados y comportarse como fieles servidores del pueblo y la comunidad. El ejemplar fue aprobado a coro con el grito “lo ratifico” y posteriormente firmado por cada uno.
En primera instancia, Gisela Duarte Vázquez, presidenta de la Comisión de Candidaturas Nacional (CCN), presentó las propuestas para los cargos de presidente, vicepresidente y secretario de la ANPP, para los cuales fueron electos Juan Esteban Lazo Hernández, Ana María Mari Machado y Miriam Brito, respectivamente.
Como candidatos al Consejo de Estado fueron nominados Miguel Díaz-Canel como presidente del Consejo de Estado de Cuba y Salvador Valdés Mesa como primer vicepresidente. Para el resto de las vicepresidencias fueron presentadas las propuestas de Ramiro Valdés, Roberto Tomás Morales Ojeda, Gladys María Berejano Portela, Inés María Chapman y Beatriz Jonson.
Con el 99,3% de los votos válidos emitidos, Díaz-Canel fue designado nuevo presidente del Consejo de Estado y de Ministros de Cuba, según informó Granma. Salvador Valdés Mesa será quien ocupe el puesto de primer vicepresidente. En la próxima sesión de la ANPP se constituirá el resto del Consejo de Ministros.
Lucia Gandioli

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